Estudio sociolingüístico del ceceo en dos comunidades de habla

 

Elisabeth Melguizo Moreno

(ely@ugr.es)

universidad de granada

 

 

Resumen

En este trabajo analizamos el proceso de acomodación lingüística que experimenta un grupo de hablantes de procedencia rural en la capital granadina. Concretamente nos centramos en el estudio comparativo del ceceo en dos muestras de población.

 

Abstract

In this paper we analyze the process of linguistic accommodation that is experimented by a group of speakers of rural procedence in Granada city. We concretely focus on the comparative study of ceceo in two samples of population.

 

Palabras clave

Sociolingüística

Ceceo

Prestigio

Correlación

 

 

 

Key words

Sociolinguistics

Ceceo

Prestige

correlation

 

AnMal Electrónica 27 (2009)

ISSN 1697-4239

 

 

 

OBJETIVO

 

El presente trabajo pretende analizar el comportamiento lingüístico que manifiesta un grupo de inmigrantes pineros instalados en Granada. (Con la denominación inmigrantes pineros nos referimos a los hablantes procedentes de la localidad granadina de Pinos Puente que se han instalado definitivamente en Granada.) Este estudio se encuentra en la línea desarrollada por la tesis doctoral Convergencia y divergencia dialectal. A propósito del habla de Pinos Puente y sus contactos con Granada (Melguizo Moreno 2007), que ha estudiado los procesos de convergencia y divergencia dialectal ocasionados con motivo de la inmigración rural hacia núcleos urbanos; en nuestro caso se trata de investigar las consecuencias lingüísticas que acarrea el trasiego de población desde la localidad granadina de Pinos Puente a la metrópoli.

Entre las décadas de 1950 y 1980 hubo en Granada un importante crecimiento de la población, por la afluencia masiva de gente procedente del área metropolitana hacia la capital (Moya Corral y García Wiedemann 1995). Hoy continúan los movimientos poblacionales del campo a la ciudad, motivados principalmente por la búsqueda de unas mejores condiciones de vida (trabajo, formación, economía, etc.).

Entre los inmigrantes instalados observamos básicamente dos tendencias (Melguizo Moreno 2007), dependiendo de su grado de integración en el medio urbano: a) unos conservan la variedad vernácula de origen (ceceo), bien por la existencia en ellos de un «prestigio encubierto», bien porque manifiestan una resistencia al cambio lingüístico por simple «rebeldía personal» (Melguizo Moreno 2007 y 2008a); b) otros, en cambio se acomodan a la norma lingüística prestigiosa de la capital (distinción s/T) e intentan adquirir dicha variedad fonológica (Melguizo Moreno 2007 y 2008b). Sin embargo, la actitud de los hablantes pineros no se limita a estas dos actuaciones, sino que existen situaciones de «tránsito» de un estadio a otro. Nos referimos a la presencia nada despreciable de sonidos intermedios de /s/-/T/ que subyace entre los informantes cuando intentan adquirir la distinción granadina. Igual ocurre con el seseo (Melguizo Moreno 2007, 2008c y 2008d), un fenómeno que tiene su origen en la mencionada adquisición de la /s/. El patrón de uso sibilante es fruto de la pretensión distinguidora de nuestros hablantes, en un intento de lograr ese modelo lingüístico.

Sin embargo, los pineros instalados carecen en su sistema fonológico del sonido /s/. Con esta afirmación queremos decir que los hablantes son incapaces de articular la sibilante, pero no que desconozcan su existencia (evidentemente, todos distinguen los fonemas /s/: /θ/ en la escritura). Dicha carencia explica la constante producción de errores que no son otros que los procedentes del seseo. De este modo, el seseo se entiende como un intento fallido de adquirir la distinción.

Pinos Puente es un pueblo que se encuentra enclavado en un área de ceceo; por tanto, sus hablantes, tras instalar su residencia definitiva en la capital, pretenden acomodarse a la norma de prestigio de los granadinos, que no es otra que la distinción. Sin embargo, el ceceo, en tanto que la variedad vernácula originaria, sigue teniendo un porcentaje elevado en los pineros instalados en Granada, sobre todo en hablantes de la tercera generación con un bajo nivel educativo (Melguizo Moreno 2007). Aunque también aparece en el resto de generaciones, con independencia del grado de instrucción que posean.

En definitiva, en este artículo pretendemos mostrar el peso que aún sigue teniendo el ceceo entre los hablantes que adoptan dicho patrón. Con este propósito, nos basamos en los resultados que nos proporciona un análisis de correlaciones bivariadas realizado con el programa estadístico SPSS. Perseguimos un doble propósito: primero, estudiar la correlación de la variable independiente (ceceo) con las variables dependientes; en segundo lugar, analizar las correlaciones de todas las variables entre sí.

 

 

DATOS

 

Los datos de este trabajo proceden de un corpus oral basado en la realización de entrevistas y de un corpus escrito obtenido a través de cuestionarios sociológicos y reticulares que proporcionaban información personal del individuo y de su red inmediata. En dicho cuestionario había preguntas relativas a la edad, sexo, nivel educativo, años de estudio, ingresos, exposición a los media, barrio de residencia, ocupación, matrimonio, nacimiento de la pareja, satisfacción con la red, personas con las que trata, densidad, multiplicidad, ruralidad, modernidad, etc.

La población estudiada está formada por dos calas: una ubicada en el pueblo (Pinos Puente) y otra en Granada (inmigrantes pineros). El total de informantes son 144 (H = 72 y M = 72) para las dos muestras diseñadas, cada una de las cuales tiene un total de 72 hablantes (H = 36; M = 36): rurales (Pinos Puente) e inmigrantes instalados. Para su estudio se consideran tres generaciones de edad: 1ª generación: 15-24 años; 2ª generación: 25-54 años y 3ª generación: > 54 años; y tres niveles educativos: sin estudios (0-6 años); estudios medios (7-11 años) y estudios superiores (más de 11 años). La edad y el nivel educacional constituyen dos variables fundamentales para la estratificación de la muestra.

 

 

 

ANÁLISIS

 

Datos generales

 

Los índices generales de ceceo (tabla 1) muestran diferencias significativas en las dos muestras de habla investigadas (hablantes de Pinos Puente e inmigrantes pineros):

 

 

 

  PCeceo

N

Mínimo

Máximo

Media

 

Desv. típ.

Hablantes de Pinos Puente

72

,00

1,00

,7070

,31517

Inmigrantes pineros

72

,00

,98

,3629

,33163

N válido

(según lista)

144        

 Tabla 1. Probabilidad media de ceceo (PCeceo) en los hablantes residentes

en Pinos Puente y los inmigrantes pineros

 

El ceceo es la variedad lingüística nativa de los hablantes de Pinos Puente. Esta localidad se encuentra enclavada en un área de ceceo (cfr. ALEA, mapa 1705, «Áreas de mantenimiento o de neutralización de la oposición /s/: /θ/»); de ahí que sus hablantes manifiesten un índice considerablemente alto (.70) de esta articulación. En Pinos Puente el patrón no sibilante (‘ceceo’) goza de prestigio social entre sus hablantes (prestigio encubierto). Ellos sienten la necesidad de reforzar su identidad local y vínculos rurales.

Sin embargo, cuando los inmigrantes pineros se instalan en la capital granadina, el ceceo reduce considerablemente su presencia (.36). En Granada, el ceceo carece de prestigio y no sólo cuenta con escaso apoyo social, sino que además es un rasgo estigmatizado como rural (Moya Corral y García Wiedemann 1995). Esta situación hace que los inmigrados procedentes de áreas de ceceo, como es el caso de nuestros informantes, modifiquen su conducta lingüística y adopten otras formas más prestigiosas (.66 distinción; .12 seseo) (Melguizo Moreno 2007). En la capital granadina, las variedades de prestigio son la distinción (.55) y el seseo (.40) (Moya Corral y García Wiedemann 1995).

No obstante, el ceceo sigue teniendo un peso importante en el volumen total de la muestra. La norma vernácula se conserva en muchos de los inmigrantes instalados en Granada por cuestiones de solidaridad con la red local, identidad grupal, contactos con el pueblo, resistencia al cambio por simple rebeldía personal[1], imposibilidad de adoptar otros hábitos articulatorios[2], etc. Incluso hay hablantes que son capaces de alternar ceceo y distinción (Melguizo Moreno 2007) porque no sienten la necesidad de optar por una norma lingüística u otra, sino que las utilizan indistintamente según el contexto, la variedad lingüística de su interlocutor, la situación comunicativa, etc.

El importante descenso que experimenta el ceceo en Granada (.70 .36) se debe en parte al prestigio de que goza la distinción fonológica de /s/: /θ/. Si ya en el pueblo algunos sujetos comenzaban a intentar abandonar su variedad nativa o alternarla con la distinción (.17), en Granada la voluntad de hacerlo aumenta (.66) (Melguizo Moreno 2007). En la capital, los inmigrantes observan que su ceceo está desprestigiado socialmente y estigmatizado como rural. Por consiguiente, tratan de rechazarlo para conseguir una mejor situación socio-económica y laboral y, por tanto, lograr una progresión social.

Esta situación es comparable con la de otros estudios sobre el ceceo (tabla 2), realizados en diferentes provincias andaluzas[3]:

 

 

CECEO

 

C

G

Huelva

.23

 

Jerez

.12

.47

Sevilla

0

.06

Córdoba

 

0

Málaga

 

.27

Granada

0

.05

Tabla 2. Probabilidades de ceceo en el español andaluz

(C = índices específicos de los niveles cultos;

G = índices generales que no especifican nivel sociocultural)

 

En Huelva, Heras et al. (1996) recogen un índice no muy alto de ceceo (.23), al igual que Villena (1996) en Málaga (.27). En Granada (0 /.05) (Salvador 1980; Moya Corral y García Wiedemann 1995) y Sevilla (0/.06) (Carbonero 1985a, 1985b y 2003; Lamíquiz y Carbonero 1987), caen bruscamente los valores otorgados al ceceo por el escaso prestigio social de que goza esta estructuración. En opinión de estos autores, el ceceo es propio de hablantes con escaso grado de instrucción formal.

Años atrás, el ALEA puso de manifiesto que el ceceo era una de las normas características del habla de los sujetos incultos de Granada. Ahora, los resultados muestran que la situación ha cambiado. El 5% obtenido por Moya Corral (1992) y Moya Corral y García Wiedemann (1995) en sus estudios, indica que el ceceo es poco significativo si lo comparamos con el resto de estructuraciones (distinción .55 y seseo .40)[4]. Sobre la precaria situación del ceceo ya se pronunció Salvador, afirmando que «el ceceo se bate en franca retirada» (1980: 32). Más adelante, Moya Corral (1992) explicó el motivo de tan inestable situación: «debido no sólo a su bajo porcentaje, sino además al hecho de que ninguno de los hablantes encuestados es ceceante puro». Años más tarde, Moya Corral y García Wiedemann (1995) señalan que el ceceo no sólo carece de prestigio y cuenta con escaso apoyo social, sino que también es un rasgo estigmatizado como rural. Esta circunstancia hace que los inmigrantes procedentes de áreas de ceceo, como es el caso de los informantes que constituyen nuestro estudio, modifiquen su actitud lingüística en beneficio de usos más prestigiosos (distinción s/T).

En Jerez, hemos de destacar las diferencias existentes entre los niveles cultos y el índice general (Carbonero et al. 1992). En este último se puede apreciar que el ceceo (.47) alterna con el seseo (.44). Mientras que en los niveles cultos la tendencia más significativa es hacia la pronunciación seseante (.76), el ceceo (.12) y la distinción (.12) obtienen valores idénticos. Por consiguiente, cabe decir que el perfil del jerezano culto es el de un sujeto que sesea; mientras que la mayoría de la población cecea o distingue (jóvenes, principalmente).

Uruburu (1990) analizó la situación sociolingüística de la ciudad de Córdoba pero no obtuvo resultados para la articulación ceceante (0), puesto que la norma de prestigio de la capital es el seseo, que alterna con la distinción en hablantes de estudios medios y preuniversitarios.

En Málaga (Ávila 1994; Villena 1996; Cuevas Molina 2001), el ceceo, aunque muy extendido, es secundario y propio de los hombres, frente al seseo, que es la tendencia mayoritaria entre las mujeres.

 

 

Análisis de correlaciones

 

El análisis de correlaciones que permite realizar el programa estadístico SPSS, nos proporciona una información más detallada acerca del funcionamiento del ceceo en las dos muestras de habla investigadas. Por esto, decidimos cruzar la probabilidad de ceceo con distintas variables[5], con el objeto de observar los factores relacionados entre sí y los que más podían influir en la variación del uso vernáculo. Acometimos esta tarea tanto en la cala formada por hablantes residentes en Pinos Puente como en la constituida por inmigrantes granadinos.

En las tablas 3 y 4 mostramos los resultados obtenidos en el análisis de correlaciones de la variable dependiente (ceceo) y las variables independientes, esto es, las recogidas en el cuestionario sociológico utilizado para el análisis. En las líneas que siguen comentaremos las relaciones que existen entre ellas.

 

Residentes en Pinos Puente. En primer lugar, centramos nuestra atención en la situación lingüística de los hablantes residentes en Pinos Puente (tabla 3). Como se puede apreciar, los resultados revelan que el ceceo está fuertemente correlacionado con la educación del hablante (-.711**). Se trata de una correlación negativa, lo cual indica que se da una relación inversa entre ambas variables, es decir, a mayor nivel educativo, menor es el índice de ceceo. A continuación, el ceceo se correlaciona con la exposición a los media (lectura de libros: -.623). Se da también una correlación negativa: a mayor exposición del hablante a las fuentes del saber, menos posibilidades de aparición de la norma vernácula. Seguidamente encontramos otras dos variables algo menos correlacionadas con el ceceo que las anteriores, pero igualmente significativas: los barrios (-.506**) y las personas con las que trata el informante (-.504**). En relación a la primera, advertimos que, dependiendo del barrio donde viva el informante, el índice de ceceo varía (Melguizo Moreno 2007: 409). Así pues, si reside en barrios periféricos del pueblo, el ceceo se incrementa, frente a cuando habita en el centro de Pinos Puente. Del mismo modo hemos de interpretar la correlación negativa que posee el ceceo y los contactos del informante. Asimismo, si el hablante mantiene contactos únicamente rurales, el ceceo crece notoriamente; si, en cambio, se relaciona con gente de Granada u otras ciudades, el descenso de esta articulación era importante (Melguizo Moreno 2007: 407).

En última instancia, hemos de aludir a la correlación que el ceceo guarda con la escala de ingresos del informante (-.464**). Los datos muestran que los sujetos que se sitúan más alto en la escala profesional, son los que cecean en menor medida; por el contrario, los que ocupan una categoría profesional muy baja suelen mantener su variedad lingüística originaria (ceceo). En este sentido, se puede establecer un orden jerárquico de los factores estudiados en función de su peso en la predicción de la variable dependiente (ceceo):

 

Educación >> Lectura de libros >> Barrios >>

Personas con las que trata >> Escala de ingresos

 

Hasta ahora hemos analizado la relación entre la variable dependiente (lingüística: ceceo) y las independientes (las sociales). Sin embargo, conviene estudiar además las correlaciones que guardan entre sí las variables independientes. A continuación, mostramos la relación que existe entre ellas, según los resultados obtenidos:

 

Edad Nacimiento de la pareja

Educación Ceceo Personas con las que trata el informante

Sexo Trabajo

Barrios Ceceo Educación

Libros Educación Ceceo

Escala de ingresos Educación

Matrimonio Nacimiento de la pareja

 

Éstas son las correlaciones más significativas entre las distintas variables. Entre ellas conviene destacar aquellas en las que interviene la educación. El grado de instrucción también resulta fundamental para determinar el funcionamiento del patrón no sibilante (ceceo) en nuestra investigación. Es una variable que actúa de freno en el avance de este fenómeno. La educación, en definitiva, es inversamente proporcional al ceceo y, por consiguiente, a las variables que posean una correlación negativa con este fenómeno. De esas relaciones se pueden deducir algunos axiomas:

 

1. Mayor nivel educativo >>>> Menor ceceo >>> predominio de contactos urbanos

2. Menor nivel educativo >>>> Mayor ceceo >>>  predominio de contactos rurales

3. Mayor nivel educativo >>>> Menor ceceo >>> barrios periféricos

4. Menor nivel educativo >>>> Mayor ceceo >>> barrios del centro

5. Mayor nivel educativo >>>> Menor ceceo >>> Mayor exposición fuentes del saber (hay lectura de libros)

6. Menor nivel educativo >>>> Mayor ceceo >>> Escasa o nula exposición a las fuentes del saber (no hay lectura de libros)

7. Mayor nivel educativo >>> Menor ceceo >>>> Profesión alto prestigio (propietarios con o sin asalariados)

8. Menor nivel educativo >>>> Mayor ceceo >>>> Profesión de bajo prestigio (obreros con o sin cualificación)

 

En definitiva, se puede decir que las reglas del funcionamiento del ceceo siguen los patrones establecidos arriba. No obstante, no debemos generalizar. En las proposiciones indicadas sólo hemos tenido en cuenta los valores más significativos de cada variable, sin entrar en particularidades.

 

Inmigrantes pineros. En segundo lugar, nos centramos en la descripción del ceceo que corresponde a la cala formada por inmigrantes pineros (tabla 4). La intersección del ceceo con las variables estimadas para su estudio, nos permite señalar algunos hechos:

a) El factor que predice en mayor medida el uso del ceceo es también la educación (-.595**). El índice de la correlación ha disminuido con respecto al del pueblo (-.711**)[6], sin embargo, aún sigue teniendo un peso importante. Al igual que en el caso anterior, la relación entre el ceceo y la educación es negativa puesto que a medida que aumenta el grado de instrucción del informante, disminuye el índice de ceceo;

 b) la segunda variable que incide en la variación de la dependiente (ceceo) es el nacimiento de la pareja (-.530**). Se trata de una correlación media y negativa. Si la pareja del informante ha nacido en el pueblo, el hablante mantiene una probabilidad más alta de ceceo que si lo ha hecho en otro lugar (Melguizo Moreno 2007: 404);

c) el tercer factor que repercute decididamente en el uso de la norma vernácula es el matrimonio (-.407**). La soltería o el matrimonio también influyen en la variación de /θs/ [θ]. Si el informante está casado suele cecear más que si no tiene pareja (Melguizo Moreno 2007: 401);

d) la profesión del padre es otra variable que se correlaciona débilmente, pero en sentido negativo con el ceceo. El informante cuyo padre ocupa una profesión de alto prestigio, cecea menos que si es hijo de obrero, con o sin cualificación (Melguizo Moreno 2007: 432);

e) la siguiente correlación es débil y menos significativa que las anteriores; se trata de la relación que existe entre la edad y el ceceo. En Granada, esta estructuración (ceceo) goza de escaso prestigio, de ahí que la cota descienda (.289*). Sin embargo, destaca el hecho de que la correlación sea positiva, esto es, que el ceceo corre paralelo al avance de las generaciones;

f) igual que ocurría en el pueblo, la escala de ingresos también se relaciona con la norma confundidora en sentido negativo, aunque tiene menos peso (-.277*). Así pues, se puede decir que a más alto nivel en la escala profesional del hablante, menor es el uso de realizaciones ceceantes y, viceversa;

g) la variable que, según los datos, influye menos en el funcionamiento del ceceo son los barrios (-.260*). La heterogeneidad de la muestra constituida por inmigrantes determinó que fijaran su residencia definitiva en distintos barrios de la capital granadina. No obstante, el ceceo alcanza su índice más elevado en el Zaidín, puesto que es la tendencia lingüística elegida por inmigrantes mayores sin estudios (Melguizo Moreno 2007: 457).

En función de los resultados, se puede determinar, asimismo, un orden jerárquico de los factores que predicen en mayor medida el uso de realizaciones vernáculas entre los inmigrantes:

 

Educación >> Nacimiento de la pareja >> Matrimonio >> Profesión del padre >>

Edad >> Escala de ingresos >> Barrios

 

Siguiendo la tónica anterior, explicaremos las correlaciones que resultaron más significativas entre las variables independientes. Podemos sintetizar las principales relaciones entre ellas del siguiente modo:

 

Edad Nacimiento de la pareja

Educación Ceceo Profesión del padre

Sexo Ingresos

Barrios Ceceo

Profesión del informante Ingresos

Escala de ingresos Educación Profesión del padre

Matrimonio Nacimiento de la pareja

 

Igual que ocurría en el pueblo, en Granada la educación es el factor más influyente en el funcionamiento del ceceo. La correlación de esta variable con las variables independientes nos permite establecer algunas proposiciones fundamentales[7]:

 

Mayor nivel educativo >>> Menor ceceo >>  Profesión (padre) alto prestigio

Menor nivel educativo >>> Mayor ceceo >> Profesión (padre) bajo prestigio

Mayor nivel educativo >>> Menor ceceo >> Ingresos elevados

Menor nivel educativo >>> Mayor ceceo >> Bajo nivel de ingresos

 

 

 

 

 

 

 

En síntesis, podemos extraer algunas conclusiones generales que se derivan del análisis comparativo de correlaciones en el pueblo y Granada:

1. El ceceo se correlaciona fuertemente y en sentido negativo con la educación del hablante  (pinero e inmigrante: -.711** y -.595**, respectivamente). Por tanto, a menor grado de instrucción, mayor es el índice de ceceo.

2. El factor barrios resultó significativo en ambas muestras, aunque se observan algunas diferencias: mientras en el pueblo, la correlación es media y en sentido negativo (-.506**); en Granada, el índice de la correlación desciende aunque sigue conservando el signo distintivo de dicha relación (negativo: -.260*). Solían ser hablantes de alto poder adquisitivo y estudios superiores los que presentaban un menor índice de realizaciones vernáculas.

3. El tercer factor que actúa en las calas estudiadas es la escala de ingresos. Si bien en el pueblo presentaba un índice de correlación medio y negativo (-.464**), entre los inmigrantes desciende aunque mantiene el sentido de la relación (negativo: -.277*). En general, se puede decir que a mayor poder adquisitivo, menor índice de ceceo y viceversa.

 

Dado que la educación es el principal factor que influye en la predicción del uso vernáculo (ceceo), pretendemos ilustrar mediante los siguientes gráficos (1 y 2) la posición de los informantes pineros e inmigrantes en dicho continuum:

 

Gráfico 1

 

La representación gráfica de estos dos cruces de variables nos proporciona una imagen más perfecta del efecto que produce la educación en el ceceo.

 

Gráfico 2

 

En líneas generales, podemos decir que a medida que aumenta el nivel educativo del informante, desciende el índice de ceceo. Los hablantes sin estudios marcan el máximo de fluctuación y a partir de ahí, va descendiendo hasta los sociolectos altos en los que casi desaparecen. En los inmigrantes se llega a alcanzar casi el cero de articulaciones ceceantes, pero no en los hablantes del pueblo donde el ceceo sigue teniendo una presencia destacada. No obstante, hemos de advertir que el descenso del ceceo es tajante en el pueblo a partir de la existencia de estudios medios; sin embargo en Granada, este perfil no es tan acusado, sino que el ceceo cae progresivamente y de forma equilibrada a medida que se incrementa el grado de instrucción.

 

 

CONCLUSIONES

 

El estudio en curso de la variación sociofonológica de /θs/ en las muestras de habla objeto de nuestra investigación, permite obtener algunas conclusiones de interés:

 

Los datos generales advierten dos tendencias en el comportamiento lingüístico de los individuos analizados:

A) Los hablantes residentes en Pinos Puente presentan un índice muy elevado de ceceo (.70) puesto que la localidad donde residen se ubica en un área ceceante (ALEA, mapa 1705, «Áreas de mantenimiento o de neutralización de la oposición /s/: /θ/»). Esta norma vernácula goza de un prestigio social encubierto entre los hablantes del pueblo que les permite reforzar su identidad local, red de amigos, etc.

B) Cuando los pineros se instalan en la capital granadina, el ceceo pierde protagonismo (.36) aunque aún sigue teniendo una presencia destacada. En Granada, los hablantes se acomodan a la norma lingüística que goza de mayor prestigio, es decir, a la distinción de /s/: /θ/. No obstante, el ceceo no desaparece por completo de sus realizaciones. Según hemos manifestado antes, la resistencia al abandono es mayor entre los hablantes de la tercera generación aunque está presente en todos los grupos generacionales.

C) El importante descenso que experimenta el ceceo en Granada (.70 .36) se debe, en parte, al prestigio que tiene la distinción fonológica de /s/: /θ/. Los inmigrantes observan la escasa valoración social de que goza esta estructuración (ceceo) y tratan de rechazarla. Por tanto, podemos afirmar que el deseo de abandono de esta variedad lingüística es mayor en Granada que en el pueblo. Aunque, en el entorno rural muchos sujetos con estudios superiores ya comenzaron a plantearse dejar a un lado su ceceo para adoptar usos lingüísticos estándares.

D) Se puede hablar pues, de la existencia de un cambio lingüístico en los inmigrantes granadinos, motivado por una cuestión de prestigio social. Los hablantes que se instalan en la capital advierten que su ceceo está desprestigiado y prácticamente estigmatizado como rural. Convergen, pues, con la forma de hablar de sus nuevos interlocutores (granadinos); no obstante, otros divergen y seguirán conservando su norma vernácula.

 

Por lo que se refiere a las variables que resultaron significativas en el análisis de correlaciones de ambas muestras podemos decir que:

A) La educación se correlaciona negativamente con el ceceo puesto que a medida que disminuye el grado de instrucción del informante, se incrementa el índice de ceceo. El ceceo, pues, se puede definir como una norma de escaso prestigio que funciona de forma contraria a la educación del individuo.

B) Los barrios funcionan de distinta forma en las dos calas poblacionales estudiadas: a) en el pueblo se aprecian dos grupos bien diferenciados: los habitantes residentes en el centro que descienden considerablemente las cotas de ceceo; y el resto de sujetos que habitan en barrios periféricos, que siguen conservando la norma vernácula con relativa frecuencia; y b) en los inmigrantes granadinos la norma confundidora alcanza su índice más elevado en el barrio del Zaidín, favorecida por mayores sin estudios.

C) Por último, la renta del informante se correlaciona negativamente con el ceceo, así pues, a menor renta percibida por el sujeto, mayor es el índice de esta estructuración.

 

 

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[1] Hay hablantes que se resisten a abandonar su ceceo originario por lo que aquí denomino simple rebeldía personal. Son jóvenes, poseen estudios universitarios y están en contacto con hablantes que hacen uso de otras normas lingüísticas (distinción o seseo); sin embargo, quieren conservar su forma de hablar tradicional por solidaridad con su red de amigos del pueblo, identidad local, etc. Manifiestan abiertamente «hablar como han hablado siempre», con independencia del contexto, interlocutor, situación comunicativa, espacio geográfico, etc. A este fenómeno de resistencia al cambio que patrocinan jóvenes que no están dispuestos a  renunciar a sus usos vernáculos, lo denominamos rebeldía lingüística.

[2] Otro grupo de hablantes, normalmente pertenecientes a la tercera generación con estudios medios y superiores, sí desean acomodarse a los patrones de prestigio, esto es, a los fenómenos lingüísticos que cuenten con un prestigio manifiesto (la distinción de /s/: /θ/). Sin embargo, esos deseos se ven frustrados por su edad. La edad puede repercutir en el cambio de hábitos articulatorios del hablante. Una edad avanzada impide la adopción de nuevos usos lingüísticos por parte del individuo.

[3] Huelva (Heras et al. 1996), Jerez de la Frontera (Carbonero et al. 1992), Sevilla (Carbonero 1985a y 1985b; Lamíquiz y Carbonero 1987), Córdoba (Uruburu 1990), Málaga (Ávila 1994; Villena 1996; Cuevas Molina 2001) y Granada (ALEA; Salvador 1980; Moya 1992; Moya y García Wiedemann 1995).

[4] Hemos tomado para esta referencia el índice general obtenido por Moya y García Wiedemann (1995).

[5] Sólo se analizaron aquellas variables que estaban recogidas en el cuestionario sociológico utilizado para la investigación y que resultaron significativas para el estudio del ceceo: edad, educación, sexo, barrios, libros, ingresos, escala de ingresos, trabajo, matrimonio, nacimiento de la pareja, personas con las que trata el informante, profesión del informante, profesión del padre del informante y satisfacción con la red.

[6] La cota de ceceo disminuye en Granada por el prestigio de que goza la distinción de /s/: /θ/ en la capital. De ahí que descienda también el índice de correlación, aunque no el signo de la relación (negativo).

[7] Hemos formulado los axiomas teniendo en cuenta únicamente las correlaciones en las que intervenía la educación, ya que es el factor más influyente en el uso del ceceo. Por esto, no comentamos aquí el resto de relaciones que se establecen.