EL LÉXICO RELIGIOSO EN LOS DICCIONARIOS ACADÉMICOS:

Lematización, marcación terminológica y

semejanzas (de Covarrubias al DRAE de 1992)

Francisco José Sánchez García

Universidad de Granada

 

 

    I. Introducción

    1.1. Importancia del campo léxico de la religión

    Con el presente trabajo [1], nos proponemos realizar una investigación sobre el tratamiento de la terminología religiosa en los diccionarios académicos, y precisamente nos centramos en los términos religiosos por un motivo básico: el incorrecto trato que la lexicografía – una disciplina que pretende ser científica – ha deparado a estos vocablos. Muchos autores han puesto de relieve que los diccionarios académicos [2] han mostrado un carácter claramente confesional y no científico en lo relativo a estas voces, pues las «verdades de la fe« se han mostrado en estos repertorios lexicográficos como verdades objetivas. Es por ello que interesaría especialmente un estudio pormenorizado y sistemático de este léxico, sobre todo si ese análisis se aborda no sólo desde un punto de vista lexicográfico estricto, sino también ideológico y /o cultural, aunque en este trabajo, por razones de espacio, no entramos de lleno en esta cuestión.

    Pretendemos obtener un estudio profundo de análisis de la terminología religiosa en su doble dimensión; por ello, examinaremos las voces religiosas en su uso terminológico, y también en su uso común o estructurado [3].

 

    1.1.1. Estado de la cuestión

    Debemos dejar de manifiesto en este punto la escasez de estudios sobre la terminología religiosa en los diccionarios académicos. De los pocos investigadores que se han dedicado al estudio de estas cuestiones, destaca el filólogo francés Robert Jammes [4], autor del artículo «Lexicografía e ideología. Un diccionario que va a misa», donde se aborda el asunto que presentamos de una manera amena e interesante, aunque el carácter divulgativo siempre conlleva una serie de lastres, ya que el artículo no busca ser completo en cuanto a la elección de ejemplos de terminología (el autor reconoce elegir términos al azar para analizar la marcación y el modo de proceder de los responsables del DRAE en cuanto a las definiciones) y resulta poco sistemático. De todas formas, y sin olvidar la línea crítica iniciada por Jammes, pretendemos hacer notar en nuestra investigación la falta de criterio que los diccionarios académicos han manifestado en lo que a las voces religiosas se refiere, pues en ellos suele escasear la marca de lenguaje terminológico, y las definiciones no acaban de alcanzar (aún en el DRAE de 1992) [5] la objetividad que la ciencia lexicográfica exige. No obstante, con nuestra investigación intentaremos exponer con claridad, y lo más sistemáticamente posible, la situación de este sector léxico a través de una serie de diccionarios escogidos, cuya elección responde a razones netamente prácticas, como veremos.

 

    1.2. Materiales

    Para el desarrollo de nuestra investigación, hemos partido de una relación de términos religiosos seleccionados por Mª Ángeles Pastor Milán e Isabel Correa – ya que no podemos partir de los vocablos que la Real Academia marca con Rel. en su DRAE de 1992-, términos que hemos tratado de localizar en tres diccionarios representativos: el Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias – primer diccionario monolingüe en español- , el Diccionario de Autoridades – primer diccionario académico- y el DRAE de 1992 – último diccionario de la RAE en soporte electrónico -, a fin de lograr una visión general del tratamiento de esta terminología en paralelo al desarrollo de la lexicografía española institucional.

    En nuestro estudio, estos tres diccionarios nos servirán a la vez como instrumento y como objeto. Por esta razón, detallemos cuáles son sus características cardinales y los motivos de la elección de unos en lugar de otros.

 

    1.2.1. Tesoro de la lengua castellana o española , de Covarrubias

    La obra de Covarrubias -primer diccionario monolingüe en lengua española-, marcó un hito en la lexicografía de nuestro idioma. La línea trazada por este Tesoro sería seguida y citada ampliamente por los posteriores tratadistas y lexicógrafos. Numerosos autores, como Manuel Seco [6], han señalado la clara influencia de esta obra sobre los diccionarios de la Real Academia Española – aunque ningún estudioso se ha dedicado hasta ahora a investigar en profundidad esta influencia en el sector que tratamos– ; por ello, y ciñéndonos a la terminología que sirve de núcleo a nuestra investigación, trataremos de observar de manera directa si es legítimo hablar de influencia de la obra de Covarrubias sobre la lexicografía posterior, o si por el contrario, es más propio emplear el término ‘semejanza’. Desde estas líneas, nosotros trataremos de determinar, para el caso concreto del léxico religioso, el grado de influencia de la obra de Sebastián de Covarrubias, así como el reconocimiento efectivo de autoridad en el primer diccionario académico y su perennidad en los posteriores.

 

    1.2.2. Diccionario de Autoridades

    El Diccionario de Autoridades se publicó por completo entre los años 1726 y 1739, ya que la obra consta de seis volúmenes. La importancia del Diccionario de Autoridades radica en su condición de primer diccionario en una lengua romance, ya que se publicó con anterioridad al italiano de la Ciusca, y el de ser también el primer diccionario de la Real Academia Española, con lo cual, resulta interesante bucear entre sus páginas a fin de buscar las definiciones a los términos de la religión. Lógicamente, la obra también llama nuestra atención por su influencia en los posteriores diccionarios de la RAE. Nuestro propósito es el de estudiar las definiciones de los lemas de vocabulario religioso, ya consultados en el Tesoro de Covarrubias, con el objeto de comprobar la semejanza de las definiciones y comprobar si atisbamos algún signo de marcación implícita – la marcación explícita sería imposible en esta obra – de los vocablos.

 

    1.2.3. DRAE de 1992

    Hemos escogido el DRAE de 1992 como tercero de los diccionarios de manejo en la investigación por dos motivos primordiales: es el último diccionario de la RAE publicado en soporte electrónico, lo que facilita nuestra búsqueda y el contraste de las definiciones, así como la presentación de las mismas en nuestro trabajo; por otra parte, transcurridos más de dos siglos y medio desde el primigenio Diccionario de Autoridades, nos interesa comprobar si realmente ha cambiado la forma de abordar la definición por parte de la Academia, al menos, en lo relativo al campo léxico de la religión. Hemos buscado en el DRAE de 1992 las marcas o abreviaturas – como Rel., Teol., Litur.- que delimiten correctamente los términos de religión, y los separen del uso común que los mismos vocablos pueden presentar, tal y como debe exigirse a un diccionario académico moderno; además, centraremos nuestra atención en otros aspectos de interés, como los términos empleados en las definiciones de los lemas, la textualización del lema o la elección de ejemplos, etc. 

II.

    El siguiente cuadro de términos es el resultado de la comparación de las voces [7] que forman el corpus seleccionado en los tres diccionarios: el Tesoro de la lengua castellana o española, el Diccionario de Autoridades y el DRAE de 1992. Hemos querido dejar de relieve los siguientes aspectos: la presencia o ausencia de los lemas en los distintos diccionarios, la semejanza o deuda de los diccionarios académicos con respecto al Tesoro de Covarrubias en algunas definiciones, la marcación –explícita o implícita- de los mismos en sus acepciones como términos religiosos; y ya en el caso concreto del DRAE, el empleo de abreviaturas que delimitan el uso del vocablo como voz especial, como Rel., Teol. o Litur.

 

TÉRMINOS RELIGIOSOS

Tesoro de la lengua castellana o española (1611) Diccionario de Autoridades

(1726-1739)

DRAE (1992)
ABLUCIONES

---

---

v

ABNEGACIÓN

v

v

v

ABSTINENCIA v v v
ÁCIMOS --- --- ---
ACETRE v v
ACÓLITO v v
ADORACIÓN --- v+ v
ADORAR --- v v
ADULTERIO --- v v
ADVIENTO --- v v
ÁGAPE --- --- v
AGUAMANIL --- v v
ALABANZA --- v v
ALBA v v v
ALBEDRÍO --- v v
ALELUYA v v v
ALIANZA --- v v
ALMA v v v
ALMAIZAR v v v
ALTAR v v v
ALTÍSIMO --- --- v
AMBÓN --- --- v
AMÉN v v v
AMITO --- v v
AMULETO --- v v
ANÁMNESIS --- --- v
ANATEMA --- --- v
ÁNGEL v v v Teol.
ANTÍFONA v v v
ANTIPENDIO --- --- v
ANUNCIACIÓN --- v v
ANUNCIAR v v v
AÑALEJO v v
AÑO SABÁTICO /JUBILAR/NUEVO --- --- v
APARECER v v
APOCALIPSIS v v v
APOSTOL v v v
ARREPENTIRSE v v
ARZOBISPO --- v v
ASCENSIÓN --- v v
ASPERGES --- --- v
ASUNCIÓN --- --- v
ATAUD v v v
ATRILERA --- v v
ATRIO --- v v
AUTORIDAD --- v v
AYUNO v v v
BÁCULO --- v v
BALDAQUINO --- v v
BÁLSAMO v v v
BANQUETE --- v v
BAPTISTERIO --- v v
BAUTISMO v v
BEATO / BEATÍFICO v v v Teol.
BENDICIÓN v v v
BENDITERA --- ---- v
BIBLIA v v v
BIEN v v v
BIENAVENTURANZA --- v v
BIRRETA --- v v
BIRRETE v v v
BLANCO v v
BLASFEMIA v v˜? v
BODA v v
BONETE v v
BULA v v
CÁBALA v v v
CABEZA v v v
CAINISMO --- v v
CALUMNIA v v v
CALVARIO v v˜? v
CAMINO v v
CAMPANILLA --- v v
CANDELABRO --- v v
CANDELAS,CANDELARIA --- v v
CANÓNIGO v v v
CANTOS --- v v
CÁNULA --- --- v
CAPELLÁN --- v v
CAPILLA v v
CAPILLO v v
CAPONA --- v v
CARDENAL v v
CARIDAD v v+ v
CARISMAS --- --- v Teol.
CASTIDAD v v v
CASULLA --- v v
CATECISMO v v v
CATEDRAL --- --- v
CATÓLICO v --- v
CELEBRAR v v v
CELIBATO v v v
CENÁCULO --- v v
CENDAL v v v
CENIZA v v v
CEREMONIA --- v v
CEROFERARIO --- v+ v
CETRE --- v v
CETRO v v v
CHECA --- --- v
CIBORIO --- --- v
CIELO v v˜? v
CÍNGULO --- v v
CIRIO v v v
CIZAÑA --- --- v
CLÉRIGO v v v
CLERICALISMO --- --- v
COGULLA --- v v
COLECTA --- v v
COMULGAR v v v
COMUNIÓN v v+ v
CONCIENCIA v v v Teol.
CONCILIO v v v
CONCORDIA --- v v
CONDENACIÓN v v v
CONFESAR --- --- v
CONFESIÓN --- --- v
CONFESONARIO --- --- v
CONJURAR --- v v
CONMEMORACIÓN --- --- v
CONOPEO --- --- v
CONSAGRAR v v v
CONSISTORIO --- v v
CONSUETO --- --- v
CONTRICIÓN v v v
CONVENTO v v v
CONVERSIÓN --- v v
COPÓN v v v
CORAZÓN v v
CORNIJAL --- [<de CUERNO] v
CORPORAL v v˜? v Teol.
CREACIÓN --- v v
CREENCIA --- --- v
CREMACIÓN --- --- v
CRIADOR v v˜? v Rel.
CRIATURAS v v v Teol.
CRIPTA --- --- v
CRISMA v v v
CRISTIANISMO v v v
CRISTIANO v v˜? v
CRISTO v v˜? v
CRUCIFIJO v v
CRUCIFIXIÓN --- v v
CRUZ v v v
CULPA v v˜? v
CULTO --- v v Rel. / Teol.
CURA v v v
CURIA v v+ v
CUSTODIA --- v v
DALMÁTICA v v v
DEBER --- v v
DEMONIO v v v
DESPOSORIO --- v v
DESTINO v v v
DEVOCIÓN --- v v Teol.
DIABLO v v v
DIÁSPORA --- --- v
DIATRIBA --- --- v
DIFUNTOS --- --- v
DILUVIO v v v
DIOS v v v Teol.
DISCÍPULOS v v v
DISCURSOS --- v v
DIURNAL --- v v
DIVINO v v v
DOGMA --- --- v
DOMINGO v v v
DOXOLOGÍA --- --- v
DUELO v v v
ECUMÉNICO --- v v Rel.
ECLESIASTÉS --- v v
EDÉN --- --- v
EFOD --- --- v
EMBOLISMO --- v v
EMPALIAR --- v v
ENCARNACIÓN --- v v
EPACTA --- v v
EPIFANÍA v v v
ERMITA v v v
ERMITAÑO --- v v
ESCÁNDALO v v v
ESCAPULARIO --- v v
ESCATOLOGÍA --- --- v
ESCRIBA --- v v
ESPERANZA v v+ v Rel.
ESPÍRITU v v v
ESTANDARTE --- v v
ESTIGMA --- --- v
ESTIPENDIO v v v
ETERNIDAD v v v Teol.
EUCARISTÍA v v v Rel.
EVANGELIO v v˜? v
EXCOMULGADO --- v v Rel.
EXCOMULGAR --- v v Rel.
EXEQUIAS --- v v
EXORCIZAR --- v v Rel.
EXTREMAUNCIÓN --- v v Rel.
EXPIAR --- v v
ÉXTASIS v v v Teol.
FALDISTORIO --- v v
FARISEO --- --- v
FE v v˜? v Rel.
FÉRETRO --- v v
FIDELIDAD --- v v
FIESTA v v v
FIRMAMENTO --- v v
FLAGELACIÓN --- v v
FORMA v v v Rel.
FRATERNIDAD --- v v
FUNERALES --- v v
GÉNESIS v v v
GIRALDETE v v v
GLORIA v v+ v Teol.
GORJAL --- v v
GOZO v v v
GRACIA v v v Rel.
GREMIAL v v v
GRIAL --- --- v
HEREJE v v v
HEREJÍA v v v
HERMANO v v v
HIJUELA --- v v
HIMNO v v v
HIPERDULÍA --- --- v Teol.
HIPÓSTASIS v v+ v Teol.
HISOPAR --- --- v
HOLOCAUSTO --- v v
HOMILÍA v v v
HOSANNA v --- v
HOSTIA v v v
HUMERAL --- --- v
HURTO --- v v
ÍDOLO v v v
IGLESIA v v v
IMAGEN v v v
IMPIEDAD --- v v
IMPURO --- v v
INCENSARIO --- v v
INCIENSO --- v v
INDULGENCIA v v v
INDULTO --- v v
INDUMENTA --- --- v
INFIEL v v v
INFIERNO v v Rel./ Teol.
ÍNFULA --- --- v
INMENSIDAD --- v v
INHALAR --- v v Rel.
INMOLACIÓN --- --- v
INMORTALIDAD --- --- v
INQUISICIÓN --- v v
INSPIRACIÓN --- v v
INVOCACIÓN --- v v
JACOBINO --- --- v
JESÚS v v
JOCALÍAS --- --- v
JUDÍO --- v v
JUICIO --- v v Teol.
JURAR --- v v
JUSTICIA --- v v Teol.
JUSTIFICACIÓN --- v v Teol.
KERIGMA --- --- v Rel.
KIRIES --- --- v
LAMENTACIÓN v v v
LAUDE v v v
LAVATORIO --- v v
LÁZARO v v v
LECCIONARIO --- --- v
LECTISTERNIO --- --- v
LETANÍA v v v
LEVIATÁN v --- v
LIBACIÓN --- --- v
LIBATORIO --- --- ---
LIBERTAD v v v
LIMBO v v v
LIMOSNA v v v
LIMPIEZA --- v v
LIMPIO v v v
LITURGIA v v v
LÚNULA --- v v Litur.
LUSTRACIÓN --- v v
LUZ v v v
MAESTRO v v v
MAGIA --- v v
MAHOMETANO --- v v
MAITINES --- [de MATUTINI] v
MAJESTAD v --- v
MAL v v v
MALDICIÓN --- v v
MANÁ v v˜? v
MANIFESTADOR --- v v
MANÍPULO --- v v
MANTO --- v v
MARTIRIO --- --- v
MÁS ALLÁ --- --- v
MATRIMONIO v v v
MATUSALÉN --- --- v
MEDIACIÓN --- --- v
MEDITACIÓN --- v+ v
MEMENTO --- --- v
MEMORIAL --- v v
MESIANISMO --- --- v
MEZQUITA v v
MILAGRO v v v
MINISTRO v v v
MIRRA v v v
MISA v v v
MISAL v --- v
MISERICORDIA v v v Teol.
MISIÓN --- --- v
MISNÁ --- --- v
MISTERIO v v v Litur.
MITO --- --- v
MITRA v v v
MOISES --- --- v
MONAGUILLO v v˜? v
MONASTERIO v v v
MONICIÓN --- v
MONJE --- --- v
MOSTAZA --- v v
MOTETE v v v
MUCETA v v v
MUERTE v v v
MUNDO v v v
NATURALEZA --- v v
NAZARENO v v
NAVIDAD v v v
OBEDIENCIA v v v
OBISPO v v˜?? v
OBLACIÓN v v v
OBLATAS --- v v
OBRA v v v Rel.
ODIO v v v
ODRE v v v
OFERTORIO v v v
OFRENDA --- v v
ÓLEOS --- --- v
OMNIPOTENCIA --- v v
OMNISCENCIA --- --- v
ORACIÓN v v v
ORÁCULOS v v v
ORDALÍAS --- --- v
ORDENACIÓN --- v v
ORGULLO v v= v
ORNAMENTOS --- v v
OSARIO v --- v
OSTENSORIO --- --- v
OSTIARIO --- v v
PACIENCIA v v v
PAGANO v v=? v
PALIA v v v
PALINGENESIA --- --- v
PALIO v v v
PALMATORIA v v=? v
PANEGÍRICO v v v
PAPA v v=? v
PAPISA --- --- v
PAPISTA v v v
PARÁBOLA v v v
PARAISO v v v
PARUSÍA --- --- ---
PASCUA v v v
PASIÓN v v v
PATENA v v v
PAULINA --- v v
PECADO v v v Teol.
PECADOR v v v
PECTORAL --- v v
PENA v v v Rel.
PENITENCIA v v v
PENTECOSTÉS --- v v
PERDONAR v v v
PEREGRINAR v v v
PERJURIO v v v
PERSIGNAR --- --- v
PIEDAD v v v
PÍXIDE --- --- v
PLEGARIA v v v
PLUVIAL v v v
POSTRACIÓN --- v v
PRECES --- v v
PRECONIZAR --- v v Rel.
PREDESTINACIÓN --- v v Rel.
PREDICAR v v v
PREFACIO v v˜? v
PRELADO v v v
PRESBÍTERO v --- v
PRETORIO --- v v
PRIMA --- --- v
PRIMICIAS v v v
PRIMOGÉNITO --- v v
PRINCIPADOS --- v v
PROCESIÓN --- --- v
PROFANAR --- v v
PROFETA v --- v
PRÓJIMO --- --- v Teol.
PROPICIATORIO --- v v
PROTESTANTE --- v v
PROVERBIOS --- --- v
PROVIDECIA --- v v
PRUDENCIA v v˜? v Rel.
PUBLICANO --- v v
PUDOR --- v v
PÚLPITO --- v v
PURGATORIO v v v
PURIFICAR --- v v
PURIFICADOR --- --- v
PURITANO --- --- v
PURO --- v v
QUERUBÍN --- --- v Teol.
RECONCILIACIÓN v v v
REDENCIÓN --- v v
REDIMIR --- v v
REENCARNACIÓN --- --- v
REINO v v v
RELIQUIAS v --- v
RESPONSO v v v
RESURRECCIÓN v v v Teol.
REVELACIÓN/REVELAR v v v
REVERENCIA v v v
REZAR v v v
RITO v v v
RITUAL --- v v
ROGATIVAS --- v v
ROQUETE v v= v
ROSARIO v v v
RÚBRICAS --- v v
SABIDURÍA v v v
SACERDOTE v v v
SACRAMENTO --- v v
SACRIFICIO v v v
SACRILEGIO v v v
SACRISTÍA --- v v
SAGRADO / SACRO --- v v
SACRISTÍA --- v v
SAGRARIO --- v v
SALMO v v v
SALMÓDIA --- --- v
SALTERIO v v v
SALVACIÓN / SALVAR v v v
SAMARITANO v --- v
SANEDRÍN --- --- v
SANTIDAD --- v v
SANTIGUARSE v v v
SANTÍSIMO --- --- v
SANTO v v˜? v Teol.
SATANÁS / SATÁN v v˜? v
SEGLAR v v v
SEMINARIO --- v v
SEÑOR v v v
SEPELIO --- --- v
SERMÓN v v v
SIGNO v v˜? v
SINAGOGA v v v
SOBREPÉLLIZ --- v v
SOLIDARIDAD --- --- v
SOTANA v v v
SUBLIMACIÓN --- v v
SUBSISTENCIA --- v v
SUDARIO v v= v
SUPERSTICIÓN --- v v
TABERNÁCULO --- v v
TALED --- --- v
TÉDEUM --- --- v
TEMPLANZA --- v v Rel.
TEMPLO v v v
TENTACIÓN v v v
TERCIA --- v+ v
TERNO --- v v
TESTAMENTO v v v
TESTIGO v v v
TIARA v v v
TINIEBLAS --- v v
TORÁ v v
TRACTO v v˜? v
TRINIDAD v v v Teol.
TRISAGIO --- v v
TÚNICA v v v
TUNICELA --- v v
TURÍBULO --- --- v
UNGIR v v v
UNGÜENTO v v v
VALOR --- v v
VELAR --- v v
VENERAR v v v
VENIA --- v v
VERBO v v+ v
VERDAD v v v
VERSÍCULO --- v v
VESTIDURAS --- v v
VIACRUCIS --- --- v
VIÁTICO --- v v
VICARIO --- v+ v
VIGILIA v v v
VINAJERAS --- --- v
VIRGEN v v v
VIRIL --- v v
VIRTUD v v v Rel.
VÍSPERAS --- v v
VOCACIÓN --- v v
VOTIVA --- v v
VOTOS v v v

 

 

    III.

    3.1. Sistematización del léxico religioso definido en los tres diccionarios monolingües consultados. Uso común y uso terminológico.

    En primer lugar, nos consta la insuficiente marcación de la terminología religiosa en los últimos diccionarios académicos, pues si nos atenemos tan sólo a los vocablos marcados con rel., no consideraríamos más que una mínima parte del vocabulario religioso. Partiendo de una selección de vocablos religiosos lo suficientemente amplia para abordar un estudio profundo, nos hemos dedicado a la tarea de búsqueda en los tres diccionarios escogidos para tal efecto –tarea posible gracias a los avances de la informática en el desarrollo de diccionarios electrónicos - a fin de presentar las definiciones y comentar la estructura de la definición del vocablo, las acepciones marcadas, el uso común y terminológico, entre otros asuntos, como ya veremos.

    Por otra parte, como adelantábamos, este léxico religioso presenta dos usos: el terminológico y el común. Para el uso común de los vocablos religiosos, hemos de considerar también las palabras que, habiendo abandonado en épocas más recientes – recogidas por DRAE- el matiz religioso, aún siguen definidas desde unas coordenadas morales o religiosas concretas, lo que sigue reforzando la idea de que el diccionario académico lastra cierto carácter confesional, incompatible con las labores que la lexicografía demanda.

    Por tanto, si la lexicografía académica ha descuidado la marcación terminológica de las voces religiosas, no podemos limitarnos a considerar como voces religiosas únicamente aquellas marcadas con Rel. o Teol. en los últimos diccionarios de la RAE, pues estaríamos restringiendo peligrosamente el campo.

    Además, hemos querido delimitar con claridad en nuestros comentarios, el uso terminológico y el uso común que presentan las voces religiosas. Un aspecto muy interesante que hemos observado en el DRAE de 1992 es la tendencia a considerar determinadas voces que actualmente se definen en su uso general como vocablos religiosos o relativos a la moral. Advertimos esto en el lema «criar», que se define en el DRAE de 1992 del siguiente modo: «Producir algo de nada; dar ser a lo que antes no lo tenía, lo cual sólo es propio de Dios«; vemos como esta voz se define en el reciente diccionario de la Real Academia Española de acuerdo con la moral impuesta por el cristianismo, procedimiento impropio de la moderna lexicografía, y que podríamos esperar más de las definiciones de los primeros diccionarios. Consideramos que la voz no se debería definir, al menos en primera acepción, desde la posición de la moral cristiana, pues «Criar« tiene un significado mucho más general; además, nos percatamos de la ausencia de cualquier marca terminológica, como Teol.

    A pesar de que nuestra investigación se articula en torno a los tres diccionarios aludidos, no hemos podido resistirnos a revisar algunas definiciones del DRAE de 1992 en otros diccionarios anteriores, intentando comprobar si se ha dado alguna evolución en cuanto a las definiciones: esto es así, pues, por poner sólo un ejemplo, en el DRAE de 1992 encontramos un mayor distanciamiento hacia la voz definida, como en «Evangelio», que en 1984 se definía como «Historia de la vida, doctrina y milagros de Nuestro Señor Jesucristo», y que en 1992 significaba tan sólo «Historia de la vida y doctrina de Jesucristo», como muestra de una mayor objetividad científica.

 

    3.2. La presencia del Tesoro de Covarrubias en la lexicografía académica. Semejanza, avance y retroceso en los diccionarios académicos.

    En cuanto al estudio de la influencia del Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias en el Diccionario de Autoridades, es preciso separar los casos de similitud lógica de los otros casos en que la influencia es más palpable – por repetición de sintagmas, estructuras, ejemplos o etimologías –, muchos de los cuales aparecen con la cita de autoridad de Covarrubias. El análisis de esta cuestión obedece a dos aspectos fundamentales: la casi unánime opinión de la influencia de Sebastián de Covarrubias en los diccionarios académicos, y, paradójicamente, la escasez de alusiones al tema por parte de los investigadores, que se limitan a asumir el problema sin acometer una investigación en profundidad sobre el mismo. Así lo manifiesta Manuel Seco: «Pero no es hoy mi intento llevar el examen de la presencia del Tesoro de la lengua castellana en el Diccionario de autoridades hasta el punto de excavar a lo largo de las columnas de este en busca de sus huellas no explícitas. Sólo he pretendido dar una idea a través de una muestra de 200 páginas del Diccionario académico de en qué medida y en qué forma se apreció la utilidad y la calidad de la aportación de Covarrubias» [8]. Es por ello que nos hemos ocupado de analizar extensamente cómo reconoció su deuda el segundo al primero de los diccionarios generales en español.

    Consideramos suficientemente probada la influencia del Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias – podríamos decir también ‘presencia’ , que para algunos filólogos sería una palabra más correcta y menos polémica- en el Diccionario de Autoridades. Como adelantábamos en la introducción, numerosos autores reconocen esta posibilidad: la obra de Covarrubias fue un referente insalvable para los lexicógrafos académicos, que se orientaron para las definiciones de muchos términos en los artículos del Tesoro.

    Es preciso que aislemos las voces definidas en el Diccionario de Autoridades que, por alusión expresa a Covarrubias, han sido influenciadas por el Tesoro de la lengua castellana o española de este autor –como hemos ido observando en el Corpus de nuestro estudio-. Son éstas: «acetre», «acólito», «añalejo», «aparecer», «arrepentirse», «baptisterio», «bautismo», «blanco», «boda», «bonete», «bula», «camino», «capilla», «capillo», «cardenal», «casar», «corazón», «cornijal», «crucifijo», «Jesús», «maitines», «mezquita», «monición», «nazareno», «orgullo», «palmatoria», «roquete», «sagrado», «sudario» y «Torá».

    Hasta aquí, reproducimos los lemas para los que la Academia reconoce la influencia del Tesoro; pero hemos localizado otros vocablos en los que esa influencia es únicamente constatable por observación directa y contraste de definiciones – método que constituye el eje de nuestra investigación- por lo que hemos podido encontrar los siguientes lemas que se definen de manera casi idéntica en el Tesoro y el Diccionario de Autoridades, sin que en éste último se reconozca la autoridad de Covarrubias: «blasfemia», «calvario», «cielo», «corporal», «cristiano», «Cristo», «criador», «culpa», «evangelio», «fe», «maná», «monaguillo», «obispo», «Papa», «pagano», «paraíso», «prefacio», «primicias», «prudencia», «santo», «Satanás», «signo» y «tracto».

    De las 507 voces que integran el corpus de vocablos estudiado, tenemos treinta en las que se reconoce la influencia directa del Tesoro de Covarrubias, y veintitrés que, por la semejanza sintáctica y estructural, se nos antojan influenciadas también por el primer diccionario monolingüe del español; esto sirve para demostrarnos que los redactores del primer diccionario académico tuvieron como referente claro el Tesoro de la lengua castellana o española, pues, sólo para la definición de los términos de religión, Autoridades se nos presenta como claro deudor de la obra de Sebastián de Covarrubias.

    También debemos mencionar en este apartado un gran número de voces que aparecieron por primera vez en el Diccionario de Autoridades, todas ellas representan un avance con respecto al Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias. Los vocablos son éstos : «adoración», «adulterio», «adviento», «aguamanil», «albedrío», «alianza», «amito», «amuleto», «anunciación», «aparición», «arzobispo», «ascensión», «atrilera», «atrio», «autoridad», «báculo», «bálsamo», «banquete», «baptisterio« – en esta definición de Autoridades se menciona a Covarrubias, del que se calca la definición aparecida en otro lema que desconocemos- , «birreta», «cainismo», «calderilla», «campanilla», «candelabro», «candelaria», «capellán», «capona», «casulla», «cenáculo», «ceremonia», «cetre», «cíngulo», «cogulla», «colecta», «concordia», «condenación», «conjurar», «consistorio», «conversión», «cornijal», «creación», «creencia», «culto», «custodia», «deber», «desposorio», «devoción», «discursos», «diurnal», «eclesiastés», «encarnación», «ecuménico», «embolismo», «empaliar», «epacta», «ermitaño», «escapulario», «escriba», «excomulgado», «excomulgar», «exequias», «expiar», «faldistorio», «féretro», «fidelidad», «firmamento», «flagelación», «fraternidad», «funerales», «gorjal», «hijuela», «holocausto», «hurto», «impiedad», «incensario», «indulto», «inquisición», «inspiración», «invocación», «judío», «juicio», «jurar», «justicia», «justificación», «lavatorio», «levita», «lúnula», «lustración», «magia», «mahometano», «maitines – éste lema no aparece en el Tesoro, pero Autoridades cita a Covarrubias para la etimología, y deducimos que incluyó el término dentro de otra definición no localizada- «maldición», «manifestador», «manípulo», «manto», «memorial», «naturaleza», «oblatas», «ofrenda», «omnipotencia», «ordenación», «ornamentos», «ostiario», «paulina», «pectoral», «Pentecostés», «pluvial», «postración», «preces», «preconizar», «predestinación», «pretorio», «primogénito», «profanar», «propiciatorio», «providencia», «publicano», «pudor», «púlpito», «protestante», «purificar», «redimir», «ritual», «rogativas», «rúbrica», «sacramento», «sacristía», «sagrario», «santidad», «seminario», « sobrepelliz», «sublimación», «subsistencia», «superstición», «tabernáculo», «templanza», «terno», «tinieblas», «trisagio», «tunicela», «valor», «velar», «venia», «versículo», «vestiduras», «viático», «vicario», «viril», «víspera», «vocación» y «votiva».

    Por otra parte, hay que aludir también a una pequeña serie de vocablos que figuran definidos por Covarrubias, pero no en el primer diccionario de la RAE; no son muchos, pero por su importancia debemos considerarlos aquí: en este caso, debemos hablar de retroceso en la tarea lexicográfica de recopilación de la terminología religiosa, pues este hecho supone un olvido en la inclusión de vocablos que en esta época tenían un uso muy extendido, como demuestra el hecho de que fueron nuevamente incluidos en el DRAE de 1992. Las voces que no figuran en el Diccionario de Autoridades son las siguientes: «católico», «hosanna», «leviatán», «majestad», «misal», «osario», «presbítero», «profeta», «reliquias» y «samaritano».

 

    3.3. La marcación de las voces religiosas en los diccionarios consultados

    Es ampliamente conocido entre los lexicógrafos que Covarrubias no marcaba terminológicamente los vocablos que definía, algo verdaderamente alejado de la actual manera de acometer una definición: así por ejemplo, para definir «papista« –ejemplo éste, de doble uso, terminológico y común-, Covarrubias emplea, como detallaremos en el corpus del trabajo, los siguientes términos: «Papista es un nombre con el que los hereges nos señalan a los Católicos, y en ello nos hacen mucha honra, aunque ellos nos lo digan por afrenta«. Aquí, como observamos claramente, Covarrubias toma la palabra para definir el vocablo – él mismo se identifica como católico, para defenderse contra esta voz peyorativa usada por los «herejes«-, desde su propia subjetividad, y sin el alejamiento que la ciencia lexicográfica exige actualmente. Este planteamiento sería impensable en un diccionario académico actual, aunque, si no tan directamente, se deja ver en muchas definiciones de voces religiosas el arraigo de la tradición católica en la lexicografía institucional. A pesar de esto, el Tesoro de Covarrubias no está exento de algunas marcas no explícitas, que nos indican que el autor no sólo consideraba los términos atendiendo a su uso general, sino también al religioso.

    El Diccionario de Autoridades se nos figuraba más proclive en la marcación de algunas acepciones, tras una primera cala de prueba, por lo cual, dado el amplio corpus terminológico que manejamos, queremos exponer el grado de marcación de las voces religiosas que localizamos en el mismo, tanto si se trata de marcas implícitas –lo más frecuente, pues está claro que no podemos encontrar aquí abreviaturas de marcación- como explícitas.

    Para el examen del DRAE de 1992, nuestra dinámica de trabajo varió en la medida en que este repertorio sí tiene en cuenta la marcación terminológica, aunque de la mayoría de filólogos es sabida la escasez y parcialidad de esas marcas. Precisamente, debemos constatar el grado de insuficiente marcación en el diccionario, pues las marcas Rel., Teol. y Litur. no introducen sino una mínima parte de las definiciones de términos religiosos: como vemos en la tabla de vocablos que presentamos, hemos analizado en qué voces concretas aparecen las abreviaturas correspondientes, y en cuales de ellas, estando ausentes las marcas, sería preciso incluir alguna, para mantener la coherencia del propio diccionario, que atiende con mayor rigor la marcación terminológica de disciplinas como el derecho o la botánica, por ejemplo, o, por supuesto, si se trata de vocablos con uso «doble«: no olvidemos que hay términos que han traspasado el uso restringido de la religión para adoptar un uso común.

    Como es de suponer, los diccionarios de Covarrubias y Autoridades son bastante parcos en cuanto a la marcación terminológica, y también en el caso de la terminología religiosa. No obstante, y como planteábamos al inicio, hemos podido localizar algunas marcas no explícitas que nos ponen de manifiesto la conciencia de Covarrubias de que los vocablos religiosos podían presentar uso terminológico y uso general. Así nos lo manifiesta Covarrubias en varias ocasiones. Valgan estos ejemplos: «bautismo», «caridad» – donde nos dice «según los teólogos»-, o «comunión» – Covarrubias lo define con cierto distanciamiento, y delimitando el uso religioso del común: «Según la iglesia católica»-.

    El Diccionario de Autoridades marca, más o menos explícitamente, los siguientes vocablos, tal y como hemos comentado ya en el desarrollo del trabajo: «adoración», «caridad», «comunión», «curia», «esperanza», «gloria», «hipóstasis», «meditación», «tercia» y «vicario».

    Como indicábamos anteriormente, una de las fallas del DRAE de 1992 es la falta de criterio observada por algunos estudiosos en cuanto a la marcación terminológica del campo léxico de la religión. Esto es así porque, en numerosas ocasiones, las abreviaturas que delimitarían el uso terminológico mediante Rel., Teol. o Litur. no aparecen acompañando a las acepciones oportunas – para distinguir el uso terminológico del uso común-. Lo más curioso es que para términos religiosos semejantes en cuanto al contenido, en unas ocasiones encontramos la marca pertinente, y en otras no: es lo que ocurre con «justicia», que aparece marcada en su segunda acepción con Teol. como «una de las cuatro virtudes cardinales», mientras que para las otras virtudes de la religión cristiana no se emplea la misma abreviatura. Además, nos encontramos con numerosísimos términos definidos claramente de acuerdo con su significado religioso, pero que no presentan la abreviatura correspondiente. Tan sólo un 8,8 % de las voces que hemos seleccionado -45 voces de un total de 512- aparecen marcadas explícitamente en el DRAE con las correspondientes abreviaturas, si bien en algunas acepciones se emplea la coletilla: «En la Iglesia católica…», «En las religiones…», que no puede considerarse marcación explícita en modo alguno.

    Por todo ello, no tenemos más remedio que admitir la escasa evolución que han experimentado las definiciones religiosas en los últimos diccionarios de la RAE, en cuanto a la falta de marcas de término –que orientarían sobre el uso religioso y no común de definiciones como «Bien en toda su perfección, o bien sumo, solamente lo es Dios» , que aparecen sin marcar- salvo por tímidas correcciones, es decir, se ha sustituido «Nuestro Señor» -expresión en la que se implica el lexicógrafo como cristiano- por «Dios», o «la Santa Iglesia Católica» por «la Iglesia católica». Así, el DRAE de 1992, se nos sigue figurando un diccionario confesional, pues todavía no ha alcanzado la lejanía y la objetividad exigidas por la moderna ciencia lexicográfica.

 

NOTAS:

 

[1] El trabajo que aquí presentamos es fruto de una investigación más amplia, llevada a cabo en un Proyecto de Investigación para la Universidad de Granada titulado «Estudio del tratamiento del léxico religioso en la lexicografía española institucional: del Diccionario de Autoridades al Diccionario de la Academia del Siglo XXI (DRAE 2001)», finalizado en 2002.

[2] Continuamos, en este sentido, el trabajo en prensa de Mª Ángeles Pastor Milán, cuyo anticipo se dio a conocer en el II Congreso de la Sociedad Española de Lingüística, titulado «Reflexiones en torno al lenguaje religioso en el español y su tratamiento en el DRAE y en el DUE», en el año 2000.

[3] Seguimos, para ello, los conceptos de Coseriu de lenguaje estructurado y lenguaje terminológico, teniendo en cuenta también los estudios de Mª Teresa Cabré, sobre todo los recogidos en su obra La Terminología, Barcelona, 1993.

[4] R. Jammes, «Lexicografía e ideología (Un diccionario que va a misa)», Arquivos do Centro Cultural portugués, 31 (1992) 225-251.

[5] Hemos considerado para nuestra investigación la edición electrónica del DRAE de 1992 –dada la amplitud del corpus, resultó más operativo que buscar manualmente todos los términos en el último diccionario académico- porque nuestro objetivo pasaba por comparar el Diccionario de Autoridades y el de Covarrubias con uno más o menos actual (téngase en cuenta que las diferencias son casi insignificantes a este respecto entre los últimas ediciones del DRAE).

[6] M. Seco, «Covarrubias en la Academia», en Anales Cervantinos, XXV-XXVI (1987-1988) 387-398.

[7] Los signos convencionales utilizados en el cuadro, empleados con la intención de ejemplificar convenientemente los puntos que desarrollamos en nuestra investigación, son los siguientes: v sirve para declarar la presencia del lema en el diccionario, mientras que cuando éste no se encuentra, utilizamos ---. Destacamos que el término se halle marcado – en el caso del Diccionario de Autoridades- mediante la abreviatura v+. Para este mismo diccionario, cuando hemos considerado una similitud lo suficientemente amplia entre el Tesoro de Covarrubias y el Diccionario de Autoridades, hemos usado , y en los casos en que esa semejanza no se justifica en Autoridades mediante la cita de autoridad a Covarrubias, añadimos a la abreviatura el signo de interrogación -?-. Por último, hemos querido resaltar cuáles de las voces del corpus utilizado se hallan marcadas terminológicamente en el DRAE, para lo cual, hemos acompañado la marca de lematización en los casos correspondientes, de las abreviaturas Rel., Teol. o Litur.

[8] M. Seco, loc. cit., pág. 397.