NOTAS SOBRE EL LÉXICO DE LAS VERSIONES LATINAS DEL CANTAR DE LOS CANTARES

Victoria Eugenia Rodríguez Martín

Universidad de Málaga

 

    Las modificaciones que se producen en el vocabulario de las versiones latinas (Vetus Latina y Vulgata [1]) del Cantar de los Cantares constituyen el objeto de nuestro estudio. Basándonos en el proceso léxico de «pérdida-sustitución-posible cambio de sentido», al que alude Väänänen, seguiremos para las causas de las quiebras léxicas el esquema del mencionado autor, que habla de factores psíquicos (A), sociales (B) y étnicos (C)[2].

    A) El escaso contorno de algunas palabras, sobre todo las que conllevan un sentimiento o juicio subjetivo, suele ser la razón para que éstas den paso a otras expresiones de mayor fuerza[3].

    ire-vadere: En la Vulgata (en adelante=Vg) están ausentes las formas monosilábicas de ire; concretamente, en el Cantar de los Cantares (en adelante=Cant.) de la Vg no hay ninguna forma de ire, mientras que en la Vetus Latina (en adelante=VL) aparecen sólo dos ejs. con el verbo ire: ibo (VL, 3,2) / circuibo (Vg 3,2), ibo (VL 4,6) / vadam (Vg 4,6). Como vemos, la Vg prefiere formas de mayor contorno léxico como vadere o los compuestos de eo : abeo (1,7; 2,11; 5,17), transeo (2,11; 5,6), circumeo o circueo (3,2; 5,7), pertranseo (3,4), ambio (3,7).

    esse, edere-comedere, manducare: Falto de expresividad cada vez más, esse «comer», y después edere, verbo irregular y sin volumen, se encuentra con que le hace la concurrencia desde el latín antiguo la forma con prefijo verbal comedere, y más tarde, también manducare, que convivían en el bajo latín. En el Cant. de la Vg aparecen tres ejemplos con comedere, mientras que la VL ofrece dos con manducare y uno con edere: comedat (Vg 5,1)/ maducet (VL 5,1), comedi (Vg 5,1)/ manducavi (VL 5,1), comedite (Vg 5,1)/ edite (VL 5,1).

    ferre-gerere-portare: El verbo portare, en su origen «transportar», triunfa finalmente gracias a su sentido más concreto y a su forma más corpulenta; además, sobre todo con relación a ferre, su flexión era más regular. Aparece verbo ferre una vez, en la forma del perfecto, en el Cant., tanto de la Vg como de la VL: tulerunt (5,7). Tenemos, además, los compuestos de ferre, proferre y adferre: protulit (VL y Vg 2,13), adfert (Vg 8,1 l). Observamos, por tanto, una preferencia por los compuestos ante los verbos de poco volumen.

    loqui-fabulari (fabulare), «hablar». Se dan las mismas razones de sustitución que para ferre-portare (además, loqui era poco popular por su flexión deponente).

    En el Cant. de la VL y de la Vg no encontramos, sin embargo, ejemplos de fabulari, pero sí del clásico loqui: loquitur (Vg 2,10), locutus est (Vg 5,6), loquetur (VL 8,8).

    equus-caballus: Siendo en su origen «caballo de trabajo» o «caballo castrado», caballus sustituyó a equus, al principio con un matiz peyorativo de «rocín», a partir de Varrón y sobre todo en la época imperial; después «cualquier caballo». Por el contrario, equa «yegua» resiste, por tratarse, en cierto sentido de término técnico. El único ejemplo en el Cant. lo tenemos en la VL: equae meae (1,8).

    os-bucca: Sólo aparece una vez en ambas versiones os, palabra de volumen, en su forma de genitivo: oris (VI, y Vg 1,l).

    Dentro de este campo semántico podemos citar las palabras faux (en VL) y guttur en la Vg con el sentido de «paladar», gutturi meo (Vg 2,3)/ in faucibus meis (VL 2,3), guttur (Vg 5,16)/ fauces (VL 5,16), guttur (Vg 7,9)/ faux (VL 7,9).

    caput-testa, «cabeza»: Testa aparece como sinónimo de caput a partir, del siglo IV. Sin embargo, el Cant. de la VL y de la Vg sólo ofrece la forma clásica caput; caput (VL y Vg 5,2,11), capitis (VL y Vg 7,5), caput (Vg 7,5).

    parvus-minutus, modicus «pequeño»: Parvus va declinando en latín tardío; no obstante, en el Cant. aparece la forma parva (VL y Vg 8,8). En cuanto a los diminutivos de este adjetivo encontramos en el Cantar los siguientes: parvulas (Vg 2,15)/ pusillas (VL 2,15).

    pulcher-formosus: En el Cant. hay variedad de formas para indicar «lo bien hecho» o «bello». La más vulgar parece ser formosus. Su distribución es la siguiente: la Vg emplea catorce veces las formas de pulcher, dos veces formonsa, tres veces las formas de decorus, una vez suavis y una vez speciosa; la VL presenta cinco veces decora, cinco veces las formas de speciosus, cinco veces las formas de formosus, cuatro veces, las de pulcher, y dos veces bona.Observamos, por tanto, más uniformidad en la Vg (que emplea con frecuencia el clásico pulcher) que en la VL. Los ejs. son éstos ( el orden es Vg-VL): formonsa-decora (1,4), pulchra-decora (1,7), pulchrae-speciosae (1,9), pulchra-bona (1,14), pulchra-bona (1,14), pulcher-formosus (1,15), decorus-pulcher (1,15), formonsa-speciosa (2, 10), speciosa (Vg 2,13) , decora-pulchra (2,14), pulchra-formosa (4, l), pulchra-formosa (4,1), speciosa (VL 4,3), pulchra-formosa (4,7), pulchrae-decora (4,10), pulchriora-decora (4,10), pulchra-formosa (6,3), decora-pulchra (6,3), pulchra-speciosa (6,9), pulchri-speciosi (7,1), pulchra-pulchra (7,6), suavis-decora (7,6).

    imber-pluvia: La primera parece la forma más clásica; la segunda es la que ha sobrevivido en romance como «lluvia» : imber (Vg 2,11)-pluvia (VL 2,11)

    B) A veces, el prestigio de un :grupo social determina la implantación de algunos términos en lugar de otros.

    No obstante, poco nutrido de ejemplos de modificación o innovación léxica quedan este apartado y el siguiente.

    verbum-parabola (dentro del campo de 'religión, erudición') «comparación», «parábola» (en latín eclesiástico), luego «palabra», «discurso», extensión de sentido debido al uso de parabola que hacen los traductores de la Biblia. En el Cant. hay un ejemplo: exivit anima mea in verbo eius «mi alma se me salió al eco de su voz (en su palabra)» (VL 5,6).

    C) Las innovaciones léxicas que vienen de fuera pueden ser préstamos directos o calcos.

    En latín, los préstamos más antiguos son de origen itálico (sobre todo osco-umbro) y de origen griego. Unos y otros han sido incorporados en gran parte al habla cotidiana.

    Préstamos griegos antiguos: por ejemplo, brac(c)hium «brazo» Pone me..., ut sigillum in brachium tuum/Pone me ... ut signaculum super brachium tuum «Ponme... como un sello en tu brazo» (VL y Vg 8,6), corona/diadema «diadema» et videte regem Salomonem in corona/in diademate «ved al rey Salomón con la diadema» (VL y Vg 3,11), lampas (lampada) «antorcha, lámpara», alae eius, alae ignis et flammae/lampades eius lampades ignis atque flammarum «sus brasas, brasas de fuego y llamas» (Vg 8,6), petra (en concurrencia con saxum) «piedra, roca» in tegumento petrae/in foraminibus petrae «en las grietas de la roca» (VL y Vg 2,14).

    Préstamos bárbaros: celtas serían, por ejemplo, carrus y carrum «carro de cuatro ruedas» (desde Sisenna; panrománico), en contraposición a la forma clásica que aparece en el Cantar, currus: in curribus (VL y Vg 1,8), currus (VL 6,11).

    Otros aspectos léxicos centrarán nuestra atención en los siguientes apartados.

    A) Derivación [4]

    1) Sufijos nominales.

    -tor (-sor), -trix. Sirve para formar nombres de agente. Ej. en el Cant.: genetrix «madre, la que concibe» genetricis meae; genetrix tua (Vg 3,4; 8,5), genetrici suae (VL y Vg 6,8).

    -arium. Nombres de recipientes o de espacios donde se conserva tal o cual cosa, y sus congéneres. Ej. en el Cant., cellarium: Introduxit me rex in cellaria sua «introdújome el rey en su gabinete (en sus habitaciones)» (Vg1,3).

    -aria. Nombres de oficio o de comercio obtenidos por elipsis de grupos. En el romance, este sufijo designa más en especial una cantidad de algo determinado o el lugar donde se encuentra en cantidad. Ejs. en el Cant.: laquearia (Vg 1,16)/ lacunaria (VL 1,16) «techo artesonado».

    -men, -mentum. En su origen, -men es un sufijo instrumental para derivados de verbos, con el que -mentum forma a menudo un doble uso; los dos sufijos designan el producto o el resultado de una acción. Ejs. en el Cantar: vestimentum «vestido», vestimentorum (VL 4,10) (Vg y VL 4,1l), capillamentum «cabello» (VL 6,4).

    -itia. Siempre vivo, pero poco productivo. Ej. en el Cant. de la Vg: laetitia «alegría, gozo» in die laetitiae cordis eius «en el día del gozo de su corazón» (3,1l).

    -ura. Sufijo que se injerta sobre todo en adjetivos verbales en -tus, -sus, -a-um y en el sufijo -us, gen. -us, al cual hace la concurrencia. Ejs. en el Cantar: armatura «armadura» y, aquí, «hombres armados» (Vg 4,4), capillatura «cabellera» (VL 4, l).

    -osus. Sufijo muy popular; indica sobre todo abundancia de una sustancia o característica. Ejs. en el Cant.: formonsa (Vg 1,4; 2,10), formosus (VL 1,15), formosa (VL 4, 1; 1,7; 6,3), speciosa (Vg 2,13) (VL 2,10; 4,3; 6,9), speciosae (VL 1,9), speciosi (VL 7,1)[5].

    -bilis. Se añade a los temas verbales para indicar la posibilidad pasiva; adquiere como consecuencia un valor instrumental. Ejs. en el Cant.: desiderabilis «deseable« (Vg 5,16), terribilis «terrible» (Vg 6,3,9).

    -eus. Para adjetivos que indican materia. Por ejemplo, encontramos en el Cant. los siguientes: aureus «de oro,dorado» (Vg y VL 3,10; 5,14,15), argenteus «de plata,plateado» (Vg y VL 3,10) (Vg 8,9,11l), purpureum «de púrpura, purpúreo» (Vg 3,10).

    -ulus, -culus,-a-u,(c)ellus-(c)illus,-a-um. Sufijos diminutivos. Además de expresar la pequeñez, el diminutivo posee un valor de afectividad, cariñoso la mayor parte de las veces. Muchos diminutivos, gracias a la expresividad del sufijo y a menudo también por vía de metáfora o de metonimia, adquieren acepciones técnicas. Los ejemplos en el Cant. son los siguientes: capreolae (VL 8,14), areola (Vg 5,13; 6,1), pusillas (VL 2,15), parvulas (Vg 2,15), cubiculum (VL 1,3) (Vg y VL 3,4), tabernacula (Vg y VL 1,4) (VL 1,7), miraculum (VL 6,9), poculum (VL 8,2), receptacula (VL 8,9), resticula (VL 4,3; 6,5), ferculum (Vg 3,9), signaculum (Vg 8,6) (Vg y VL 8,6), lectulus (Vg 1,5; 3,1) (Vg y VL 3,7), macula (Vg 4,7), diluculum (Vg 6,9 ;7,12), propugnacula (Vg 8,9), murenulas (Vg 1,10). Cabría hacer una pequeña distinción en esta serie de ejs.: sustantivos derivados de sustantivos (capreola, areola, cubiculu, tabernacula, miraculum, poculum, receptacula, resticula, ferculum, signaculum, lectulus), sustantivos derivados de verbos (macula, diluculum, propugnacula, abstractos verbales en -culo-), adjetivos derivados de adjetivos (pusillas, diminutivo), adjetivos derivados de verbos (parvulas, murenulas, adjetivos verbales activos en -ulo-)

    2) Sufijos verbales

    Permanecen fecundos los sufijos con vocal temática acentuada, sobre todo -are e -ire, por ej.: ordo-ordinare (Vg 2,4), corona-coronare (VL y Vg 3,11), vulnus-vulnerare (Vg 4,9,9) (VL y Vg 5,7), pulsus-pulsare (VL y Vg 5,2), laus-laudare (VL y Vg 6,8), germen-germinare (Vg 6, 10).

    B) Composición[6]

    Son especialmente interesantes los verbos compuestos. Sería largo, pensamos, detallar dentro de esta visión general del léxico todos los verbos compuestos que aparecen en el Cant., así como especificar los de igual raíz. Nos vamos a detener solamente en la comparación de las versiones en cuanto a verbos simples/verbos compuestos.

    Al comparar las dos versiones, en relación al empleo de verbos simples/verbos compuestos, obtenemos los siguientes datos. En siete ocasiones la Vg utiliza un verbo y la VL un compuesto suyo (todos los ejemplos aparecerán en este orden Vg-VL): trahe/attrahe (1,3), surga/exsurgam (3,2), surge/exsurge (4,16), fluant/profluant (4,16) , surrexi/exsurrexi (5,5), stillaverunt/distillaverunt (5,5), ducam/inducam (8,2); en cuatro ocasiones ocurre al contrario, es decir, es la Vg la que emplea un compuesto del verbo que aparece en la VL: pertransissem/transivi (3,4), comedite/edite (5,l), deosculer/osculabor (8,l), tradidit/dedit (8,11). Por otro lado, la VL emplea a veces la forma del perfecto de fio en lugar de las formas de sum: sunt/factae sunt (1,9), es/facta es (7,6).

    C) Cambios de sentido

    1) Estrechamiento del sentido o especialización del uso.

    mittere «dejar marchar»,«meter»,«añadir»,«echar». En el ej. que aparece en el Cant. tienen el sentido de «meter»: misit manum (VL y Vg 5,4)

    manere «permanecer», sentido especial «pasar la noche» y «habitar». Un ej. en el Cantar: annuntia mihi ... ubi manes in meridie (VL 1,6), aparentemente con sentido clásico.

    2) Ampliación de sentido o generalización de uso.

    stare «estar en pie», «estar inmóvil», «estar». En el ej. que aparece en el Cant. de la Vg parece tener el sentido clásico: en ipse stat post parietem nostrum «he aquí que (vedle que ya) se para detrás de la pared nuestra» (2,9).

    D) Otros cambios observados de una versión a otra

    De la comparación de las dos versiones, VL y Vg del Cant. obtenemos los siguientes datos en relación a los cambios léxicos: fraglantia-odor (1,2), nigra-fusca (1,4), collum-cervix (1,9; 4,4; 7,4), campum-campum (2,1), camporum-agri (2,7; 3,5), apparuerunt-visi sunt (2,12), lectulo-cubili (3,1) , armatura fortium-iacula potentium (4,4), macula-reprehensio (4,7), punicorum-granatorum (4,13; 7,12) , veni-ingressus sum (5,1), corvus-corax (5,11) , aurora-diluculum (6,9), piscinae-stagna (7,4), homo-vir (8,7), fac me audire-insinua mihi (8,13).

    Parecen más vulgares los siguientes términos y expresiones: odor, nigra, collum, campum, apparuerunt, lectulo, armatura fortium, macula, granatorum, veni, corvus, aurora, piscinae, homo, fac me audire; en esta ocasión sólo dos pertenecen a la Vetus Latina.

    D) Influjo semítico (hebreo y arameo) sobre el latín bíblico[7]

    El influjo semítico en las traducciones latinas de la Biblia abarca varios campos, como lo abarcan también el influjo griego y el de la lengua popular. Nos ocuparemos del campo léxico, dejando el campo sintáctico-estilístico para otro momento, ya que requiere su propia y separada atención.

    En el terreno léxico entran, por una parte, los préstamos y calcos léxicos, y por otra, los calcos semánticos pasados al latín de la Biblia.

    Préstamos léxicos. Pueden ser nombres propios y nombres comunes.

    En cuanto a los nombres propios, frecuentísimos en la Biblia, hay que atender a las reglas fonéticas según las cuales han pasado al latín. En concreto, nuestro interés se va a centrar en la terminación, con respecto a la cual hay que señalar que normalmente se transcriben en su forma hebrea y aramea y que, por lo tanto, se consideran y son tratados como indeclinables; pero otras veces, los terminados en «l» y en «n», o siguen la tercera declinación, presentando las formas de los distintos casos, como, por ej., Salomon: Salomon (VL y Vg 3,9), Salomonem (VL yVg 3,11) Salomonis (VL y Vg 1,4; 3,7), Sa1omoni (VL 8,11)/ Pacifico (Vg 8,11), Salomoni (VL 8,12)/Pacifice (Vg 8,12), junto a formas a veces indeclinables, o sólo tienen algunos casos, como Israel, que sólo tiene genitivo y dativo: Israhel (Vg 3,7)/Israel (VL 3,7), Israel (VL 3,10) /Hierusalem (Vg 3,10). Los terminados en «a» y en «am» son unas veces declinables y otras, indeclinables. Lo mismo sucede con los terminados en «as». A veces pueden aparecer en forma hebrea, indeclinable, como Hierusalem, o en forma griega, Hierosolyma, con declinación heteróclita, Hierosolyma-ae, Hierosolyma-orum. En el Cant. aparecen los siguientes ejs.: Hierusalem, en la Vg /Jerusalem, en la VL (1,4; 2,7; 3,5; 6,3; 8,4), Hierusalem (Vg 3,10)/Israel (VL 3,10), Hierusalem (Vg 5,8,16 ).

    En cuanto a los nombres comunes, cabe señalar que algunos, al pasar al latín, han conservado su forma original y son por tanto indeclinables. Otros nombres hebreos han pasado al latín a través del griego en forma latinizada, como los adjetivos patronímicos o gentilicios, que indican pertenencia a un lugar o a una nación, y que terminan o en -aeus y siguen la correspondiente declinación latina, o en -ites (o en -ita), y siguen generalmente la primera declinación y a veces la tercera, o en -itis, -itidis. que son todos femeninos, como por ejemplo los que encontramos en el Cant. de la VL y de la Vg : Sulamitis (Vg 6,12)/Sunamitis (VL 6,12), Sulamiten (Vg7,1)/Solamitide (VL7,1)(Sunamitis-idis: Sunamita de Sunán, en Palestina. Sulamitis, Sulamiten y Solamitide parecen formas rehechas sobre Salomon por su relación con él).

    Calcos léxicos. En el campo de los calcos léxicos hebreos habría que estudiar en qué medida y hasta qué punto ha influido el hebreo (y el arameo) en la formación de preposiciones delante de adverbios del tipo a foris, ab intus, de foris, etc., y de las preposiciones dobles del tipo de ab ante, ad trans, de post, etc.

    Estas composiciones o aglutinaciones de origen popular han tenido gran importancia para las lenguas romances. Parece conveniente tratar en estudio aparte los adverbios y preposiciones.

    Calcos semánticos. Algunos o muchos de los significados nuevos que tienen en la Biblia latina las palabras latinas usuales y los de las nuevas, propias de estas versiones, han podido pasar, y sin duda muchos han pasado al lenguaje bíblico a través de la versión griega de los Setenta o a través del griego del N.T., pero muchísimas veces el origen y hasta la fijación del nuevo sentido se remonta al texto hebreo y arameo.

    E) Términos destacables del Cantar de los Cantares

    A continuación vamos a entresacar una serie de palabras del Cant., tanto de la Vg como de la VL, de las que resta algo que señalar en relación al léxico.

    anima. En la lengua clásica el sustantivo anima, equivalente semántico del griego yuch, cuyo influjo ha sufrido, significa «soplo», «aire»; «soplo de vida»; «alma»; «alma de los muertos». En la Biblia latina anima es un término frecuentísimo, ya que aparece más de novecientas veces en la Vg , que incorpora , por una parte, los significados del hebreo nefes, y por otra, los del griego yuch. Muchas de sus acepciones coinciden con las del latín clásico; pero otras son propias de la Biblia. Estas dependen directamente del hebreo nefes, o del hebreo a través del griego de los Setenta, o del griego del N.T.[8]

    En los ejs. que aparecen en el Cant., tenemos por un lado el giro propio de latín bíblico de anima con posesivo equivalente a pronombre personal, en este caso de primera persona: quem diligit anima mea (Vg) «al que ama mi alma», «al que yo amo» quem dilexit anima mea (VL) «al que yo amé» «mi amor» (1,6; 3,1,2,3,4).

    En otras dos ocasiones tiene el sentido clásico: (VL y Vg 5,6) (Vg 6,11).

    cor. Normalmente «corazón» en latín clásico. Recibe nueva acepción en la Biblia como «sede de la vida espiritual del hombre».

    En el Cant. encontramos los siguientes ejs. con este término: cor (VL y Vg 4,9,9; 5,2; 8,6), cordis (VL y Vg 3,1 l).

    murra (o myrrha). Aunque la palabra myrrha, del hebreo mor, del griego smyrna, junto con el árbol que la produce fueron conocidos por los autores clásicos latinos, no obstante, fue la Biblia latina la que la transmitió a las lenguas románicas, entre ellas el castellano, sobre todo a través del relato de los Reyes Magos. En el Cant. aparecen bastantes ejs., tanto en la Vg como en la VL: murrae (Vg l,12), murrae (Vg 3,6)/ myrrha (VL 3,6), murrae (Vg 4,6)/ myrrhae (VL 4,6), murra (Vg 4,14)/ myrrha (VL 4,14), murram (Vg 5,1,13)/ myrrham (VL 5,1,13), murra (Vg 5,5)/ myrrham (VL 5,5) / murra (Vg 5,5)/ myrrha (VL 5,5).

    caritas (o charitas). El término caritas aparece en la Vg unas ciento tres veces y hereda los significados del hebreo ahabah y del griego agaph. En latín clásico caritas significa, «alto precio», «aprecio», «afecto», «ternura», «amor». En el N.T. caritas es la entrega total y generosa de uno mismo a Cristo y a los demás. En el Cant. aparece con el sentido de «amor», y a veces, en concurrencia con dilectio: caritatem (Vg 2,4)/ dilectionem (VL 2,4), charitatem (VL 3,5), caritate (Vg 3,10)/ charitatem (VL 3,10), charitate (VL 5,8), charitas (VL 7,6), dilectio (Vg8,6)/ charitas (VL 8,6), dilectione (Vg 8,7)/ charitate (VL 8,7). Dilectio, por su parte, aparece además en otros ejemplos: dilectionis (VL 2,5), dilectionem (VL 2,7; 8,4).

    dilectio. Es un neologismo cristiano, «dilección». La lengua latina clásica usaba el verbo diligere, pero no el sustantivo dilectio. En la VL, dilectio y caritas se reparten el campo semántico del griego agaph .En la Vg es más frecuente caritas que dilectio. Dilectio significa siempre «amor», «afecto».

    pax. El término pax, existente en la lengua clásica con la acepción de «paz»=«ausencia de guerras» y de «tranquilidad», «calma» en sentido figurado, puede considerarse como término bíblico en el sentido de que la pax anunciada por la Biblia - salom en hebreo, eirene en griego -, y sobre todo por el N.T. difiere sustancialmente del concepto clásico y profano: la «paz» en el N.T. es la tranquilidad espiritual del creyente que se sabe salvado por Cristo. El ej. que aparece en el Cant. parece no sobrepasar las fronteras del sentido profano: quasi pacem repperiens (Vg 8, 10)/ tanquam inveniens pacem (VL 8,10)

    paradisus (+)[9] En la Biblia latina la palabra paradisus, del griego paradeisos, del hebreo pardes que a su vez la tomó del persa, significa: 1) el jardín del Edén, o paraíso terrenal; 2) el cielo, o paraíso celestial. La lengua clásica desconoce esta palabra, y la idea. En el Cant. la encontramos una vez con la acepción de «jardín» o «huerto», tanto en la Vg como en la VL : paradisus (VL y Vg 4,13)

    offusco (+) «oscurecer», «manchar», «marchitar»: nolite aspicere me quia offuscata sum «no os fijéis en que estoy morena» (VL 1,5)

    calcaneum (+) «talón»: in calcaneis gregum «tras de los rebaños o pisando los talones» (VL 1,7)

    quoadusque (+) adverbio, «hasta que, mientras»: quoadusque rex est... (VL 1,11) quoadusque ipsa velit (Vg 2,7)

    dilectio (+) «amor» : quia fortis est ut mors dilectio «porque es fuerte el amor como la muerte» (Vg 8,6) si dederit homo omnem substantiam domus suae pro dilectione «si alguien diera todos los bienes de su casa por el amor» (Vg 8,7)

    praemunitio (+) sentido clásico, «preparación», «precaución o cautela oratoria»; sentido cristiano, «protección». En el Cantar tenemos el segundo de los sentidos: tu columba mea in tegumento petrae, iuxta praemunitionem «tú paloma mía en las grietas de la roca, en escondrijo» ( VL 2,14)

    odorificatus (+) «perfumado»: odorificata myrrha (VL 3,6)

    pertranseo (+) «pasar a lo largo, a través de, por medio»: cumpertransissem eos (Vg 3,4) transibis et pertransibis (VL 4,8)

    dealbo (+) «blanquear», «enjabelgar»; «purificar» en sentido cristiano. Probablemente tenga este último sentido en el Cant.: quae ascendit dealbata (VL 8,5)

    substantia (+) «sustancia», «ser», «existencia», «esencia»; «fortuna», «hacienda», «bienes»: sentido cristiano. En el Cantar tiene este último sentido: si dederit homo omnem substantiam domus suae... ( Vg 8,7)

    En fin, la rigurosa literalidad unida a la preferencia por el uso de la lengua popular caracterizan a la VL; lengua de traducción para una obra destinada al pueblo. Fidelidad al texto original, pero no literalidad extrema, claridad y elegancia son características de la versión de Jerónimo.Y es el propio Jerónimo quien defiende la originalidad de la lengua de la Biblia, distinguiéndola tanto de la lengua clásica, como de la lengua hablada.

    Terminaremos estas breves notas diciendo que el latín bíblico, y sobre todo el de la Vetus, es esencial para acercamos al estudio del latín vulgar. Y es que la evolución de la lengua latina desde el siglo II hasta el nacimiento de las lenguas romances no se entiende sin el latín bíblico, pues en el contenido y la lengua de la Biblia han pasado filtradas a las lenguas europeas, y especialmente a las romances formas de civilización hebrea, griega y romana, mezcladas y fundidas con la cristiana[10].

 

NOTAS

[1] Para la Vulgata hemos utilizado la edición crítica de R. Weber Biblia Sacra iuxta Vulgatam versionem, II, Stuttgart 1975, 2 vols. pp. 997-1002. Para la Vetus Latina seguimos la edición de P. Sabatier, Bibliorum Sacrorum latinae versiones antiquae, Reims 1743 (reimpr. Turnhout 1981), pp. 374-388

[2] V. Väänänen, Introducción al latín vulgar, Gredos, Madrid, 1975, pp. 127-140.

[3] Para el orden de las entradas léxicas seguiré a Väänänen, o.c.

[4] Cf. V. Väänänen, o.c., pp.140-152

[5] Vid. supra pulcher-fomosus

[6] Cf. V.Väänänen, o.c., pp. 159-162

[7] Para aproximarnos al estudio de este tema seguimos a O. García de la Fuente, «Consideraciones sobre el influjo hebreo en el latín bíblico», Eremita XLIX  (1981), pp. 309-315.

[8] Cf. 0. García de la Fuente, «Anima en la Biblia latina», Helmantica XXIX  (1978), pp. 5-23

[9] (+) Término cristiano: Entendemos las palabras usadas por primera vez por los cristianos o los significados nuevos aportados por la lengua cristiana a los vocablos ya existentes. Vid. 0. García de la Fuente, «Consideraciones sobre...», l.c.

[10] Cf. 0. García de la Fuente, «Consideraciones sobre... », l.c.