HITOS EN LA CONFIGURACIÓN DE MATERIALES CIENTÍFICOS DE DÁMASO ALONSO

cuaderno de bitácora (1991-1997)

José Polo

Universidad Autónoma de Madrid

 

I

    1. Propósito

    Hace años entré en contacto con Eulalia Galvarriato, viuda de Dámaso Alonso, con la idea de estudiar la correspondencia entre el filólogo-poeta y Amado Alonso, proceso editorial ya en marcha en la revista Cauce (Sevilla), desde el número doble 18-19/1995-996 (primera parte del homenaje al segundo de los autores nombrados en el centenario de su nacimiento: 1896-1996; sabemos que murió en 1952; Dámaso Alonso: 1898-1990). Posteriormente fui ampliando el espacio de mis intereses científicos hasta convertirlos en algo ligado, y mucho, a varios de los frentes alonsianos (de Dámaso y de Amado). Entre 1991 y 1997 (en que fallece la muy fina escritora y entrañable persona Eulalia Galvarriato) recorrí no solo un intenso ciclo vital en diálogo permanente con ella (una tarde todas las semanas: los jueves), sino que aprendí cosas invaluables en torno a su vida y a la de Dámaso Alonso, a sus peripecias, a sus afanes, a su inconmensurable amor a los libros; en suma: a la rica aventura del intelecto con su entorno humano, aleccionador siempre con figuras de la talla de Dámaso Alonso y Eulalia Galvarriato. Hacia el final de esta parte del trabajo reproduciré la autorización que ella me dio para trabajar con materiales damasianos con la vista puesta, cuando así lo aconsejasen las circunstancias, en su publicación (siempre, claro está, con las debidas precauciones «metodológicas»). En otra oportunidad hablaré de las cosas inéditas, etc., de nuestra escritora, de lo mucho que cabría laborar en torno a su obra. En esta ocasión, sin embargo, voy a ocuparme de exponer, a manera de pespuntes, los vaivenes de mi particular ruta «dámaso-alonsiana», preparando de este modo el camino para una serie menor (o sea, de artículos de revista) que, definitivamente, he titulado Materiales de archivo de Dámaso Alonso (compárese 6) y en la que operaré, en torno a nuestro autor, con textos de naturaleza varia, inéditos o próximos a ello, que yo mismo he venido configurando en los últimos años tras no pocas horas de búsqueda, cotejos, ampliaciones, etc., de manera tal que, dado su interés, sean conocidos del público investigador en la forma científico-editorial más honrada posible y más fiel al espíritu y la letra de tan sobresaliente estudioso. Solo lamento que la serie de textos damasianos menores que se abre con este número de la revista —además de lo que aparecerá en los anejos: los materiales de mayor entidad— no pueda ser contemplada, siquiera sea en su ordenado nacimiento, por ella, con quien tantas veces comenté las idas y venidas de mi trabajo y que con tanto beneplácito y afecto me animaba a no cejar en ello. Vaya en su inolvidable recuerdo —el de Dª Eulalia Galvarriato García, esposa que fue de Dámaso Alonso y colaboradora suya en no pocas y silenciosas tareas científicas y escritora con un sentido rítmico extraordinario y…— todo lo que mi modesto esfuerzo pueda sacar adelante de la espléndida obra científica del quintaesenciado investigador integral (lengua, literatura) y creador literario Dámaso Alonso (sin más).

 

    2. Proceso de los (textos) inéditos

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    Cuando se habla de publicar cosas inéditas, pueden surgir dos tipos de actitudes extremas: la ingenuamente entusiasta (como si se tratase de llegar y besar el santo) y la destructiva o aniquiladora (la de la caja de los truenos). No se dan cuenta algunos de que el asunto principal en todo esto no es el de publicar o no esa clase de materiales, sino el de cómo se hace, con qué rigor o superficialidad, con qué grado de responsabilidad o de impropia actitud lúdica operamos; de otro modo: si trabajamos con plena conciencia de filólogos (con su universo complejo, tan rico en matices) o con la insana «remendería mecánica» —no la sabia, manual, artesanal— de un atila de la cultura, de un inoportuno oportunista no estudioso del lenguaje, con sus ramificaciones este «objeto», con sus inagotables enseñanzas. Bien: no quiero perder un segundo dando consejos a nadie sobre cómo deben hacerse, o dejar de hacerse, las cosas en estos lares, sino que voy a intentar llevarlas a cabo directamente, si las circunstancias no me son muy adversas, y que los hechos —vale decir, los textos— hablen en su momento, al menos hasta donde el esfuerzo me permita llegar. No obstante la ausencia aquí, por mi parte, de discurso teórico, remito, por un lado, para una experiencia anterior de quien escribe, a mi libro En torno a la obra científica de Salvador Fernández Ramírez (1896-1983): metodología y gramática (Universidad de Extremadura, Cáceres, 1998) y, por otro lado, a los trabajos periodísticos —mero recordatorio, pues, de esta clase de cuestiones— que enumero a continuación…

    1. Marías, Julián, «Los inéditos como amenaza», en el diario madrileño Abc, 15 de enero de 1993, pág. 3 (me proporciona este artículo Bienvenido Palomo Olmos). Oportuna llamada de atención sobre los peligros varios de la entrada a saco en materiales de esta naturaleza; muy sensatas reflexiones en torno al sentido profundo de lo inédito, a su entorno científico y sociológico; espléndida introducción, decía, al problema de la conciencia metodológica —y primero ética, desde luego— ante la posibilidad de publicar textos no acabados, etc. Hay que añadir, no obstante, que el punto clave se halla, una vez descartados escritos que por diversas razones no deben publicarse, en cómo se configura y luego se realiza la edición de los que permiten su conocimiento público: definitivo resulta, por consiguiente, el grado de formación del (auténtico) filólogo que se encargue de publicarlos, la calidad de su trabajo (nunca de modo desligado del fondo ético de una decisión de este tipo). El artículo de Julián Marías es digno de ser reproducido íntegramente en ocasión como esta, de acompañamiento de un proyecto en torno a Dámaso Alonso, pero, justamente por ello —porque tendría que transcribirlo entero—, no voy a trasladar una sola línea y simplemente remito a él.

    2. Marías, Julián, «La herencia del escritor», en el mismo lugar de la ficha anterior, 25 de marzo de 1993, pág. 3. Otro magnífico texto, complementario del primero y digno también de ser reproducido íntegramente. Diríjase el lector hacia ese espacio originario para una ordenada y reflexiva lectura de ambos, pues merece la pena. No podemos actuar con frivolidad en cuestiones tan serias.

    3. Senabre, Ricardo, «En gran noche. Últimos poemas. Vicente Aleixandre», en Abc (sección abc literario , pág. III), 28 de septiembre de 1991. Interesante artículo para los matizados asuntos de la crítica textual. Citaré dos párrafos:

1

Una cosa es publicar obras inéditas —o desconocidas— de un autor y otra, muy distinta, dar a conocer obras desechadas por él en un momento determinado. Cualquier poeta de verdad sabe que el volumen que aparece en los escaparates viene a ser el resultado de redacciones, correcciones y retoques múltiples, pero también de un proceso final de selección: unos cuantos poemas se integran en el libro, mientras que otros —pocos o muchos, no importa—, aun habiendo sufrido quizá profundas reelaboraciones, quedan fuera. Son los textos desechados, no siempre —o no necesariamente— porque el autor los encuentre insatisfactorios como tales poemas, sino tal vez porque, reducido el libro a sus límites precisos, encajaban en él con dificultad o resultaban superfluos en el conjunto. Servían como obras aisladas, pero no como piezas de esa delicada estructura que debe ser un libro de poemas.

2

Lo que sucede es que un poema desechado de Aleixandre puede ser un excelente poema, a pesar de todo, porque nos hallamos ante una de las voces líricas más originales y valiosas de este siglo. Y, en efecto, En gran noche contiene algunas espléndidas muestras de esa gran poesía de senectud en que la veta elegíaca de Aleixandre alcanzó algunos de sus estratos más profundos y melancólicos.

    4. Muñoz Molina, Antonio, «Manuscritos perdidos», en el diario Abc (sección la cultura), 12 de enero de 1994, pág. 26. A propósito del aniversario, primero, del fallecimiento del poeta Jaime Gil de Biedma, enlaza enseguida el autor con el problema de los materiales (epistolares o no) que a veces se encuentran en el Rastro (Madrid) o en lugares parecidos, con el triste destino de muchas de las cosas otrora vivas y lozanas y bien guardadas... Muy expresivo el artículo; reproduzco el largo párrafo central:

La posteridad culta de los escritores también tiene algo de tráfico ilegal de reliquias, de Rastro de manuscritos que desaparecen sin huella y de bibliotecas deshechas en el plazo irrespetuoso de unos años. Manuscritos inéditos, cartas plenamente vulgares o de una embarazosa intimidad, borradores que fracasaron y que el muerto no se decidió a tirar, diarios —sobre todo los diarios infinitamente vanidosos y falsos de los escritores— que suelen tener una apariencia inequívoca de haber sido escritos con el fin exclusivo de que un biógrafo los lea; yo conozco a un poeta tan considerado con los hispanistas de los próximos siglos y tan cuidadoso de la espontaneidad de los borradores, que les legará para su estudio, que pasa a limpio hasta sus tachones. La literatura, al menos en países menos bárbaros o menos descuidados que el nuestro, tiene una parte de coleccionismo póstumo, de reverencia y de chisme, y hay como un juego o una tensión incesante entre lo que sobrevive y lo que se pierde, lo que se publica y lo que no, lo que los herederos ceden o venden o van mostrando gradualmente y lo que es destruido por el fuego o se pierde sin remisión en la permanente catarata de las cosas perdidas, las que no llegan a aparecer ni en los almacenes más imprevisibles del Rastro. Los biógrafos y editores anglosajones alcanzan un virtuosismo en la cacería no ya de manuscritos y cartas, sino de papeles residuales, que tiene algo de invocación espiritista, hasta tal punto que esa búsqueda es, además de una tarea académica y una industria editorial, todo un género literario: Los papeles de Aspern, de Henry James, o la muy reciente Posesión, de A. S. Byatt, son novelas sobre la indagación en busca de testimonios materiales del pasado de los escritores, sobre todo la codicia y la imposibilidad de averiguar sus secretos desde la lejanía de la muerte y del porvenir.

    5. Trías Sagnier, Jorge, «José García Nieto», en el diario Abc (columna punto jurídico), 31 de mayo de 1997, pág. 70. Se habla de la donación a la Fundación Camilo José Cela, Marqués de Iria Flavia, «de toda la biblioteca y de todos los papeles, documentos, escritos y manuscritos de que se compone el archivo del gran poeta y académico». En otro pasaje: «Entre los papeles hay documentos inexplorados que sin duda serán de extraordinaria importancia para el análisis y estudio de la literatura española de la posguerra y del exilio; por ejemplo[,] la correspondencia que mantuvo con Juan Ramón Jiménez a lo largo de tantos y tantos años». Más adelante: «Estos actos, en los que el derecho sirve para salvar la continuidad de toda una obra tan importante, reconfortan la inteligencia, ahora que se habla tanto de fútbol y de cientos de miles de millones de pesetas. Tendría que ver el lector la sencilla vivienda de la avenida de los Toreros de una de nuestras más grandes glorias literarias, [vivienda] donde ya no cabe un solo libro. A más de una de esas personas que tanto alardean de progresismo, y que no hacen más que defender oligopolios, se le caería la cara de vergüenza». Y finalmente: «La donación es la garantía de que esa biblioteca y de que esos papeles no aparezcan un día desperdigados por la Cuesta Moyano, lo que España, sin duda, deberá agradecer al escritor, a María Teresa, su mujer, a sus hijos y a Camilo José Cela».

    6. Durán, Leopoldo, «Greene: manuscritos inéditos de la verdad», en el diario Abc (sección tribuna abierta), 11 de julio de 1997, pág. 52. Asuntos relacionados con derechos de autor, delegaciones de poder, cumplimiento o incumplimiento de determinadas obligaciones anejas a un cargo, etc.; cuestiones todas ellas «externas» o ajenas a la metodología del trabajo científico con textos inéditos, a la crítica textual, pero expresivas del entorno virtualmente problemático en determinadas situaciones. Acabo con esta ficha lo que podríamos llamar parte introductoria de mi trabajo y nos preparamos con ello para entrar en terrenos informativos más directamente ligados a lo anunciado en el título.

 

II

    3. Primeros pasos

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    Poco antes del verano de 1991 entro en contacto epistolar, y poco después telefónico, con Dª Eulalia Galvarriato, interesado en consultar, si fuera posible, la correspondencia entre Dámaso Alonso y Amado Alonso (las cartas de este en casa del primero; después tendría la fortuna de recibir un juego fotocopiado de las del estudioso madrileño a su amigo y cuasi homónimo navarro: remito a la serie epistolar mencionada en 1). Creo recordar que en septiembre de ese mismo año tuve la oportunidad de pisar la casa, con su omnipresente y áurea biblioteca, del matrimonio Dámaso Alonso / Eulalia Galvarriato (él había fallecido, como sabemos, en enero de 1990). Bien: voy a ir mostrando, en modestas pinceladas, los puntos del pausado camino, cordial y muy instructivo para mí, que fui recorriendo entre esas primeras fechas y noviembre de 1997, en que se nos va Eulalia (Galvarriato García), muy sensible escritora y persona clave, en su discreto laborar, también en la vida científica de Dámaso Alonso, como antes, 1, he señalado. Me valdré del sistema de fichas para la presentación de estas escuetas notas informativas.

    1. Me hallo frente a un sobre blanco grande en el que aparece, con letras grandes y con determinado relieve ornamental, polo, esto es: que en tal continente pensaba Eulalia ir metiendo papeles, etc., relacionados con lo que yo deseaba consultar.

    2. Tras los primeros escarceos, y vistas las posibilidades de estudio de materiales alonsianos, incluyo en mis planes de trabajo, además de la correspondencia con Amado Alonso, la habida entre nuestro autor, Dámaso Alonso, y Salvador Fernández Ramírez, José Fernández Montesinos, Walther von Wartburg y Karl Vossler.

    3. Eulalia me prepara un sobre con algunas cartas, todavía pocas, de esos autores; me pone el dato de la fecha en tres de los corresponsales y remite a otros lugares para encontrar ese material epistolar en dos de ellos. Debajo de sus apuntes, y una vez examinado por mí lo proporcionado por ella, he escrito: «Ya lo he mirado y he sacado las cartas de Wartburg, etc., que he integrado con las otras [que yo había encontrado en algún lugar de la casa]».

    4. Por la ficha anterior, se deduce que ya trabajaba de manera sistemática, yendo una tarde a la semana, y que tal forma de laborar me permitía, buceando aquí y allá, encontrar gratas sorpresas. En un sobre veo escrito por mí lo siguiente: «Dª Eulalia: aquí dentro le dejo cosas de hoy [halladas en mi búsqueda], 30-I-92 (hay dos cartas de Jorge Guillén), que he visto y que no afectan a la parte lingüística [mi inicial centro de interés], pero que pueden serle útiles a Ud. para los varios frentes que lleva ahora. Van también [dentro del sobre] cosas que le regalo (que no son de los materiales de Dámaso [probablemente alguna fotocopia o similar relacionada con él]».

    5. Aquí podría traer a colación ideas mías, comentadas con Eulalia y hasta plasmadas en texto manuscrito, en torno a la estructura de los materiales científicos damasianos, particularmente lo relacionado con la forma de ordenar las separatas, con las diferentes «subestructuras» dentro de la biblioteca y con problemas anejos. No parece, sin embargo, conveniente ahora, fallecida ella, que yo exponga tales puntos de vista en un trabajo de esta naturaleza, que debe ocuparse sobre todo de la ruta «inmanente» alrededor de lo que algún día, con las bases por mí creadas, podría constituirse en Archivo Dámaso Alonso.

 

    4. Anticipos saussurianos

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    Bien: ya se halla en marcha el mecanismo laboral que me permitiría adentrarme científicamente en los materiales de Dámaso Alonso. Enseguida comienzo a pensar en la posibilidad de dar a conocer cuanto antes hechos relacionados con los descubrimientos que voy haciendo, naturalmente sin perjuicio de una planificación a medio y largo plazo que tengo bastante clara y que podrá verse en los próximos años si las circunstancias ayudan en esta línea sistemática de trabajo. Dicho lo anterior, quiero presentar, ahora dos muestras de tales anticipos, en este caso alrededor del Curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure.

    1. En 1992, en el volumen XVIII / 1-2 de Cuadernos de Investigación Filológica («Publicaciones de la Universidad de La Rioja, Logroño»), publico, por un lado, «Traducciones al español del clg de Saussure», págs. 183-187, en donde aparece como epígrafe segundo, págs. 183-184, Dámaso Alonso (hacia 1930) y aquí me refiero a la muy temprana traducción resumida de esa obra por parte de nuestro autor; y, por otro lado, en «Presencia de Saussure en el mundo hispánico (introducción)», en ese mismo número, págs. 189-196, en 4-b, págs. 191-192, vuelvo a tocar la línea que une a nuestro filólogo con el estudioso ginebrino.

    2. Invitado a ser ponente en el XXII Simposio de la Sociedad Española de Lingüística, escojo como tema Lectura del Curso de Saussure por Dámaso Alonso (introducción) y la exposición se realiza el 15 de diciembre de 1992. Las dificultades de movimiento de Eulalia, no lejos entonces de los 90 años, le impidieron estar presente, como habría sido su deseo. Recuerdo la sinceridad con que una y otra vez, y en la forma tan expresiva como ella solía hacerlo (con un manejo impresionante de los recursos, sobre todo rítmicos, del idioma), me daba las gracias por ocuparme de cosas de Dámaso. Su obsesión era que no se perdiese nada de sus materiales, que fuesen aprovechados científicamente, que reluciese aun más la figura de Dámaso Alonso, del que nunca se cansaba de hablar con todo tipo de noticias, de anécdotas, de comentario de relaciones amistosas, de proyectos científicos, de viajes, de... Pues bien: la ponencia de la que he hablado se publicará, justamente, entre los dos volúmenes del tomo XXII / 1999. No obstante, para que desde este momento pueda verse la armazón del estudio allí presentado, voy a reproducir el esquema que repartí entre el público asistente:

I. Preliminares

1. El título: variantes y matices.

2. Exclusiones.

a) Intérpretes del Curso en general.

b) Amado Alonso (el clásico por antonomasia).

c) Los tres Dámasos saussurianos (en el fondo, solo uno): Poesía española (1950): a la estilística desde la ciencia del lenguaje: la ruta muy personal y creadora de Dámaso Alonso.

d) Problemas y métodos de la lingüística de Wartburg (1951) y las anotaciones de Dámaso Alonso frente a las otras suyas en torno a Saussure.

3. Estructuración posible de los materiales saussurianos de Dámaso Alonso.

II. Conocimiento de Saussure

1. Encuentro saussuriano: 1930. Testimonio directo.

2. Lecturas saussurianas.

III. La ruta del Curso: señales de navegante

1. Nota previa.

2. Modalidades de señalamiento gráfico o «actitudes laborales» frente al texto.

3. Sentido de las categorías anteriores como momentos sicológicos de atención lectora.

IV. Repaso a los textos saussurianos de Dámaso Alonso

1. El memorable curso santanderino de 1934.

a) Resumen publicado.

b) Memoria reconstruida (Ignacio Aguilera).

c) Guía de clase de la lección ginebrina.

d) El texto completo (redacción provisional).

2. El Saussure «sociológico» y de aplicación gramatical varia (1941).

3. Saussure y Bally como fundamento lingüístico de la estilística: 1950 y su complemento de 1951 (con aplicaciones posteriores reproductoras de esos mecanismos básicos; queda fuera de esta parte de la investigación: véase I-2-c).

V. Final provisional (un alto en el camino)

VI. Apéndice

1. Saussure: tabla cronológica (ámbito hispanohablante).

2. Contexto bibliográfico mínimo.

3. La forma editorial de los materiales saussurianos de Dámaso Alonso.

 

III

    5. Propuesta de colección para trabajos de Dámaso Alonso

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    En efecto: hice, oralmente, una propuesta para crear una colección específica en relación con los materiales de investigación de nuestro autor no elaborados del todo con vistas a su publicación, al igual que con aquellos ya publicados, pero dispersos, vale decir, no recogidos en libro alguno. No quedó convencida la entidad a la que me dirigí de la necesidad de este proyecto o, simplemente, no se sintió con fuerzas, económicas o de otra naturaleza, para llevarla hasta sus últimas consecuencias una vez se diese el primer paso, en esta ocasión el menos difícil. No desistí de la idea y sometí un borrador de plan a la consideración de otra importante editorial, que tampoco se interesó por él. Puse nombre —o, mejor dicho, nombres a manera de ensayo— a esa colección virtual (concentraré tales denominaciones en 6) y, como digo, presenté lo escrito, cual documento de trabajo (para comenzar a hablar), el 20 de abril de 1993: ya he señalado que no hubo respuesta positiva. Voy a transcribir ese texto preliminar, manuscrito, incluso con su aire de provisionalidad estilística o estilo suelto.

1

Propuesta de colección o serie dentro de ella

    1. Títulos posibles [los omito ahora, pues los tres que presenté han quedado integrados en la lista de 6].

    2. No choca con las Obras completas (Gredos [10 volúmenes: 1972-1993]), pues son básicamente nuevos materiales, hallados por mí, inéditos, etc. Cuando se funden con partes publicadas (porcentaje pequeño), se hace siempre [vale decir, se hará] con la autorización pertinente.

    3. Serán volúmenes entre 150 y 200 páginas (ya impresos); contendrán muy completos índices auxiliares y su tratamiento textual será riguroso (tratándose de obras póstumas).

    4. Se publicará cada año... mínimo un volumen, máximo dos.

    5. Son materiales de extraordinario interés científico (si se sabe prepararlos bien): teoría del lenguaje y lingüística general, filología románica, lingüística española, etc. He descubierto grandes cosas, viejos proyectos de Dámaso Alonso acabados, o casi, que ahora deslumbrarán.

    6. Algunos títulos de esos volúmenes posibles: l) Motivación y arbitrariedad del signo. Introducción lingüística a la ciencia de la literatura [acabado de publicar como anejo de esta misma revista]; 2) Sobre la enseñanza de la filología española [que integra materiales con el conocido trabajo de 1941]; 3) Los nuevos métodos técnicos de la filología y de la ciencia de la literatura [o sea, la reconstrucción del famoso curso dado por nuestro autor en 1934: Santander]; 4) La geografía lingüística; 5) Correspondencia científica con Amado Alonso (solo las partes no personales, «asépticas»; no las que hagan referencia a personas, sino a ideas, etc.).

    7. Varios volúmenes más, muy novedosos, para los que no tengo aún título (sobre Góngora, etc.).

    8. De interesar, convendría se tratase de una serie o colección muy cuidadas tipográficamente (de eso ya hablaríamos).

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    Variantes de título para un volumen de recopilación de cosas sueltas o inéditas en torno a la lengua española (también borrador de 1993): 1) Para la historia del hispanismo; 2) Mi ideario de la lengua española; 3) Mi pensamiento en torno a la lengua española; 4) Ideas sobre la lengua española; 5) Palabras sobre la lengua española; 6) La lengua española: ideas y palabras; 7) Mi ideario lingüístico [aplicado al] español; 8) Problemas del español contemporáneo; 9) Notas y ensayos de lingüística románica (volumen posible, no seguro: depende de si se aíslan o no determinados materiales de esta zona en cauces independientes o si confluye todo en una sola gran unidad).

 

    6. Buscando nombre para una colección

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    Acabamos de ver un ensayo de títulos para una zona de los materiales científicos de Dámaso Alonso después de haberles dado muchas vueltas, no ya haberlos calado. Ahora voy a presentar, tal como espontáneamente me fueron surgiendo, un inventario de las denominaciones pensadas por mí, con carácter provisional hasta dar con una que lograse madurar (véase más adelante la ficha número 2). No me detengo a explicar las diferencias de matiz entre unas y otras, pues creo que se entienden; solo me interesa ahora mostrar el proceso de conformación de lo que luego se convertiría en un título de colección para mí seguro y exacto.

    1. He aquí el conjunto de ese «borrador titulario»: 1) Dámaso Alonso y la ciencia del lenguaje. Materiales de (su) archivo: dispuestos para la imprenta por José Polo; 2) Trabajos de Dámaso Alonso; 3) Trabajos marginados de Dámaso Alonso [entiéndase bien: no marginales]; 4) Trabajos inéditos de Dámaso Alonso; 5) Materiales lingüísticos del / en el archivo de Dámaso Alonso; 6) Materiales lingüísticos del / en el archivo «Dámaso Alonso»; 7) Materiales sobre el lenguaje en el archivo de Dámaso Alonso; 8) Materiales sobre el lenguaje del / / en el archivo «Dámaso Alonso»; 9) Cuestiones lingüísticas: materiales del archivo «Dámaso Alonso»; 10) Dámaso Alonso: cuestiones lingüísticas y literarias (materiales de archivo); 11) Lengua y literatura en el archivo «Dámaso Alonso»; 12) Textos de Dámaso Alonso; 13) Textos inéditos de Dámaso Alonso; 14) Textos recuperados de Dámaso Alonso; 15) Biblioteca «Dámaso Alonso» [compárese Biblioteca Ángel Rosenblat para las obras completas de este autor: Monte Ávila, Caracas]; 16) Breves ensayos de Dámaso Alonso; 17) Opúsculos de Dámaso Alonso; 18) Trabajos / Artículos / Ensayos inéditos de Dámaso Alonso [rehuí lo de «menores» porque no todos lo serían]; 19) Dámaso Alonso: opera minima [téngase en cuenta la observación anterior para entender que la idea «reduccionista» en el título escasee en mis experimentos nominativos]; 20) Obra inédita de Dámaso Alonso; 21) El otro / La otra cara de Dámaso Alonso; 22) Trabajos / Obras singulares de Dámaso Alonso; 23) Dámaso Alonso: mi / su otra obra científica; 24) Bellos ensayos de Dámaso Alonso; 25) Capítulos / Ensayos olvidados de / en (la obra de) Dámaso Alonso; 26) Escritos complementarios de Dámaso Alonso; 27) Escritos especiales de Dámaso Alonso; 28) Dámaso Alonso: varia científica / varia filológica; 29) Dámaso Alonso: otras indagaciones lingüísticas y literarias; 30) Dámaso Alonso: materiales lingüísticos y literarios; 31) Textos marginados de Dámaso Alonso [compárese atrás el número 3); 32) Otros escritos / Otras obras de Dámaso Alonso; 33) Trabajos / Escritos marginados de Dámaso Alonso; 34) Trabajos inconclusos de Dámaso Alonso; 35) Investigaciones en marcha de Dámaso Alonso; 36). Colección Filológica «Dámaso Alonso»; 37) Cuadernos de lingüística «Dámaso Alonso»; 38) Investigaciones lingüísticas de Dámaso Alonso (de lo inédito a lo disperso); 39) Trabajos inéditos y otros escritos de Dámaso Alonso; 40) Las otras obras de Dámaso Alonso.

    2. He apartado de la lista anterior el título que, nacido igualmente entre 1992 y 1993, ha llegado a convertirse para mí en el mejor posible: Materiales de archivo de Dámaso Alonso. Obsérvese que digo de archivo (clase de materiales, «género científico»), no (provenientes, originarios) del archivo, porque el sintagma elegido representa fielmente la naturaleza de esa especie de materia, a veces casi prima, con la que el investigador deberá operar al elaborarla pensando en su muy responsable publicación. En realidad, como en cierto modo he dado a entender, el tal archivo científico de Dámaso Alonso ni existía en cuanto «macroestructura» ni siquiera existe todavía a pesar de lo mucho encontrado (a veces hablado) y ordenado por mí, aunque sea con carácter provisional, pero podrá convertirse propiamente en un gran archivo científico una vez acabe el proceso de ordenación, etc., de esos materiales, gran parte de los cuales carece de un grado de elaboración suficiente como para ser sometidos al asedio científico «estandarizado» de un estudioso (por responsable que sea). De otro modo: yo sé lo que se puede y se debe hacer con todos y cada uno de los microsistemas medianamente configurados por mí en los últimos años, pues en mi sistemática reflexión sobre ellos, y habiendo pasado todos esos documentos por mis manos, he llegado a madurar esquemas de actuación a partir de las conexiones múltiples entre unos y otros y sé cuál debe ser la ruta de su virtual publicación una vez se haya completado el dibujo de tales microsistemas, pero, naturalmente, no voy a perder un segundo en exponer el detallado fruto de esta maduración personal, pues la mies es mucha, los operarios pocos y lo que urge es dar ejemplo con los hechos —que hablarán, metodológicamente, por sí mismos, sin necesidad de discurso alguno—, esto es, comenzar a poner en letra de molde el ordenado desfile de ese cúmulo de materiales, que podrán llegar a ser algo más, según el camino en el que ya he comenzado a moverme (véase atrás 4-2) y en el que, así cabe esperarlo, otros investigadores podrían participar (siempre con orden y concierto).

 

IV

    7. Apertura epistolar: un ejemplo

    Además de correspondencia con diversas personas interesadas en obtener fotocopia de cartas recibidas por Dámaso Alonso (labor que, en un momento dado, cuando Dª Eulalia no podía ya atenderla, me fue encomendada), alguna vez, como parte de mi propio movimiento de trabajo, tuve la iniciativa de dirigirme a algún estudioso con propósito de ayuda científica en un cierto sentido. Por ejemplo, le envié a un par de colegas fotocopia de páginas de libros suyos anotadas por nuestro autor y cosas parecidas (remito a 9 para la presente línea informativa). Ahora, sin embargo, quiero limitarme a la única carta escrita por mí directamente relacionada con el núcleo investigador del presente trabajo. Me refiero a la que, con fecha de 2 de junio de 1992, le dirigí, muy espontáneamente (se nota en el propio estilo), al gran estudioso Joan Corominas (no hubo respuesta por su parte), desgraciadamente ausente ya de entre nosotros (†1997). He aquí el susodicho texto epistolar manuscrito:

Estimado colega:

Estoy trabajando con materiales de archivo de Dámaso Alonso, con la idea de ir publicando en los próximos años cosas de gran interés que he ido encontrando [y hallando] tras persistentes y metódicas búsquedas [generales, las más, o específicas] (desde hace un año; pero aún me queda mucho por ver). En alguna de sus cartas a Dámaso, le habla Ud. de que un discípulo suyo había traducido al español la reseña que [Max Leopold] Wagner había publicado a su dcelc y sugería Ud. fuese utilizada (la posibilidad de que en algún folleto que Gredos hiciese en torno a su obra [fuera reproducida]). ¿Recuerda Ud. si Gredos llegó a hacer ese folleto o si la reseña de Wagner llegó a publicarse, en español, en alguna revista? En Gredos no han podido hallar nada de ese real o proyectado folleto ni, por supuesto, se acuerdan para nada de lo de Wagner (traducción de su reseña, etc.). || Una de las primeras cosas que me gustaría publicar de Dámaso —aunque como «material» más que como artículo acabado (pues él no lo consideraba acabado)— es un trabajo sobre la etimología de cuenda, trabajo del que habló con Ud., etc., hace muchos años... Seguramente lo enviaré a rfe [no lo he preparado todavía]. Hay mucho material de filología románica y de lingüística general de Dámaso aprovechable y de gran interés. Iré, sin prisa y sin pausa, sacándolo adelante. || También posee gran interés científico-etimológico lo poco que he visto de la correspondencia entre ustedes dos. Aquí, naturalmente, no voy a hacer nada en términos de publicación, pues se trata de algo privado (para mí, sagrado). Pero, en el caso de que Ud. tuviese interés o lo considerase oportuno, cabría más adelante elaborar algo científico con pasajes de la correspondencia exclusivamente científicos y sin referencias a entidades o personas; algo así como sacar la quintaesencia científica de ese epistolario, mezcla de lo humano y lo científico. Lo que ocurre es que yo no cuento con fotocopia de las cartas que Dámaso le envió a Ud., es decir, con la otra cara de la moneda. || Le informo de todo esto porque veo que hay un material de enorme interés científico con el que se podrían hacer cosas positivas para la historia de la ciencia en nuestro medio (y, en general, en el mundo) y, ante la responsabilidad que ello acarrea, prefiero ir con mucho cuidado y respeto para no dar un paso en falso. ¿Qué le parece a Ud. todo esto?¿Podría Ud. enviarme a mí, o a Dª Eulalia Galvarriato, fotocopia de las cartas de Dámaso? Agradeceré cualquier sugerencia y, por supuesto, en las cosas que le afecten se hará literalmente lo que Ud. diga.

Un saludo cordial […].

 

    8. Un paso necesario: autorización por escrito...

    Aunque en forma oral contaba con el asentimiento reiterado de Dª Eulalia Galvarriato para manejar con entera libertad los materiales de Dámaso Alonso y publicar, en la mejor forma posible (y desinteresadamente por ambas partes, vale decir, sin percepción material alguna: solo un número determinado de ejemplares de la edición; esta, a su vez, limitada, muy modesta), lo que fuese preparando, fui dejando año tras año, ocupado en tareas más científicas, el asunto del permiso, para dichos menesteres, firmado por ella. Un día me lo planteé, se lo dije y me sugirió que redactase yo mismo el texto, pues me había escuchado innumerables veces la idea que yo tenía de cómo debían enfocarse estas cuestiones científicas. Creo que lo redactado por mí representa muy fielmente el discurso ético y metodológico transparente a lo largo de estas páginas y en otros lugares (véase, por ejemplo, la serie epistolar mencionada en 1). Así que ya solo me falta, para dejar bien acabado el trabajo, reproducir la susodicha autorización:

Por el presente escrito autorizo al Dr. D. José Polo, de la Universidad Autónoma de Madrid, a publicar los materiales científicos [en sentido lato, cual corresponde a las líneas maestras, siempre integradoras, de los escritos damasianos: lo nuclearmente intelectual en su entorno vivo...] de Dámaso Alonso, bien bajo el título genérico Materiales de archivo de Dámaso Alonso, o similar, bien con títulos o subtítulos más próximos a los contenidos específicos del volumen de que se trate, de manera que a través de la nominación del libro (o artículo, etc.) pueda deducirse el grado de elaboración de los materiales publicados y puedan ser, de este modo, entendidos así por el estudioso que los consulte.

Firmado en Madrid, a 24 de octubre de 1996.

Eulalia Galvarriato García,

viuda de Dámaso Alonso

[omito el dato del número del dni]

[y aquí, debajo, firma y rúbrica].

 

   9. Final

    A través de los varios epígrafes con los que he estructurado las presentes notas hemos podido recorrer, en distintas direcciones, los caminos y veredas del «microcosmos» implícito en la intrahistoria de la configuración cual archivo científico, en cierne todavía, de los materiales filológicos, en sentido lato, de Dámaso Alonso. Pero, al menos teóricamente, cabría ahora plantearse la posibilidad de hacer el recorrido externo, vale decir, el de las idas y vueltas, desde el mundo exterior, de tal universo virtualmente científico: personas que solicitaban a Eulalia Galvarriato (y ella me encargaba esos menesteres por no hallarse en condiciones físicas de atenderlos) fotocopia de cartas recibidas por nuestro autor de diversos estudiosos o poetas o...; en fin: fotocopia de este o aquel documento, comprobación de la existencia o no de un texto dado; he facilitado multitud de pistas, además de la consulta de materiales en el lugar donde se encuentran (siempre, naturalmente, con la aquiescencia de Dª Eulalia Galvarriato), para una importante bibliografía, que acaba de publicarse (Gredos, Madrid, 1998), de los trabajos de Dámaso Alonso. Pero nada de esto es imprescindible para comprender el hecho del nacimiento, desarrollo y necesario proceso editorial de los susodichos materiales damasianos. Por otra parte [añado al corregir pruebas], dado que mi labor, en ese entorno, ha continuado tras el fallecimiento de Eulalia Galvarriato, sin que pueda contarse todavía con una información precisa, objetivable milimétricamente, acerca de la naturaleza, calidad y cantidad de los consabidos materiales, no parece prudente ocuparse en este momento de lo que podríamos denominar «la ruta externa». Habrá ocasión en el futuro de volver, para desarrollarlas, sobre algunas de estas realidades, de estas ideas. Dejo, pues, satisfactoriamente instalado, con el presente artículo, «interno», el mecanismo de salida, ordenada y bien compuesta, de los materiales científicos del maestro Dámaso Alonso. Su voz no se apagará...