Neologismos y Prensa

 

Laura Esteban Asencio

(lasencio40@hotmail.com)

universidad de málaga

 

 

Resumen

Este artículo muestra las conclusiones de un estudio del uso de neologismos en la Prensa española. En dicho estudio se consideran los procesos de creación de  estos términos: formación de palabras, extranjerismos, jergas y otros. Además, se contrastan con los neologismos que aparecen en otras bases de datos, como el Corpus de Referencia del Español Actual  y el Diccionario de Voces de Uso Actual en sus dos ediciones, para proporcionar las posibles razones de la Real Academia Española para no incluirlos en su diccionario normativo.

 

Abstract

This article shows the conclusions of a study of the use of neologism in the spanish press. In this study it has been considered the creation process of these terms: words formation, foreign words, slangs and others. And, besides, they have been compared with the neologisms that appear in another spanish data base like Corpus de Referencia del Español Actual and Diccionario de Voces de Uso Actual in both editions in order to offer the possible reasons of Real Academia Española not to include them in the last academy dictionary.

 

Palabras clave

Neologismo

Glosario

Formación de palabras

Extranjerismo

Diccionario

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Key words

Neologism

Glossary

Words formation

Foreign word

Dictionary

 

 

 

 

 

 

 

 

AnMal Electrónica 25 (2008)

ISSN 1697-4239

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

El principal objetivo de la investigación de la que parte este artículo es el de desarrollar un estudio relacionado con la lingüística general, área de conocimiento que nos permite indagar en el empleo de una lengua de forma correcta en todos sus campos. Ahora bien, al ser éste un ámbito de análisis demasiado amplio, hemos decidido delimitar la investigación a la neología, uno de los campos de la lingüística actual más interesantes y estudiados, debido a que se mantiene en constante movimiento.

Pero, además, hemos restringido el estudio neológico a los medios de comunicación escritos, pues en ellos podemos comprobar con mayor transparencia el uso de la lengua en la vida cotidiana. Todo lo que expresan nuestros políticos, escritores y personajes famosos en general nos llega a través del periodismo. Y es en el léxico donde los media ejercen un mayor influjo, dado que es, entre todos, el que sufre más variaciones.

Todas las lenguas se caracterizan por sus constantes innovaciones, al tratarse de organismos vivos que se desarrollan en permanente evolución. Tales cambios pueden producirse por la aparición de términos que designan realidades nuevas en el ámbito científico y social, o bien pueden ser fruto de la influencia o contacto de lenguas (Gimeno Menéndez y Gimeno Menéndez 2003: 21-28). Dentro de esta situación sociocultural donde se origina un contacto lingüístico, puede plantearse un proceso de sustitución lingüística. El proceso consiste en el desplazamiento del uso habitual de una lengua por otra, naturalmente teniendo en cuenta que esa translación no ha de darse de manera absoluta, sino que cabría cumplirse parcialmente en ciertas situaciones o conservarse en otros contextos. Por ello, la competencia comunicativa de un hablante viene conformada por un sistema de reglas que superponen el componente lingüístico y el componente social, y engloban actitudes, valores y motivaciones que han de atender tanto a la lengua como a la interrelación de ella con otros códigos comunicativos.

Así, pues, las circunstancias del intercambio de lenguas propician la creación de nuevos términos denominados neologismos. El término neologismo nace en el siglo XVIII para designar una afectación en la manera de expresarse; el de neología, unos lustros más tarde, se refiere al arte de innovar siguiendo el progreso de las ideas (Guerrero Ramos 1997: 9-10). Será a partir de los años 70 cuando la neología léxica adquiere más fuerza por algunas fundadas razones, como: 1) el progreso tan rápido de la ciencia y la técnica, que conlleva la creación de muchas necesidades denominativas, tanto para designar las novedades como para difundirlas; 2) la evolución de la sociedad actual que nos conduce a una situación lingüística escindida en dos tendencias opuestas: una de ellas, la utilización del inglés, y la otra, el hecho de que las lenguas no dominantes aseguran la continuidad de su sistema, además de actualizar y diversificar permanentemente su código; 3) la aparición frecuente de foros internacionales de carácter cultural, político o económico que ejercen un papel difusor muy importante; 4) la intervención de los gobiernos en materia de lenguaje ha llevado a la propuesta de planes de política lingüística no sólo para las lenguas amenazadas sino también para las lenguas consideradas como poco dominantes, como indica Cabré (2002), que añade: «El tema més important des del punt de vista lingüistic és la caracterizació i tipologia dels neologismes. El treball d’odre cultural sobre la neologia és fondamentalment en la detecció de valors i creences d’una comunitat a través de les paraules».

La neología se encuentra estrechamente ligada a otras dos disciplinas lingüísticas: la lexicología y la lexicografía. La primera se ocupa del estudio del léxico; pero del léxico de una lengua considerado desde el punto de vista de la lingüística aplicada, donde se incluye la competencia de la actuación. No se trata de un conjunto homogéneo de reglas, principios y unidades, sino de un código muy diversificado en variedades, re­gistros y modalidades funcionales, que nos lleva a hablar continuamente de sistema de sistemas y no de un sistema único. Dentro de este campo, la neología es una de las posibles selecciones del léxico.

La aplicación más próxima de la lexicología es la lexicografía, o elaboración de diccionarios. La información de cualquier diccionario exige un examen constante en tres sentidos: la actualización de la nomenclatura, la revisión de las informaciones lingüísticas de las entradas y la actualización de las indicaciones neológicas de las palabras. En este dominio lingüístico, la neología debe ocuparse de recopilar las unidades que aparecen en el uso y una vez comprobada su estabilidad relativa, sugerirlas como entradas del diccionario. Al mismo tiempo, debe detectar la aparición de nuevos significados de palabras formalmente ya codificadas, y proponer la ampliación de las definiciones en el diccionario.

Es una práctica habitual en las lenguas la confección de glosarios de neologismos o de inventarios de palabras recogidas que no figuran en los diccionarios, pero que sirven de corpus de base para observar el arraigo de las palabras en el uso y, en consecuencia, seleccionar con más rigor las unidades que se van consolidando. En este sentido, estamos de acuerdo con la postura de Badia i Margarit (2000: 21-22):

 

Els neologismos solen ésser efímers [...]. Heus ací la raó per la qual els diccioinaris (sobretod els normatius) són refractaris o lents a incorporar neologismos. Només hi entraran els que tinguin la fortuna de tornar-se mots com quasevol altres. Si no, aquestes flors d’un dia només solen figurar en un corpus destinat justamente a enregistrar paraules que han estat de moda durant un temps i que después han desaparegut. Una razó per a conservar-les-hi pot ésser la possibilitat d’estudiar certes tendéncies que s’insinueaven en un moment de la vida de la llengua, les quals, per, después foren abandonades per la massa parlant.

 

Desde el punto de vista de los recursos utilizados para la creación de neologismos, el más empleado por su carácter histórico es el de la formación de palabras. Este procedimiento se centra en la creación de nuevas palabras a partir de otras ya existentes, empleando las modalidades de afijación; es decir, la prefijación, la sufijación y la composición:

 

Tradicionalmente, el concepto de formación de palabras es básicamente formal. De todos los recursos de los que las lenguas disponen para cubrir la necesidad de crear nuevas denominaciones se presta particular atención a los procedimientos basados tanto en el cambio de la estructura morfológica de las unidades léxicas ya existentes como en la función de éstas, su unión o combinación gráfica. Son obvias las conexiones entre estas dos parcelas lingüísticas: la formación de palabras y la morfología (Díaz Hormigo 2000: 13-15).

 

Además de los procedimientos de formación de palabras, una parte muy importante del léxico neológico procede de la adopción de extranjerismos (préstamos y calcos). El préstamo es un elemento lingüístico que puede pertenecer en principio a cualquier nivel o subsistema de la lengua, si bien el más frecuente de todos es el préstamo léxico.

Un tipo de préstamo fundamental es el calco. Se trata de un tipo esencial de préstamo no limitado a reproducir fonéticamente el modelo extranjero, sino que imita dos aspectos mucho más internos: el esquema o construcción morfológica y la significación. Su mecanismo consiste en reproducir en la lengua receptora, mediante unidades ya existentes, un elemento con la misma estructura y motivación semántica (Gómez Capuz 1998: 21-27). Estos últimos neologismos pueden crearse de forma espontánea o de forma planificada. La neología espontánea puede obedecer a dos causas: la denomi­nación de un concepto nuevo o la introducción de una variante estilísticamente marcada o simplemente expresiva en el sistema de denominación. Y su corpus procede mayoritariamente de la lengua general y el proceso más prolífico es la prefijación:

 

La neología espontánea suele ser el resultado de dos tipos de proceso: o un acto inconsciente por parte del hablante, que forma una nueva unidad sin darse cuenta de que se trata de una unidad no codificada en las obras lexicográficas; o bien crea una nueva unidad para llamar la atención del destinatario (Cabré et al. 2002: 163-165).

 

En cambio, la neología planificada se propone dotar a una lengua de recursos de expresión y comunicación propios; por lo tanto, tiene como objetivo principal la preservación de una lengua, y usa como base las nociones de norma y de genuinidad lingüística. El proceso más productivo en ella es la sintagmación, ya que supone el recurso más claro y predecible al margen de los aspectos de metaforización que tienen las lenguas. Por ello, una política de lengua que tiene en cuenta la vitalidad social de neologismos y que se propone como objetivo la implantación del uso de las formas normalizadas, ha de contar más con este recurso (Cabré 2000).

Como venimos viendo, pues, la neología es un tema de interés sobre todo para la lexicología, pero, ciertamente, ¿en qué aspectos determinados ha realizado la neología una contribución nueva a la teoría lingüística? Podríamos resumir sus aportaciones en los siguientes puntos:

1. La neología puede ofrecer a la lingüística una reflexión sobre las insuficiencias de algunos modelos teóricos a la hora de dar cuenta de la creatividad éxica y de la necesidad de contar con un fundamento empírico estable para el análisis de la formación de palabras.

2. La neología aborda el estudio de las formas afijadas de origen culto que en algunos casos atañen sólo al nivel léxico y en otros casos suponen el descubrimiento de nuevos valores semánticos y nuevas connotaciones de la forma prefijada.

3. La neología representa un desafío para la lingüística en la medida en que es un punto de acercamiento y de articulación de diversos aspectos de la lengua. El atractivo, pero también la dificultad, de la neología es precisamente la contribución que puede hacer en la búsqueda de modelos lingüísticos de vocación integradora.

Dentro de las innovaciones que aporta la neología, hemos de hacer especial mención del anglicismo, uno de los principales recursos de la creación neológica, como puede comprobarse en la recopilación terminológica de nuestros glosarios, donde el número más elevado de neologismos foráneos procede del inglés. En las décadas de los 50 y 60 es cuando se produce de manera acelerada y excesiva la invasión anglicista. Los Estados Unidos implantarán modas y aficiones; producto de ellas, el fenómeno del anglicismo penetrará en España por medio de la literatura, el periodismo, la tecnología, la ciencia, el cine, etc. En consecuencia, parece que el español medio se ha habituado a manejar anglicismos como parte de su vocabulario, evidentemente influido por los medios de comunicación, fundamentalmente por la Prensa y la televisión, que son donde aparecen con más asiduidad. Algunos autores nos hablan también de la influencia americana en países de habla hispana: «En general, el grado de difusión de la influencia del inglés americano sobre los países hispanoamericanos está estrechamente relacionado con el contacto existente entre los EE.UU. y las naciones hispanas» (Riquelme 1998: 52).

Además de este torrente de neologismos en la lengua española procedentes del inglés, por razones de influencia en el campo de la moda, el deporte, la informática, etc., existe también otra causa muy relevante: el inglés se comporta como un sistema lleno de impurezas bien asimiladas provenientes de todas las lenguas del mundo. Y justamente esta capacidad de integración es la clave de su hegemonía en el mercado actual de las comunicaciones humanas, sean culturales, políticas, comerciales o sólo circunstanciales.

 

 

ESTUDIO NEOLÓGICO

 

Metodología y objeto de estudio

 

Para realizar el estudio neológico al que nos referimos al principio de este artículo, hemos confeccionado un corpus de referencia en el que hemos usado algunas herramientas informáticas, puesto que en la actualidad la lingüística computacional tiene un papel fundamental en la elaboración y posterior aplicación de amplias muestras de uso de la lengua, ya sea en su modalidad escrita, ya en la oral. Los neologismos recogidos en nuestra base de datos pertenecen a los diarios nacionales Abc y El País, y al diario local Sur. Cada una de las fichas neológicas se dividen para su posterior análisis en los siguientes campos: entrada, definición, glosario al que pertenece, procedencia, autóctono (donde se especificará a qué dialecto o lengua pertenece), foráneo (también se concretará a qué lengua extranjera corresponde), derivación, español (donde averiguaremos si procede de la lengua común o el lenguaje de especialidad), categoría gramatical, género, número, periódico del que lo extrajimos, dominio contextual, y por último, la aparición o no del término en el Diccionario de la Real Academia, en el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA) y en el Diccionario de voces de uso actual.

 

 

ENTRADA

Antiglobalización

 

FORÁNEO

No

 

NÚMERO

sg.

 

DVUA 1ª edición

no

 

GLOSARIO

3

 

DERIVACIÓN

pref.

 

PERIÓDICO

El País

 

DVUA 2ª edición

 

Nº PALABRA

000416

 

ESPAÑOL

est.

 

DOMINIO

pol.

 

 

 

 

PROCEDENCIA

aut.

 

CATEGORÍA

s.

 

DRAE

no

 

 

 

 

AUTÓCTONO

esp.

 

GÉNERO

f.

 

CREA

 

 

 

 

DEFINICIÓN

contrario a la transformación en un planteamiento global.

 

CONTEXTO

Los ministros de exteriores reunidos en la Villa Madana, a las afueras de Roma, coincidieron en la necesidad de dar una respuesta política a los movimientos de protesta antiglobalización.

 

 

 

El análisis llevado a cabo en dicho trabajo consta de cinco partes: 1) estudio de la procedencia de los términos y los tipos de neologismos; 2) examen del dominio contextual o campo semántico donde aparece el número más elevado de estos; 3) determinación de los procedimientos de formación y análisis de otros recursos, entre los que incluimos los términos de procedencia extranjera; 4) comparación de los cuatro glosarios para establecer la permanencia de los neologismos durante el período transcurrido desde 1994 hasta 2003 (límites temporales de la recopilación de los glosarios); 5) estudio de los criterios que puede haber seguido el Diccionario de la Academia en su edición de 2001 para rechazar o aceptar los neologismos, a la vez que cotejamos el número de términos recopilados en el CREA y en el Diccionario de voces de uso actual, en sus ediciones primera y segunda, para aportar la mayor luz a la aprobación y rechazo de los neologismos en diferentes diccionarios.

Para llevar a cabo esta labor, hemos transportado los datos al programa estadístico SPSS y mediante las pruebas de chi cuadrado de Pearson y Phi V de Cramer[1] que el programa nos ofrece, hemos medido la relación de las variables. Conjuntamente, hemos añadido a estas pruebas unos gráficos para representar los resultados que se derivan.

 

 

Resultados

 

1. La política es el dominio contextual con el mayor número de neologismos en la Prensa (cfr. la tabla 1). Ello se debe a las considerables similitudes que existen entre el lenguaje político y el periodístico. Ambos son lenguajes especiales, adoptan nuevos vocablos y extranjerismos, se conciben y realizan con propósitos persuasivos, albergan equivalentes recursos lexicogenésicos, recurren frecuentemente a la técnica de alargamiento de palabras, usan eufemismos y se caracterizan por el contagio del lenguaje coloquial, además de concurrir en algunas características formales: ampulosidad en la expresión, esnobismo y adjetivación sinonímica.

Los medios de comunicación se han transformado en mediadores ineludibles para el discurso político. La contaminación entre ambos discursos es bidireccional, pero parece que el lenguaje político es el que ejerce mayor dominio, puesto que suele actuar como representación de comportamiento lingüístico. Y es que el lenguaje periodístico se ha contagiado de un mal discurso político que se caracteriza por ser pomposo, vacío e incorrecto (Guerrero Salazar y Muñoz Cabezas 2002: 24).

 

 

 

 

Tabla 1. Dominios contextuales

 

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

POLÍTICA

Recuento

94

97

103

90

384

Porcentaje

48,5%

44,5%

41,2%

28%

39%

CIENCIA / TECNOLOGÍA

Recuento

6

12

2

17

37

Porcentaje

3,1%

5,5%

0,8%

5,3%

3,8%

 

SOCIEDAD

Recuento

16

25

26

22

89

Porcentaje

8,2%

11,5%

6,8%

10,4%

9%

 

CULTURA

Recuento

20

17

17

19

73

Porcentaje

10,3%

7,8%

6,8%

5,9%

7,4%

 

ECONOMÍA

Recuento

11

14

17

11

53

Porcentaje

7,7%

6,4%

6,8%

3,4%

5,4%

 

DEPORTE

Recuento

17

22

18

40

97

Porcentaje

8,8%

10,1%

7,2%

12,4%

9,9%

 

ESPECTÁCULO

Recuento

10

14

56

122

202

Porcentaje

5,2%

6,4%

22,4%

37,9%

20,5%

 

PUBLICIDAD

Recuento

18

6

10

1

35

Porcentaje

9,3%

2,8%

4%

0,3%

3,6%

 

RELIGIÓN

Recuento

2

9

0

0

11

Porcentaje

1%

4,1%

0%

0%

1,1%

 

INFORMÁTICA

Recuento

0

2

1

0

3

Porcentaje

0%

0,9%

0,4%

0%

0,3%


 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 

188,875ª

200,779

984

 

27

27

 

,000

,000

a. 8 casillas (20,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es ,59.

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

Nominal por        Phi

nominal              V de Cramer

                           Coeficiente

                        de contingencia

N de casos válidos

,438

,253

 

,401

984

,000

,000

 

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

 

 

 

 

Gráfico del porcentaje de los diferentes dominios contextuales

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2. Los neologismos autóctonos utilizan como recurso principal para la creación de nuevos vocablos la formación de palabras, es decir, los procesos de derivación (prefijación, sufijación) y la composición (cfr. la tabla 2). La prefijación se muestra como uno de los procedimientos más activos, y que mayor dinamismo pretende expresar, pues, conservando la raíz, el prefijo sólo añade precisiones como negación, hostilidad, repetición, compañía, etc., al significado del lexema al que se antepone. En nuestros glosarios hallamos ejemplos del tipo antiglobalización, cofinanciado, macrocotillón, neofascista, remasterización, renacionalización, subcontratar, superpotencia, etc.

El segundo de los procesos, la sufijación, resulta muy productivo, pues se utiliza en todo tipo de lenguaje y en cualesquiera de los registros idiomáticos. Dentro de sus variantes, los sufijos apreciativos, también llamados afectivos porque afectan de manera subjetiva emocional al lexema o raíz a la que se adhieren, son los menos usados en el lenguaje periodístico; de hecho, en nuestros glosarios sólo hemos encontrado uno de ellos, —azo, en firmazo y flashazo. Por el contrario, los no apreciativos son mucho más numerosos y se caracterizan por ser semánticamente objetivos, ya que atañen de manera fundamental a la base a la que se aplican y poseen la capacidad de originar un cambio de categoría gramatical. En los glosarios localizamos ejemplos como: iraquizar, julianista, marbellicidad, objetivable, rapeo, travestismo, ugetista, etc.

El tercer recurso dentro de la formación, el de la composición, consistente en la unión de dos elementos fácilmente identificables y que pueden emplearse de manera independiente, es, de todos, el menos productivo. No obstante, podemos hallar algunos conglomerados que muestran la relación verbo + nombre (cazacanciones), nombre + nombre (touroperador), adjetivo + nombre (tontilocura) y adjetivo + adjetivo (blanquiazul).

 

Tabla 2. Procedimientos de derivación

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

SUFIJACIÓN

Recuento

55

48

44

68

215

Porcentaje

28,4%

22%

17,6%

21,1%

21,8%

 

COMPOSICIÓN

Recuento

23

15

19

28

85

Porcentaje

11,9%

6,9%

7,6%

8,7%

8,6%

 

PREFIJACIÓN

Recuento

63

111

74

85

333

Porcentaje

32,5%

50,9%

29,6%

26,4%

33,8%

 

SIGLACIÓN

Recuento

3

1

0

7

11

Porcentaje

1,5%

0,5%

0%

2,2%

1,1%

 

ACORTAMIENTO

Recuento

1

1

1

2

5

Porcentaje

0,5%

0,5%

0,4%

0,6%

0,5%

 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 80,757ª

84,781

     984

 

18

18

 

,000

,000

a. 12 casillas (42,9%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es ,99.

 

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

N de casos válidos

 

 

,286

,165

984

 

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

 

Gráfico de procedimientos de derivación

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3. En la creación de nuevas palabras también debemos destacar un tipo de lenguaje bastante empleado: las jergas o argots (cfr. la tabla 3). Estas expresiones son distintivas de determinadas clases sociales o, incluso, elementos vulgares que desde el habla popular entran a formar parte y a utilizarse en la lengua culta. No son rasgos de lengua que se hayan formado de manera artificial. Su original y asidua renovación radica en la dimensión léxica, no en la morfología ni en la sintaxis; y en cuanto a su semántica, el recurso más usado es la metáfora. Además, presentan una deformación fonética muy común como resultado de diminutivos síncopes o elisiones (Rodríguez Diéguez 2001: 28-47). Algunos de los ejemplos recogidos son pipa, pispas, segurata, sudaca.

 

Tabla 3. Neologimos españoles de tipo estándar, jergal o técnicos

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

ESTÁNDAR

Recuento

146

173

133

183

635

Porcentaje

75,3%

79,4%

53,2%

56,8%

64,5%

 

JERGAL

Recuento

2

4

5

7

18

Porcentaje

1%

1,8%

2%

2,2%

1,8%

 

TÉCNICO

Recuento

0

1

2

0

3

Porcentaje

0%

0,5%

0,8%

0%

0,3%

 

 

 

 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

57,770ª

60,884

     984

 

9

9

 

,000

,000

a. 7 casillas (43,8%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es ,59.

 

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

N de casos válidos

 

 

,242

,140

 984

 

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

 

Gráfico del porcentaje de tipos de neologismos españoles

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

4. La casi totalidad de los términos que forman los neologismos foráneos está constituida por anglicismos, por préstamo o por calco (cfr. la tabla 4). Las causas que originan esta nueva fuente de expresividad residen tanto en el ámbito lingüístico como en el extralingüístico. En ocasiones, el término inglés es más preciso que su equivalente español; en otras, tal equivalente ni siquiera existe; otras veces aparecen por eufemismo, para ocupar un hueco que han dejado otras palabras al desplazar su significado, y, en fin, también por la necesidad de lexicalizar descubrimientos técnicos o científicos, por esnobismo o simplemente para dar prestigio a un producto. Ejemplos de este fenómeno en nuestros glosarios son: acid jazz, cash flow, drop, pool, pope, prime time, putt, raper, reality show, revival, share, etc. Nos parece en muchos casos un obstáculo importante para la comprensión del lector, el no añadir al menos entre paréntesis la posible equivalencia al español, sobre todo cuando se usa un término extranjero que no pertenece al inglés, pues nuestra relación en la actualidad con este idioma es mucho más fluida que con el resto. Por ejemplo: charme, fedayín, fourlard, kalashnikov, paparazzi, suní.

 

Tabla 4. Neologismos foráneos

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

Total

         

 

GALICISMOS

Recuento

5

3

4

2

14

Porcentaje

2,6%

1,4%

1,6%

0,6%

1,4%

 

ANGLICISMOS

Recuento

37

34

90

117

278

Porcentaje

19,1%

15,6%

36%

36,3%

28,3%

 

ARABISMOS

Recuento

0

0

5

3

8

Porcentaje

0%

%

2%

0,9%

0,8%

 

ITALIANISMOS

Recuento

1

0

1

5

7

Porcentaje

0,5%

0%

0,4%

1,6%

0,7%

 

OTROS

Recuento

3

3

10

5

21

Porcentaje

1,5%

1,4%

4%

1,6%

2,1%

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 

 69,801ª

73,924

984

 

15

15

 

,000

,000

a. 14 casillas (58,3%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es 1,38.

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

N de casos válidos

 

 

,266

,154

 984

 

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

Gráfico de neologismos foráneos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5. Frente a los fenómenos de la neología y del anglicismo ha permanecido siempre y aún hoy se percibe una postura contraria a su aceptación incondicional. Muchos observadores y algunos lingüistas se muestran preocupados por una posible desnaturalización de la lengua, debida a la hipertrofiada creación e irrupción de términos extranjeros. Sin embargo, la actitud más general, que nosotros compartimos, es alentadora, ya que muchos estudiosos manifiestan que los temores alarmistas no están fundados; la vitalidad de una lengua le confiere una capacidad de creación y adaptación a un mundo dinámico que tiene tendencia al cambio y al desarrollo. La mejor medida para evitar una invasión peligrosa es tener una política coordinada de gobiernos e instituciones donde se lleve a cabo una planificación terminológica.

Al contrastar la permanencia de los neologismos en los cuatro glosarios, advertimos que una gran mayoría es de creación nueva. De este dato deducimos el carácter efímero de los neologismos que aparecen en la Prensa. La necesidad de expresarse de una manera culta y el afán por hallar un término distintivo que proporcione dignidad, distinción y apariencia culta, se mezclan en el lenguaje periodístico. Por ello, la aparición de neologismos innecesarios se debe en muchas ocasiones a la expresividad (característica propia de los textos periodísticos) que necesita manifestar el hablante, sea del tipo que sea: prestigio, estatus social, esnobismo o neologismos de tipo estilístico (López Morales 2000: 528-530). Por eso, en los periódicos se recurre tanto al neologismo polisilábico a través de la formación de palabras mencionada anteriormente. Por ejemplo: neosalvajismo, chiringuito financiero. Por ello, en la creación de nuevos términos en el lenguaje periodístico y su utilización a través del tiempo, podemos hablar de una cierta mortandad léxica, puesto que muchos de ellos son efímeros y no vuelven a emplearse. La desaparición total de un neologismo puede deberse principalmente a dos motivos: la desaparición de los conceptos a los que designa y la competición a la que están sometidas las palabras y que hace que en un momento específico la sociedad prefiera una a otra por su mayor concisión, su empleo superior o sencillamente por razones de estética o de prestigio social (Alarcos 1999: 22). Consecuentemente, parece razonable que esta naturaleza efímera se convierta en un considerable obstáculo para la Real Academia Española (cfr. la tabla 5) a la hora de insertar nuevos términos en su diccionario normativo.

 

Tabla 5. Términos incluidos en el Diccionario de la Real Academia de 2001

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

DRAE

Recuento

44

66

58

2

170

Porcentaje

22,7%

30,3%

23,2%

0,6%

17,3%

 

DRAE NO

Recuento

150

152

192

320

814

Porcentaje

77,3%

69,7%

76,8%

99,4%

82,7%

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

   98,376ª

135,527

984

 

3

3

 

,000

,000

a. 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es 33,52.

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

Nominal por                  Phi

nominal                        V de Cramer

                    Coeficiente de contingencia

N de casos válidos

 

 

,316

,316

,301

 984

 

,000

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

 

Gráfico de neologismos aceptados por el DRAE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Mientras que el número de términos de nuestros glosarios aceptados por el DRAE no es muy elevado, son muchos los registrados en el Corpus de Referencia del Español Actual (cfr. la tabla 6) y en el Diccionario de voces de uso actual en su primera y segunda edición (cfr. las tablas 7 y 8). El CREA es un banco de datos del español contemporáneo que está concebido como un corpus de estructura abierta, lo que conlleva la actualización continua de sus datos. Está diseñado para ofrecer una información exhaustiva acerca de una lengua en un momento específico de su historia, por lo cual tiene que ser lo suficientemente extenso para representar todas las variedades importantes de esa lengua.

 

Tabla 6. Términos incluidos en el Corpus de Referencia del Español Actual

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

DRAE

Recuento

144

169

198

193

704

Porcentaje

74,2%

77,5%

79,2%

59,9%

71,5%

 

DRAE NO

Recuento

50

49

52

129

280

Porcentaje

25,8%

22,5%

20,8%

40,1%

28,5%

 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 33,017ª

32,309

984

 

3

3

 

,000

,000

a. 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es 55,20.

 

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

                 Coeficiente de contingencia

N de casos válidos

 

,183

,183

,180

 984

 

,000

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 


 

Gráfico de neologismos aceptados por el CREA

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Por su parte, el Diccionario de voces de uso actual, basa sus criterios de selección en términos autóctonos y foráneos no admitidos por el DRAE que aparecen en textos escritos en español.

 

Tabla 7. Términos incluidos en el Diccionario de voces de uso actual.

1ª edición (1994)

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

DVUA

Recuento

97

116

91

67

371

Porcentaje

50%

53,2%

36,4%

20,8%

37,7%

 

DVUA NO

Recuento

97

102

159

255

613

Porcentaje

50%

46,8%

63,6%

79,2%

62,3%

 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 74,126ª

76,548

     984

 

3

3

 

,000

,000

a. 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es 73,14.

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

                      Coeficiente de contingencia

N de casos válidos

 

,274

,274

,265

 984

 

,000

,000

,000

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 

 

Tabla 8. Términos incluidos en el Diccionario de voces de uso actual.

2ª edición (2003)

GLOSARIOS

 

1

2

3

4

TOTAL

         

 

DVUA

Recuento

83

100

130

183

496

Porcentaje

42,8%

45,9%

52%

56,8%

50,4%

 

DVUA NO

Recuento

111

118

120

139

488

Porcentaje

57,2%

54,1%

48%

43,2%

49,6%

 

 

 

 

Pruebas de chi-cuadrado

 

 

Valor

 

 

gl

Sig. asintótica

(bilateral)

 

Chi-cuadrado de Pearson

Razón de verosimilitud

N de casos válidos

 

 11,876ª

11,910

984

 

3

3

 

,008

,008

a. 0 casillas (,0%) tienen una frecuencia esperada inferior a 5. La frecuencia

mínima esperada es 96,21.

 

Medidas simétricas

 

 

Valor

Sig.

aproximada

 

Nominal por                  Phi

nominal                         V de Cramer

                 Coeficiente de contingencia

N de casos válidos

 

,110

,110

,109

 984

 

,008

,008

,008

a. Asumiendo la hipótesis alternativa.

b. Empleando el error típico asintótico basado en la hipótesis nula.

 


 

Gráficos de neologismos aceptados por el DVUA 1ª y 2ª ediciones

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

Esta mayoritaria aparición de nuestros términos en ambos corpus implica que muchos de los neologismos recopilados en nuestro trabajo no son resultado de una creación fugaz, sino que son palabras utilizadas en momentos diferentes y medios de comunicación diversos Y sin embargo, y a pesar de que estimemos que el Diccionario de la Real Academia debería registrar términos que han demostrado su estabilidad, resulta comprendida la postura tan reservada o, prudente, de la Real Academia ante la amenaza que supone el mencionado carácter efímero de muchas expresiones. Nuestra máxima institución lingüística, en su empeño de fijar el idioma, espera un tiempo suficientemente prolongado para comprobar si tales voces se consolidan o, por el contrario, desaparecen.

 

 

BIBLIOGRAFÍA CITADA

 

e. alarcos (1999), «Consideraciones sobre el neologismo», en El neologismo necesario, Madrid, Fundación EFE.

a. m. badia i margarit (2000), «Risc i certesa de la neologia», en La neologia en el tombant de segle, Barcelona, Observatori de Neologia-Institut Universitari de Lingüística Aplicada-Universitat Pompeu Fabra.

m. t. cabré (2000), «La neologia com a mesura de la vitalitat interna de les llengües», en La neologia en el tombant de segle, Barcelona, Observatori de Neologia-Institut Universitari de Lingüística Aplicada-Universitat Pompeu Fabra, pp. 85-107.

m. t. cabré (2002), «La neologia avui: el naixement d’una disciplina», en Lexic i neologia, Barcelona, Institut Universitari de Lingüística Aplicada-Universitat Pompeu Fabra, pp. 34-39.

m. t. cabré et al. (2002), «Evaluación de la vitalidad de una lengua a través de la neología: a propósito de la neología espontánea y de la neología planificada», en Lexic i neologia, Barcelona, Institut de Lingüística Aplicada-Universitat Pompeu Fabra.

m. t. díaz hormigo (2000), Disciplinas lingüísticas y formación de palabras, Cádiz, Universidad.

f. gimeno menéndez y m. v. gimeno menéndez (2003), El desplazamiento lingüístico del español por el inglés, Madrid, Cátedra.

j. gómez capuz (1998), El préstamo lingüístico. Conceptos, problemas y métodos, Valencia, Universitat.

g. guerrero ramos (1997), Neologismos en el español actual, Madrid, Arco / Libros.

s. guerrero salazar y e. muñoz cabezas (2002), Medios de comunicación y español actual, Archidona (Málaga), Aljibe.

h. lópez morales (2000), «Vitalidad del léxico», en M. Alvar, dir., Introducción a la lingüística española, Barcelona, Ariel.

j. riquelme (1998), Los anglicismos. Anglicismos y anglicismos: huéspedes de la lengua, Alicante, Aguaclara-Ayuntamiento de Torrevieja.

j. l. rodríguez diéguez (2001), La jerga de la reforma educativa, Barcelona, Ariel.


 

[1] Las pruebas de contraste de chi-cuadrado de Pearson y la de Phi V de Cramer permiten medir la relación entre las variables. La primera de ellas comprueba si existe dependencia o no entre ambas variables. Si las frecuencias realizadas y las esperadas difieren mucho, significa que hay relación entre las variables y por tanto se puede rechazar su independencia o la hipótesis nula. Si la casilla Sig. asintótica es mayor a 0,05, significa que hay independencia y no hay, por tanto, relación entre las variables. Aunque el contraste de chi-cuadrado pruebe si existe asociación o no, no puede demostrar la magnitud de esta asociación, puesto que X2 no tiene un límite superior. Para medir la magnitud empleamos el coeficiente V de Cramer, que varía entre 0 y 1.