INDICACIONES BIBLIOGRÁFICAS

 

INDICACIONES BIBLIOGRÁFICAS DE LIBROS RECIBIDOS, Manuel Crespillo, Universidad de Málaga  (Publicado en Analecta Malacitana, XIX, 2, 1996, págs. 577-589)

Fernando Poyatos, La Comunicación no verbal; Javier Huerta Calvo (coord.), La Escuela de Astorga (Actas del Congreso celebrado en Astorga los días 29 y 30 de abril de 1993); Nicolás Marín López, Estudios literarios sobre el Siglo de Oro; Rafael Mir Jordano, Lo escrito, escrito está; Francisca Noguerol Jiménez, La Trampa en la Sonrisa. Sátira en la narrativa de Augusto Monterroso; José Manuel Pedrosa, Las dos sirenas y otros estudios de literatura tradicional; Samuel Gili Gaya, Estudios sobre el ritmo (ed. de I. Paraíso); Miguel A. Moretalara, Los andaluces en el refranero; José Antonio Martínez, Propuesta de Gramática Funcional; Carmen Pensado (ed.), El Complemento directo preposicional; Ambrosio Rabanales, Métodos probatorios en Gramática Científica; María del Carmen Mena García, María de los Ángeles Eugenio Martínez, María Justina Sarabio Viejo (eds.), Venezuela en el Siglo de las Luces; José Luis Muñío Valverde, El gerundio en el español medieval (ss. XII-XIV); Juan Cano Ballesta, La poesía española entre pureza y revolución (1920-1936); Pedro Cerezo Galán, Las máscaras de lo trágico; Stanislav Zimic, Las novelas ejemplares de Cervantes; Didier Julia, Diccionario de filosofía; José Martínez de Sousa, Diccionario de usos y dudas del español actual; Guy Rachet, Diccionario de civilización egipcia; Rafael Lapesa, Léxico e Historia; Hans Bunge (ed.), Una vida con Brecht; Eduardo Blanco-Amor, Obra en galego completa; Ana Lucas, Tiempo y memoria; Francisco J. Martínez Martínez, Las ontologías de M. Foucault; Emilia Fernández Tejero (trad.), El cantar más bello. Cantar de los cantares de Salomón; Omar Khayaam, Rubaiyyat; Felipe Lázaro y Bladimir Zamora, Poesía cubana: la isla entera; César Martín Ortiz, Toques de tránsito; Claudio Rodríguez Don de la ebriedad; Antonio Román Diez García, A manera de tránsito; Elena Sáinz, Premonición en el parterre de Stravinsky; Ricardo García Luis, A luz de un sueño; Manuel Jurado, El bebedor de bourbon; Manuel Pacheco Conejo, Obra en prosa (1949-1995) (ed. de Antonio Viudas Camarasa); Luis Alburquerque García, El arte de hablar en público. Seis Retóricas fam sas; Jorge Márquez, Sucio amanece; Eloy Martos Núñez, Mediterráneo: cultura y tradición teatral.

 

COMUNICACIÓN

Fernando Poyatos, La Comunicación no verbal, Istmo, Madrid, 1994, 3 vols.

I. Cultura, lenguaje y conversación, 296 págs.

    En el primer volumen de La Comunicación no verbal el autor ha reunido todos los aspectos principales de su obra, la más interdisciplinar en este campo (y hasta ahora principalmente en inglés), a la que añade numerosas ideas. Siempre con una perspectiva transcultural, analiza primero la cultura como un continuo semiótico-comunicativo que exige hoy una imprescindible fluidez intercultural, y no sólo lingüística, para nuestra interacción social. En el marco total de los sistemas somáticos emisores y receptores de mensajes (visuales, químicos, dérmicos, etc.) el discurso se analiza como la actividad tripartita e indivisible que es: lenguaje verbal —paralenguaje (todo lo referente a la voz) kinésica (gestos, maneras, posturas), cuyo centro y foco de atención es «la faz hablante» en la realidad audible— visual de sonido y movimiento, pero analizado también el silencio y la quietud como comunicación. Además de un modelo para la recogida de datos e investigación, se ofrece otro exhaustivo de la estructura y, dinámica de la conversación. Las aplicaciones que este volumen sugiere en cualquier disciplina o profesión relacionada con la comunicación son muchas y cada capítulo presenta una lista de posibles temas de investigación en lingüística, filología, literatura (de la que se toman numerosas ilustraciones), antropología, ciencias sociales, psicología, teatro, cine, enfermería, educación, etc.

II. Paralenguaje, kinésica e interacción, 348 págs.

    En el segundo volumen de La comunicación no verbal el autor desarrolla —ampliando su obra en inglés y con la misma perspectiva interdisciplinar y transcultural— cuatro parcelas más que se derivan, de una manera natural, de todo lo expuesto en lo primero. Su estudio del paralenguaje abarca, más allá de la lingüística y la fonética tradicionales, cuanto la voz humana puede expresar en la interacción social, lo que abre un gran número de perspectivas para diversos campos. La kinésica estudia los gestos, maneras y posturas, es decir, todos nuestros movimientos y posiciones corporales que ocurren como parte del discurso o independientemente. Pero este enfoque profundo de sonido y movimiento se completa con el análisis de todos aquellos sonidos generados por nosotros y nuestro ambiente, de una misteriosa elocuencia tanto en la vida real como en su recreación literaria. Finalmente, todo lo estudiado en los dos primeros volúmenes constituye la base para el análisis de esa complejísima red de los signos y mensajes que constituyen los niveles más profundos de la interacción personal, a la vez que prepara el enfoque también interdisciplinar que en el volumen siguiente se hace de la narrativa y el teatro y su recreación por la lectura y la representación. Como en el volumen I, además de las muchas aplicaciones en antropología, lingüística, psicología, semiótica, literatura, teatro y cine, etc., se ofrecen listas de temas concretos que deben ser investigados.

III. Nuevas perspectivas en novela y teatro y en su traducción, 332 págs.

    Los dos primeros volúmenes han presentado todo el material que explícita o implícitamente constituye la obra narrativa o teatral desde el punto de vista de la comunicación. Éste, siempre interdisciplinariamente como los anteriores, identifica primero todo lo que no es verbal en el texto. A continuación se hace un análisis del itinerario semiótico-comunicativo que siguen el personaje y su mundo sensorial desde su creación por el escritor hasta su recreación en virtud de la experiencia siempre arriesgada de la lectura a través del tiempo y del espacio; y en el teatro a través, además, de la representación en su dimensión acústico-visual y proxémica. Como a lo largo de los otros dos volúmenes, pero más directamente, todo ello nos va revelando múltiples problemas relacionados con la traducción, además de considerar las funciones estilísticas y técnicas de los elementos no verbales. Lo cual depende en gran parte de las categorías paralingüísticas y kinésicas y de los sonidos extrasomáticos y ambientales, que aquí vuelven a ilustrarse abundantemente, sobre todo con literatura en español e inglés. La puntuación, incluyendo la de los silencios, se analiza en sus limitaciones y posibilidades expresivas. Finalmente se introduce la «antropología literaria» como un fructífero campo de estudio interdisciplinar basado en las literaturas de cada cultura.

CRÍTlCA LITERARIA

Javier Huerta Calvo (coord.), La Escuela de Astorga (Actas del Congreso celebrado en Astorga los días 29 y 30 de abril de 1993), Astorga, 1993, 326 págs.

    Hacia los años veinte aparecen en Astorga «un grupo de estudiantillos que agitan y revuelven las aguas mansas de la ciudad dormida con una revista literaria». Esos inquietos jóvenes eran los hermanos Juan y Leopoldo Panero, Ricardo Gullón y Luis Alonso Luengo, destinados los cuatro a protagonizar una entrañable página de la historia literaria contemporánea, a la que Gerardo Diego dio el nombre de Escuela de Astorga.

 

Nicolás Marín López, Estudios literarios sobre el Siglo de Oro, Universidad de Granada, 1994, 555 págs.

    Estos Estudios literarios del desaparecido profesor Nicolás Marín constan de un prólogo en el que se reflexiona sobre el concepto de Siglo de Oro, seis capítulos y un apéndice. Los capítulos constituyen la columna vertebral. Dedicado el primero a la labor teórica desarrollada por varios preceptores literarios desde las ideas poéticas del Abad de Rute o de Baltasar de Céspedes a las dramáticas de Francisco Fernández de Córdoba, el resto se articula en torno a una clasificación por géneros. El capítulo segundo se dedica a la poética de Góngora y Herrera, el tercero a la prosa de Cervantes y Avellaneda, y el cuarto y quinto al teatro de Lope y Calderón. Concluye el libro con un Apéndice en el que, además de contener «Los papeles de Amarilis», se ofrece una «Bibliografía general del profesor Marín» elaborada por su discípulo Agustín de la Granja, quien está al cuidado de esta edición.

 

Rafael Mir Jordano, Lo escrito, escrito está, Arca del Ateneo, Córdoba, 1995, 397 págs.

    Rafael Mir Jordano, autor de una antología (Cuentos Extranjeros, 1952), de libros de creación literaria (Cayumbo, 1955; Estamos solos, 1957), de numerosos artículos, de estudios sobre cuestiones de derecho mercantil y de responsabilidad civil, figura en la nómina de publicaciones prestigiosas y de la antología de Carlos de Arce (Cuentistas contemporáneos, Barcelona, 1958). Lo escrito, escrito está se compone de artículos publicados en diarios y revistas y, en menor medida, de otros escritos de dispares procedencias y destinos: greguerías de juventud, notas brevísimas de crítica o noticia literaria, presentaciones de artistas plásticos o de aspectos concretos de sus obras en catálogos de exposiciones y otros vehículos de expresión, de entrevistas hechas en diversas épocas y por muy distintos motivos... Incluye también un artículo mutilado por la censura y otro rechazado por la autocensura, como ejemplos de curiosidades históricas.

 

Francisca Noguerol Jiménez, La Trampa en la Sonrisa. Sátira en la narrativa de Augusto Monterroso, Universidad de Sevilla, 1995, 252 págs.

    El presente estudio pretende demostrar la naturaleza satírica de la narrativa de Augusto Monterroso. Los textos de Monterroso critican los defectos de la condición humana de una manera oblicua, a través de un ataque indirecto y enmascarado; suelen usar la agudeza humorística como una llamada a la inteligencia, para distanciarse y ridiculizar los defectos de la naturaleza humana; carecen de la moraleja convencional, ya que el autor es consciente de que su condición primera es la de artista y no la de pedagogo de una sociedad en la que no confía. La sátira de Monterroso, aunque posee un fondo amargo, no llega nunca al sarcasmo. Se limita a señalar los errores, mostrando comprensión ante unos defectos que considera propios de la naturaleza del hombre. Establece como tema central de su obra el de «la insondable tontería humana», que denuncia en sus diferentes aspectos. No considera que el hombre sea «el más alto exponente de la creación» porque éste ha construido un mundo absurdo, gobernado por el egoísmo y la hipocresía, en el que sólo hay un lugar para la soledad y donde es imposible la comunicación con «el otro».

 

José Manuel Pedrosa, Las dos sirenas y otros estudios de literatura tradicional, Siglo XXI, Madrid, 1995, 415 págs.

    Las dos sirenas que dan título a este libro no son sólo las que se estudian en uno de sus capítulos. Representan también la dualidad del análisis filológico y antropológico que se aplica a sus materiales literarios, y el diálogo entre tradición oral y tradición escrita, cultura folklórica y cultura escolar, que subyace a toda nuestra literatura, arte e identidad colectiva. Romances, canciones, oraciones, conjuros, cuentos, leyendas, chistes, refranes, adivinanzas, supersticiones e iconografía popular muestran aquí ser herencia del pasado y savia viva de un presente en el que todos seguimos actualizando creencias y formas de expresión universales. El trabajo de grabación y recuperación de materiales folklóricos en investigaciones de campo en que se basa buena parte del libro garantiza la preservación de algunas piezas valiosas de nuestro complejo mosaico cultural.

ENTONACIÓN

Samuel Gili Gaya, Estudios sobre el ritmo (ed. de I. Paraíso), Istmo, Madrid, 1993, 223 págs.

    El presente trabajo reúne por vez primera la totalidad de trabajos de Samuel Gili Gaya sobre un tema cuya indagación le apasionó a lo largo de toda su vida: el ritmo. El ritmo en todas sus facetas: como fenómeno mental y corporal del hombre, el ritmo de la prosa literaria española, el ritmo del habla coloquial, el ritmo de la versificación clásica española, el ritmo de la versificación libre. El lector encontrará aquí trabajos magistrales, como El ritmo en la poesía contemporánea e Introducción a los trabajos ortólogos y métricos de Bello, junto a otros llenos de sugerencias y de muy difícil acceso, por ejemplo Observaciones sobre el ritmo en la prosa española. Además, esta edición ofrece en primicia resúmenes de lecturas y textos inéditos de Gili Gaya, como las páginas sobre un proyectado ensayo sobre el ritmo, que luego se transformaría en ciclo de conferencias. El presente volumen, en definitiva, muestra una teoría coherente y elaborada sobre un campo tan complejo y fugitivo como es el fenómeno rítmico y sus manifestaciones en la lengua y literatura españolas.

FOLKLORE Y LITERATURA

Miguel A. Moretalara, Los andaluces en el refranero, Arguval, Málaga, 1995, 222 págs.

    El criterio seguido para elaborar esta colección de refranes ha sido exclusivamente el geográfico. Los autores han seleccionado, de entre los numerosos refraneros consultados, aquellas expresiones proverbiales en las que se hace mención de todo lo relacionado con Andalucía: gentes, lugares, costumbres, vinos, meteoros... Y hay que reconocer que el número de refranes referidos a esta tierra es, con creces, el más rico de todo el refranero español. Pensamos que esto se debe en buena medida a la ingente labor de Rodríguez Marín, quien rastreó las manifestaciones folklóricas de Andalucía. Los autores no han querido hacer tampoco un «Refranero Andaluz», porque creen que los refranes, en general, son los mismos que se usan en el resto de España. Muchos de los refranes españoles tienen su equivalente en otras naciones y en otras lenguas, de tal forma que hay un fondo común y universal que es patrimonio de la humanidad y no propiedad e invención exclusiva de nadie.

GRAMÁTICA

José Antonio Martínez, Propuesta de Gramática Funcional, Istmo, Madrid, 1994, 329 págs.

    Esta obra es la primera (en el orden lógico y metodológico) de una especie de «trilogía gramatical» formada, sucesivamente, por el libro titulado Funciones, categorías y transposición y por un tercero, denominado Cuestiones marginadas de gramática española. Se trata de una obra de principios que, siendo inicialmente los estructurales y funcionales de la lingüística europea, el autor estima que de alguna manera se han asumido mediante un cierto grado de trivialización derivada de su extensión escolar. Por eso el autor se esfuerza en esfuerza esa exposición de principios contrastándolos con los de las corrientes generativas, precisando las eventuales convergencias dentro de la divergencia fundamental y fundacional de ambos tipos de gramática. Concretamente, se justifica la concepción funcional de la lengua como «código» no sólo ni principalmente da, unidades, sino también de «modelos combinatorios», y se enfrenta a la «competencia»,generativa. A lo largo de la obra se retoman, las definiciones básicas de la glosemática (a ello se dedica todo un capítulo), y especialmente se exploran las aplicaciones del concepto y operación de «conmutación», ampliando el análisis lingüístico al plano de contenido de las lenguas y, sobre todo, haciendo; derivar de la glosemática de Hjelmslev (una lingüística «sin sintaxis») una morfosintaxis orientada a la descripción y explicación de la lengua española. Además, el autor se ha esforzado por encajar en el esquema hjelmsleviano la concepción de una lengua de Martinet según la cual está al servicio de la comunicación. Finalmente, se contrasta la teoría funcional de la gramática con la tradicional conformada en las llamadas «partes de la oración (o del discurso)». Cierra la obra un índice de términos y definiciones propios del funcionalismo gramatical del español.

 

Carmen Pensado (ed.), El Complemento directo preposicional, Visor Libros, Madrid, 1995, 233 págs.

    El complemento directo preposicional constituye uno de los problemas más complejos y, por ello mismo, más atractivos de la gramática del español. La irreductible variabilidad y sutileza de las reglas que lo rigen, así como la dificultad de formularlas y de identificar sus motivaciones, nos plantean un constante desafío. Esta recopilación de trabajos ofrece una rápida panorámica de las aproximaciones recientes al tema desde muy diversos ángulos: la descripción de su uso, tanto en el español contemporáneo como en el de la época medieval; su valor semántico y actual y cómo llegó a constituirse, y el problema de su origen y de su motivación.

 

Ambrosio Rabanales, Métodos probatorios en Gramática Científica, Istmo, Madrid, 1992, 173 págs.

    Fenómenos descritos, explicados y convincentemente probados establecen en la diferencia entre la gramática científica, de suyo autodogmática, que es la que asume el autor de la presente obra dentro del marco teórico del funcional, la gramática presciptiva, orientada casi siempre dogmáticarnente Así, Ambrosio Rabanales ha querido con estos «métodos probatorios» darles a los interesados en los estudios gramaticales un instrumento útil tanto para la dignificación de estos estudios como para una mejor comprensión de la compleja estructura y sistema de nuestra lengua, rica, por lo mismo.en recursos morfosintácticos.

HISTORIA

María del Carmen Mena García, María de los Ángeles Eugenio Martínez, María Justina Sarabio Viejo (eds.), Venezuela en el Siglo de las Luces, Muñoz Montoya y Montraveta Editores, Sevilla-Bogotá, 1995, 329 págs.

    Las materias que abarcan este volumen comprenden aspectos económicos y financieros de la época. relativos a la Compañía Guipuzcoana y a la Casa de Contratación de Sevilla, la introducción del cultivo del añil y la transferencia tecnológica minera de Nueva España a Venezuela. Aquí los tributos y la vialidad son los indicativos de la búsqueda de explicaciones e incidencia de la Corona Española sobre sus dominios ultramarinos en sus intentos de regir la provincia venezolana. Por encima de todo, se destaca en este libro un grupo de temas dedicados a la hermosa región oriental de la antigua Capitanía General de Venezuela: la provincia de Nueva Andalucía y Cumaná —la más próxima del Nuevo Mundo a la metrópoli ibérica—. Así se nos informa sobre temas tales como la vialidad, la organización social, el servicio doméstico, la tributación indígena, la exploración de las salinas y la vida cotidiana en Cumaná en vísperas de la independencia.

HISTORIA DE LA LENGUA

José Luis Muñío Valverde, El gerundio en el español medieval (ss. XII-XIV), Ágora, Málaga, 1995, 199 págs.

    Probablemente el gerundio es la forma verbal que ha suscitado algunos de los problemas más complejos de la gramática española, sobre todo en dos aspectos: su propia situación en el sistema verbal y su utilización en el discurso. Esa complejidad procede, en parte, del propio origen del gerundio español que, con una forma única e invariable, recoge muchas de las funciones de dos formas latinas, el ablativo de gerundio y el participio de presente. El gerundio en el español medieval (ss. XII-XIV) supone un intento de descripción sistemática de las estructuras sintácticas, los significados y las funciones de las secuencias en que se hace uso del gerundio en nuestros más antiguos textos escritos, a la vez que puede contribuir a explicar algunos de los usos de esa forma en la lengua actual.

HISTORIA LITERARIA

Juan Cano Ballesta, La poesía española entre pureza y revolución (1920-1936), Siglo XXI, Madrid, 1996, 259págs.

    En los años veinte, la poesía, empujada por las vanguardias, buscaba lucidez, pureza y primor artístico, y tendía a lo esencial, intelectual y ahistórico, temerosa de caer en lo plebeyo y en cualquier exceso romántico. Juan Ramón Jiménez era el maestro y modelo de jóvenes poetas de esta escuela, como Salinas, Guillén, Lorca, Alberti. Cernuda, etc. Durante fines de los años veinte y hasta en los treinta pasa la poesía a cargarse de inevitables impurezas, a mezclarse en la refriega política y a convertirse en arma para la revolución. Alberti, Miguel Hernández, Prados, seguidos de otros muchos, son las figuras destacadas que promueven esta evolución de la lírica, en que el impulso de Pablo Neruda llega a ser muy valioso. Con este libro, como afirmó el propio Jorge Guillén, «la poesía española de los años veinte y treinta cobra perspectiva. Se ve de dónde surge, cómo se desarrolla y en qué desemboca bajo la presión de los acontecimientos». Ante nuestros ojos se dibujan dos tendencias antagónicas y dos visiones del mundo que presagian la estremecedora conmoción de la inminente guerra civil. Juan Cano Ballesta, conocedor como pocos de la poesía de entreguerras, nos invita en La poesía española entre pureza y revolución (1920-1936) a un apasionante itinerario a través de dos décadas brillantes de las letras españolas. Este volumen es la primera edición completa de la obra, ya que restaura partes tachadas por la censura en la edición de 1972, además de refundir todo el libro e incorporar nuevas investigaciones.

 

Pedro Cerezo Galán, Las máscaras de lo trágico, Trotta, Madrid, 1996, 861 págs.

    Desgraciadamente, las investigaciones sobre el pensamiento de Unamuno, con ser muchas, adolecen todas de fragmentarismo y contextualización. O no se atienen a la totalidad de su obra o presentan a ésta en rasgos tópicos y esquemáticos, sin apercibirse de su significación histórica fundamental. Faltaba una investigación que atendiera a toda su obra en el contexto de la crisis espiritual conocida como el «mal de siglo» que se extiende por Europa a finales del XIX, tanto en sus fuentes, sólo parcialmente analizadas, como en sus interlocutores históricos, así como en la totalidad de sus registros —literarios, filosóficos y periodísticos—, en sus múltiples apuntes autobiográficos y en su ingente correspondencia, sin descuidar los diversos cuadernos y materiales inéditos, que se conservan en la Casa-Museo Miguel de Unamuno de Salamanca. Una investigación semejante, de una inusual envergadura, es la que ofrece esta obra, bajo el título genérico de Las máscaras de lo trágico, es decir, las múltiples y enigmáticas figuras que en su galería interior expresan la ambivalencia esencial del alma trágica. A la luz de esta investigación, el pensamiento trágico de Unamuno alcanza por vez primera el rango de paradigma en la cultura europea de hoy, a la vez que suministra una clave excepcional para la comprensión de los problemas y motivos que han determinado la más reciente historia cultural y política española. En pocos autores de nuestro reciente pasado cabe imaginar una más profunda simbiosis de la historia cultural de Europa con la hora de España. Un prólogo de Laín Entralgo y una introducción del autor, además de una «obertura» en la que se reflexiona sobre poesía y existencia, constituyen el pórtico de cuatro densos capítulos en los que se reflexiona sobre razón y modernidad y en el que se analiza la tragedia a la luz de la existencia y la creación hasta culminar con el concepto de pasión y tragedia en España. Un epílogo en el que se plantea desde la orilla del pensamiento un interrogante a los tramoyistas («¿tragedia o esperanza?») cierra este interesantísimo libro.

 

Stanislav Zimic, Las novelas ejemplares de Cervantes, Siglo XXI, Madrid, 1996, 403 págs.

    Según el estudio de Stanislav Zimic, las Novelas Ejemplares —como ocurre esencialmente con el Quijote, que es una parodia genial de los libros de caballerías y, a la vez, el mejor de ellos jamás escrito— se revelan como un amplio e inteligente programa crítico que corrige, parodia e innova de raíz el concepto de novella española y europea anterior, a la vez que se imponen como las mejores novelas cortas escritas hasta entonces y entre las más extraordinarias de todos los tiempos en cualquier idioma. Esa profunda innovación incluye la demostración de la posibilidad de utilizar, actualizar con «propiedad», la materia de cualquier género narrativo y hasta de otros géneros (filosófico, didáctico, poético, oral, etc.) en forma de novela corta con pretensiones de originalidad y modernidad. Al significado original de la novella como «noticia», novedad de algún suceso, Cervantes añade un sentido mucho más profundo con sus Novelas Ejemplares: originalidad, novedad del mensaje y de su forma comunicativo, expresiva.

LEXICOGRAFÍA

Didier Julia, Diccionario de filosofía, Planeta, Barcelona, 1995, 325 págs.

    Los diccionarios técnicos de filosofía siempre se rigen por la loable preocupación de precisar y distinguir las nociones filosóficas. El resultado suele ser un esfuerzo de compilación analítica que puede satisfacer a los especialistas en su búsqueda de rigor, detalle y crítica. El principio metodológico de este Diccionario se basa en explicar, e ilustrar con ejemplos precisos, las nociones, en vez de analizarlas. Por ejemplo, los diferentes significados de conceptos importantes, como el de historia o dialéctica, sólo se analizan por sí mismos para acabar agrupándolos alrededor de un problema real, que actualmente interesa en nuestra vida histórica. En resumen, se trata de un diccionario sintético de la filosofía. Este método obliga a ciertos contenidos concretos y limita voluntariamente el vocabulario definido a las nociones con las que puede encontrarse el hombre moderno en sus lecturas normales. Por otra parte, no sólo define las nociones, sino que se explican e ilustran para que todo el mundo se haga una clara idea del tema que le interesa y de los problemas relacionados. Siguiendo esta misma lógica, se dedican unos desarrollos especiales a nociones que no suelen entrar en los diccionarios de filosofía habituales y que son actualmente fundamentales: el hombre, la historia, el psicoanálisis, la vida, la muerte, la libertad, la política o... la filosofía.

 

José Martínez de Sousa, Diccionario de usos y dudas del español actual, Vox, Barcelona, 1996, 493 págs.

    Puede que no seamos conscientes de ello, pero nuestro idioma se halla en constante ebullición y cambio: nacen unas palabras y locuciones y desaparecen otras ya obsoletas o en desuso, cambian los significados de algunas voces y los valores que les atribuimos, se incorporan extranjerismos en su forma cruda o adaptada a nuestra lengua, se introducen nuevos usos sintácticos creados desde el propio idioma o importados de otros, algunos usos que empiezan como. error se imponen sobre el uso tenido por correcto, los hablantes crean nuevas posibilidades... Conviven entonces varias opciones para una misma expresión y surgen dudas sobre el uso correcto de ciertas palabras y su forma oral o escrita o las construcciones en que aparecen. El presente Diccionario de usos y dudas del español actual se propone, precisamente, ayudar al lector a elegir la opción que parece la más adecuada, para lo que le ofrece información contrastada acerca de aquellos aspectos en los que existe vacilación en el español de hoy. No es sólo una obra de consulta puntual: la lectura de algunos de sus artículos más extensos puede aportamos una visión nueva, más amplia y rica, incluso a veces crítica, de aspectos del lenguaje que antes nos habían pasado inadvertidas. Los ya expertos descubrirán, tal vez con sorpresa, que algunas de las palabras que consideraban incorrectas están ya admitidas por la Academia (lo que es una prueba de la vitalidad y variabilidad de la lengua). El lenguaje es una herramienta que sirve para expresar lo sencillo y lo sublime, pero, como toda herramienta, necesita un aprendizaje y el conocimiento de unas normas de uso. No siempre es fácil el empleo preciso de la palabra ni la utilización de un lenguaje para lograr expresar con propiedad y elegancia cuanto queremos comunicar. Este Diccionario de usos y dudas del español actual pretende ayudar en el uso adecuado de la lengua y poner al alcance del lector información relevante que le permita la consecución de un ideal: el dominio de la palabra y, con ella, de la expresión. José Martínez de Sousa, ortógrafo, lexicógrafo y bibliólogo, nos ofrece el fruto de su paciente trabajo: una obra excelente para el conocimiento de los usos y dudas del español actual.

 

Guy Rachet, Diccionario de civilización egipcia, Planeta, Barcelona, 1995, 292 págs.

    En este Diccionario el autor ha querido ofrecer una sucinta visión de conjunto de la civilización egipcia, desde sus orígenes hasta la Baja época. Se ha excluido el período ,griego, ya que los Ptolomeos transformaron las antiguas instituciones faraónicas y, durante esta época, se cimentó una cultura nueva que en muchos aspectos pertenece al helenismo. No obstante, los egipcios realizaron todavía, durante el dominio de los Ptolomeos y los emperadores romanos, grandes obras arquitectónicas siguiendo la tradición faraónica; la lengua antigua, convertida en la demótica, con su propia escritura, persistió hasta el final de la Antigüedad clásica; la lengua escrita en caracteres tomados del alfabeto griego ha subsistido en la comunidad copta; y los fellah aún conservan tradiciones y costumbres que se remontan a las épocas faraónicas. Por este motivo, algunos artículos desbordan el marco esencial de la civilización egipcia y de sus creaciones originales. Después de dos milenios de apogeo, la civilización egipcia se apagó con el Imperio nuevo, a pesar de los renacimientos, fugitivos y artificiales, de la época saíta y la conservación de las tradiciones indígenas hasta el establecimiento de la dinastía grecomacedónica de los lágidas. Sólo se habla, pues, de los Ptolomeos accesoriamente, y los autores han creído innecesario dar detalles sobre la ocupación romana durante la cual Egipto, propiedad personal del Emperador, sólo era una rica provincia del inmenso Imperio, su granero de trigo. En cuanto a la cronología, constantemente modificada por el avance de los trabajos históricos, se adopta en su conjunto la datación dada por la Cambridge Ancient History, que en algunas ocasiones se modifica ligeramente.

LEXlCOLOGÍA

Rafael Lapesa, Léxico e Historia, Istmo, Madrid, 1992, 232 y 120 págs.

I. Palabras, 232 págs.

En este volumen se reúnen diecisiete trabajos que recogen buena parte de la labor que Rafael Lapesa ha dedicado al estudio histórico del léxico. La obra se ordena en tres apartados: el primero se ocupa de los estudios propiamente dedicados a aspectos de la historia del vocabulario español; el segundo reproduce los dedicados a analizar usos léxicos en autores capitales de nuestra tradición literaria (Alfonso X, Garcilaso, Fray Luis de León), y el tercero trata de problemas toponímícos y onomásticos. La obra en conjunto es un excelente apoyo teórico para el ámbito universitario, pero le será también útil e instructiva a quienes, sin ser necesariamente lectores especializados, se interesen por la historia cultura de nuestra lengua servida a través de elementos tan representativos como las palabras.

II. Diccionarios, 120 págs.

    En el segundo volumen de Léxico e Historia se reúnen los artículos dedicados sobre todo al Diccionario Histórico por quien ha sido uno de sus principales mentores prácticamente desde que se inició el proyecto. Por regla general, cuando se cita esta obra, suele anotarse la inmensa labor teórica y metodológica que han llevado a cabo quienes se ocupan o se han ocupado de ella. Es cierto que un trabajo de ese calado no puede realizarse sin una metódica labor de preparación y estudio previos, sin la colaboración de todo el ámbito hispanohablante, como claramente han demostrado los compiladores de obras similares en otras lenguas, que han reunido no sólo al medio filológico sino a los hablantes en masa. Pues bien: esa labor preparatoria, esa «intrahistoria» del Diccionario, a veces incluso en detalles que por lo sencillo se nos hacen familiares, están recogidas en esta obra.

MEMORIAS

Hans Bunge (ed.), Una vida con Brecht, Trotta, Madrid, 1995, 265 págs.

    Este libro relata la historia de la mujer con la que Bertold Brecht mantuvo una intensa relación de amor y de trabajo: la danesa Ruth Berlau. Cuando se conocieron en 1933, en el exilio de Dinamarca, la joven y bella Ruth Berlau ya era conocida como actriz, periodista y directora de un teatro obrero, fundado por ella. Pronto comenzó la relación entre ambos, que Brecht más tarde consideraría en sus relatos de Lai-Tu como paradigma del amor, «el amor como producción». «A partir de ahora te esperaré allí donde esté; siempre contaré contigo», le escribe Brecht desde Suecia, donde hubo de refugiarse con su familia ante la amenaza nazi... Y Ruth Berlau abandona esposo, trabajo, amigos y familia para acompañar a Brecht como amante, amiga y colaboradora a lo largo de todas las etapas de su vida, desde Suecia y Finlandia a la Unión Soviética y los Estados Unidos y, después de la guerra, a Suiza y Berlín. En los últimos años, debido al distanciamiento de Brecht, la relación sufre una fuerte crisis. Cuando éste muere en 1956, ya sin su protección, el aislamiento de Ruth Berlau aumenta todavía más. La dirección del Berliner Ensemble se niega a seguir trabajando con ella, casi todos los amigos la abandonan. Su mala salud le obliga a ingresar en una residencia para perseguidos del régimen nazi. Allí muere en la primera noche, asfixiada por el fuego provocado por su cigarrillo. Era la noche del 15 al 16 de enero de 1974. Es éste un libro único que no sólo refleja facetas privadas, desconocidas, de Bertold Brecht, una de las figuras más destacadas de la cultura de nuestro siglo, sino que nos acerca a su obra y a su genial forma de pensar y de trabajar. Pero no es sólo un libro sobre Brecht. Es, sobre todo, un libro sobre una mujer extraordinaria que vivió una época fascinante.

NARRATIVA

Eduardo Blanco-Amor, Obra en galego completa, Galaxia, Vigo, 1993, 538 págs.

    Obra en galego completa de Eduardo Blanco-Amor recoge en su primer tomo la narrativa del escritor orensano, integrada por los cantos Os nonnatos, la obra inédita A escadeira de Jacob y las obras de madurez A esmorga, Os biosbardos e Xente ao lonxe. El segundo volumen está dedicado a la poesía y al teatro, géneros que Blanco-Amor cultivó a lo largo de toda su vida y de los que nos dejó títulos como Romances galegos, Poema en catro tempos, Cancioneiro, Teatro pra a xente, Farsas para títeres y la obra póstuma Proceso en Jacobusland.

PENSAMIENTO

Ana Lucas, Tiempo y memoria, Fundación de Investigaciones Marxistas, Madrid, 1995, 205 págs.

    Ana Lucas ha dedicado numerosos estudios a la obra de Walter Benjamin, analizando su teoría de la modernidad, sus ideas estéticas y su filosofía de la historia. Entre ellas destaca su libro El transfondo barroco de lo moderno (1992). Tiempo y memoria analiza la filosofía de la historia de W. Benjamin, donde cabe destacar cuatro ideas vigentes en la actualidad. En primer lugar, Benjamin adopta una actitud posthistoricista en las Tesis en su relación con la modernidad. En segundo lugar, resulta de gran interés su concepción del tiempo, que desde el presente se precipita, se materializa y se detiene en la concentración de lo disperso. En tercer lugar, sus sutiles críticas al progreso, a la socialdemocracia y al stalinismo se han visto plenamente confirmadas en nuestros días. Por último, Benjamin sostiene la necesidad de poner un límite al progreso para detener la explotación desmedida de la naturaleza. Alao muy lógico, por lo demás.

 

Francisco J. Martínez Martínez, Las ontologías de M. Foucault, Fundación de Investigaciones Marxistas, Madrid, 1995, 173 págs.

    La presente obra pone de manifiesto la actualidad de Michel Foucault a los diez años de su muerte y lleva a cabo un análisis de la obra del pensador francés, destacando sus supuestos ontológicos y articulándose a lo largo de los tres ejes según los cuales Foucault organizó sus estudios: las relaciones con la verdad, las relaciones con el poder y las relaciones con uno mismo. En la primera parte se compara a Foucault con Kuhn a partir de la noción de discontinuidad, y se esboza una posible historia more foucaultiana de las ideas políticas. En la segunda se recogen cuatro calas sobre la teoría foucaultiana del poder, su crítica al Estado liberal y su relación con el marxismo y el psicoanálisis. En la tercera se analiza al último Foucault, destacando su noción de tecnologías del yo en su relación con la ética. La construcción del sujeto en el último Foucault se complementa con la lectura del «Foucault» de Deleuze.

POESÍA

Emilia Fernández Tejero (trad.), El cantar más bello. Cantar de los cantares de Salomón, Trotta, Madrid, 1994, 111 págs.

    «No vale el mundo entero el día en el que el Cantar de los cantares fue dado a Israel». Tal es la valoración de rabí Aqiba sobre Sir ha sirim, el cantar más bello, la colección más hermosa de canciones de amor de la literatura universal. Un libro que entró en los cánones judío y cristiano gracias a la interpretación alegórica (describiría las relaciones de Adonay con Israel, de Cristo con la lglesia o con el alma), pero cuyos versos, aún en el siglo I d. C., se cantaban en las tabernas. La obra se estructura en tres capítulos: en el primero se da una nueva versión española del original hebreo, siguiéndose para la determinación de los versos las pautas de cantilación fijadas por los masoretas tiberienses; en el segundo se ofrece una visión general de las interpretaciones que ha sufrido, e incluso disfrutado, el Cantar a lo largo de los siglos; el tercero es un comentario muy personal de la autora, quien recurre con frecuencia a la poesía lírica en lengua hispana para ilustrar la supervivencia de la expresión amorosa. Es ésta la primera traducción del Cantar al castellano hecha por una mujer, circunstancia que, indudablemente, influye en la percepción y versión del texto. La obra se inserta en la activa corriente de biblistas femeninas que están cambiando presupuestos secularmente aceptados en la interpretación bíblica.

 

Omar Khayaam, Rubaiyyat, Sufí, Madrid, 1995, 415 págs.

    El jeque Omar Khayaam, el poeta persa más conocido en Occidente, fue también un eminente matemático (especialidad de álgebra) y un astrónomo reputado. Es bien conocida la amistad que, de por vida, unió a Khayaam con su benefactor Nizam ul Mulk y con Hassan ibn Sabbah, el jeque Asesino; y cómo Omar pagó la generosidad de Nizam con sus investigaciones matemáticas y un nuevo calendario musulmán , y a Hassan con una daga envenada. «Aunque se acepta generalmente que Khayaam fue un poeta no demasiado conocido en su propia patria hasta que le dio fama la traducción de Fitzgerald en Occidente, esto no es estrictamente correcto. Es cierto que Khayaam no era tan reconocido como Saadi, Hafiz, Rumi y otros poetas sufíes; la función de la colección de poemas que figuran a su nombre era ligeramente distinta. Khayaam es la voz de sufí; y a la voz sufí, para el sufí, es intemporal». Esta versión, traducida al inglés de un manuscrito persa del siglo XII por Omar Ali Shah, es fiel al lenguaje y al simbolismo originales, así como a la filosofía de Khayaam.

 

Felipe Lázaro y Bladimir Zamora, Poesía cubana: la isla entera, Betania, Madrid, 1995, 382 págs.

    La isla entera, la pretensión de encontrar poesía de todos los rincones de la plural geografía cubana en un sólo volumen, es el más caro objetivo de esta antología, compilada por Felipe Lázaro y Bladimir Zamora. Un extenso puñado de nombres nacidos entre 1940-1971, oriundos de los más diversos puntos de las ciudades y los campos cubanos. Unos, exiliados (José Mario, José Kozer, Isel Rivero, Pío E. Serrano, Belkis Cuza-Malé, Reinaldo García Ramos...) o residiendo temporalmente fuera de su país (Víctor Rodríguez Nuñez, Ángel Escobar, Emilio García Montiel); otros, viviendo en Cuba (Miguel Barnet, Guillermo Rodríguez Rivera, Nancy Morejón, Lina de Feria, Delfín Prats, Raúl Rivero...). Los antologistas saben que éstos no son los únicos nombres a los cuales se puede recurrir, pero tienen la certidumbre que lo elegidos sirven para ofrecer un aintensa muestra de la resonancia lírica de toda la poesía cubana escrita por las más recientes generaciones. La isla entera, una prueba de que la poesía es hoy uno de los más valiosos y posibles puntos de encuentro entre todos los cubanos.

 

César Martín Ortiz, Toques de tránsito, Esquío, Ferrol, 1995, 69 págs.

    Carlos Medrano, al reflexionar sobre estos Toques de tránsito, dice que la antigua forma de mirar se sabe una armonía irrecuperable por el estrago de los años, y el dolor, el malestar, el durísimo contacto e insatisfactoria comunicación con el mundo abocan a una culpabilidad: aquella melancolía inicial de la infancia ha devenido en una sensación turbia de ceniza en los ojos. También frente a esa agresión y dificultad de vivir aparece a veces «la dorada luz de los momentos que no fueron amargos». Pero el pensamiento ácido del mundo y de sí mismo no entra en contradicción con la delicadeza con que se rescatan instantes, imágenes o los nombres homenajeados como cierre del libro. Son poemas de una confesionalidad y desvelamiento sin máscaras, y la escritura recoge un testimonio implacable y arduo. Una escritura entroncada en una actitud vital que se convierte en poética: poemas «como el que teje lana contra el frío», pero a su vez pretendiendo un distanciamiento en el que temor y dicha «no los sientas tales, sino otro orden de cosas». Más que el trazo, sea el vacío, la marca la que configurecomo en el poema a Toyo Sesshu— el dibujo, y lo dicho, es decir, la figura o la forma, no impidan ver el fondo, no interrumpa el espacio. Más o menos, una manera de ser desde el margen, una presencia desde el silencio o el recuerdo, sin traspasar otra vez una orilla temida, el desencanto y, sin embargo, con «el indeciso propósito de hacer algo incorrecto».

 

Claudio Rodríguez, Don de la ebriedad, Torremozas, Madrid, 1995, 61 págs.

    Difícilmente podrían encontrarse palabras más acertadas que las escritas por el propio poeta Claudio Rodríguez para que figuraran al frente de la edición de su libro: «Lo primero que uno se pregunta es hasta qué grado de familiaridad, de cercanía, tiene el autor hacia su obra. En mi caso es lejanía. Y aún más releyendo este libro. Cuando comencé a escribirlo tenía diecisiete años. Don de la ebriedad, dos datos sucesivos y orientadores: la poesía como un “don” y como una “ebriedad”, es decir, como una entrega y como un entusiasmo en el sentido platónico de inspiración, de rapto, de éxtasis, o cristianamente, de fervor. No puedo, naturalmente, reproducir dichas sensaciones, pero sí aclarar que los siguientes poemas manaron de la contemplación viva, caminada, paso a paso, de mi tierra castellana, del pulso de los hombres, con mi alma dentro, que es lo esencial. Además, estos poemas los escribí con una ausencia de conocimiento —no de cultura, de destreza, de oficio, por decirlo así— en su posible concreción, objetividad o articulación: de aquí, a veces, su indudable tono irracional. Grave problema: ¿la experiencia es concreta? Se trata de una invención que es canto— en el sentido de descubrimiento, sorpresa. Transfiguración y emoción. Expresar un alma tangible, configurar, y fundirse, amasarse si fuera posible en el aire retador. Ver, poseer. Intentar hallar la certeza única, lo secreto, lo sagrado, la salvación a través del lenguaje. ¿Y qué sé yo ahora? Como entonces, como hace treinta y ocho años, cuando escribí estos poemas. La cita de Juan de la Cruz lo dice: [...] y cuando salía / por toda aquesta vega / ya cosa no sabía [...] ¿Y mi ignorancia era sabiduría? Que ellos hablen o callen».

 

Antonio Román Diez García, A manera de tránsito, Editora Regional, Mérida, 1994, 67 págs.

    Este libro nace de la desesperanza y de la compasión. Es un canto del amor solidario y el deseo esperanzado. Estos poemas pretenden comunicar vivencias íntimas de desgarramientos y experiencias contradictorias; ese tejido que habita la vida humana, el caminar en el que somos y en el que vamos consumiendo a plazos fijos nuestra cuota de realidad; donde sólo alguna vez, muy fugazmente, aparecen ciertos fragmentos de sentido. Está escrito desde la experiencia interior de sentirse en comunión existencia, en un viaje en el que vamos todos juntos «a manera de tránsito» y en el que, sin embargo, se camina desesperadamente en soledad; incomunicación radical, aunque cada uno intente inútilmente darse a los demás. Mezcla de esperanza y decepción, estos poemas son vehículo de un mensaje y unas preguntas que la realidad dirige a todos y cada uno necesita interpretar a su manera.

 

Elena Sáinz, Premonición en el parterre de Stravinsky, Torremozas, Madrid, 1995, 70 págs.

Elena Sáinz busca con la Premonición el valor de la verdad irrevelada frente a lo tangible; y lo hace en un parterre, jardín con flores y anchos paseos, es decir, inmersa en la perfección. Perfección de la palabra poética, búsqueda de un lenguaje depurado. La palabra como elemento de contemplación, además de su intención transmisora; y Stravinsky que, simbólicamente aquí, con sus poemas sinfónicos nos acerca al ritmo que encontramos fundido en todo el paisaje poético con una fuerza melódica deslumbrante. Y como fondo, el amor, que todo lo redime, sobreviviendo a la vida y a la muerte como sentimiento total. Este nuevo título viene a sumarse a la ya amplia obra poética de Elena Sáinz, caracterizada por un acendrado romanticismo de visión actual y de indiscutible personalidad.

PROSA Y NARRATIVA

Ricardo García Luis, A luz de un sueño, Baile del Sol, Tenerife, 1995, 57 págs.

A luz de un sueño —novela corta o cuento largo trata, en un marco estructural fragmentario, de un modelo de sociedad que viene conformado por un período histórico resultado de la guerra civil. El narrador opone una sana y valiente rebeldía —contra posicionamiento deshumanizado— que se transmite de forma clara y manifiesta a lo largo de toda la obra. Es por lo que hace un recorrido —a veces ingenuo, o con enorme crudeza, pero siempre con un transfondo crítico— por los lugares comunes que muestran situaciones de dominación de unas personas sobre otras y a las que cuestiona de forma sistemática. Ya al final, y como un deseo esperanzador, surge un rayo de luz y la libertad —real— empieza a vislumbrarse como algo más que una palabra vacía de todo contenido.

 

Manuel Jurado, El bebedor de bourbon, Editora Regional, Mérida, 1995, 197 págs.

    Manuel jurado utiliza una estructura epistolar para plantear una historia cargada de tensiones externas e internas: la de la descomposición física y moral de Enrique Benítez. Una crítica caústica, corrosiva a veces y tierna otras, de la cultura española y suiza se entrecruza con la peripecia íntima del personaje central. Con un lenguaje agresivo, descarnado, vistoso y certero nos sitúa indistintamente en el plano coloquial y en el culto. Una historia en la que la desolación y la ternura cede su sitio en ocasiones al erotismo y a la crueldad. Una densa novela en la que la literatura, la muerte y el amor construyen un triángulo desolador.

 

Manuel Pacheco Conejo, Obra en prosa (1949-1995) (ed. de Antonio Viudas Camarasa), Editora Regional, Mérida, 1995, 637 págs.

    Manuel Pacheco comparte sitio, en las dos antologías de Antonio Beneyto, con narradores del siglo XX, tan significativos como Camilo Jose Cela, Tomás Salvador, Francisco García Pavón, Alonso Zamora Vicente, Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares. El heterónimo de Manuel Pacheco, Laurentino Agapito Agaputa, nació en las horas de oficina de su destino civil en la Pagaduría Militar. A principios de los años cincuenta Manuel Pacheco utiliza ya la palabra prosema, que él inventa; pero en el prosema cabe todo. El teatro de Pacheco es surrealista, prosemático y autobiográfico. El ángel y las cerillas presenta un juego surrealista. La cabeza no sirve para sentarse de culo es la manifestación de un teatro ilógico. La poza romana muestra el diálogo entre el rico y el pobre. Sin título universitario, pero con cultura universal, ha escrito su propia obra. E incluso ha dejado constancia de su estética en El surrealismo y mi poesía, La otra cara de la pornografía, Prosema en forma de autobiografía y Poética de Manuel Pacheco y La poesía y mi poesía.

RETÓRlCA

Luis Alburquerque García, El arte de hablar en público. Seis Retóricas fam sas, Visor Libros, Madrid, 1995, 203 pág.

    Se estudian en este libro las obras retóricas de seis profesores de la Universidad Complutense en el siglo XVI: Antonio de Nebrija, Miguel de Salinas,. Alfonso García Matamoros y Juan de Guzmán, Cipriano Suárez, Martín de Segura, Juan de Guzmán. Tras definir lo retórico como ars y como ciencia, el autor describe los tres 9 géneros aristotélicos: el género judicial, el demostrativo y el deliberativo. Definido el arte de persuadir por medio de las palabras como una actividad permanente del mundo, este libro reconoce los innumerables tratados legados desde la Retórica de Aristóteles y la obra de Cicerón hasta la codificación, Quintiliano. En cierto modo, este libro tras de tender un puente desde las Institutione Oratoriae hasta hoy. Se estudian las partes del arte y las partes de la oración, el exordio, la narratio, la dispositio, la elocutio y el actio. El autor formula una brillante de los estilos.

TEATRO

Jorge Márquez, Sucio amanece, Editora Regional, Mérida, 1994, 183 págs.

    Jorge Márquez inicia su carrera de autor teatral con títulos como El espíritu de Buret, Juegos de Madrugada, o El beso de las mariposas, en los que aborda, sobre todo, las relaciones humanas y, en función de ellas, el tiempo y el juego. Con Títeres de la luna, y Mientras Némesis duerme y El abismo avanza hacia un teatro mucho más desencantado aunque sin abandonar su constante poética y que toma tintes especialmente amargos —casi trágicos— en Hernán Cortés, Hazme de la noche un cuento y Fábula inefable de la flauta y el fusil. Su producción reciente incluye Coraggio, mia signora, La Tuerta suerte de Perico Galápago y Sucio amanece (el experimento de teatro-relato ofrecido en este Volumen doble), con los cuales se aproxima a un teatro mucho más esencial, crítico y ácido, y donde la poesía y el humor alcanzan una dimensión cruda a la vez que entrañable.Como dice Senabre en varias páginas del Prólogo: «Sucio amanece es una experiencia estética arriesgada, brillantemente resuelta, que invita a la reflexión sobre las obras literarias»; «la habilidad con que ambos escritores —el dramaturgo y el novelista— elevan el rumbo de la historia inicialmente planteada y la despegan del grumo de lo cotidiano es un ejemplo admirable de materialización literaria, de conversión de una anécdota en obra estilística»; «Valle-lnclán completa la noble progenie literaria de la que desciende Sucio amanece. Sin embargo, como vástago último de tan ilustre familia, Jorge Márquez es a la vez fiel y rebelde. Mantiene rasgos aislados de sus antecesores, pero el conjunto de su fisonomía es absolutamente personal. Dicho de otro modo: su obra no se parece a ninguna otra, la originalidad se impone con evidente pujanza».

 

Eloy Martos Núñez, Mediterráneo: cultura y tradición teatral, Editora Regional, Mérida, 1988, 263 págs.

    El término «Clásico» es ambiguo. Sus contenidos van desde la pura referencia a los autores de determinados países y épocas a la noción de vigencia, de teatro escrito, no importan dónde ni cuándo, en el que seguimos reconociéndonos. El tema, puestos a definir un festival como el de Mérida, es importante y obliga, como explica José Monleón, director del festival, a elegir una respuesta precisa. Primero, fue Margarita Xirgu con dos personajes griegos, Medea y Electra. Recuperado el uso del Teatro Romano después de la guerra civil, durante algún tiempo predominó la idea de que Mérida era un festival de autores inscritos en el censo de los clásicos, sin que importara demasiado el carácter específico de la obra representada. Luego, pensando en la arquitectura, hubo quien consideró que lo fundamental era que la acción dramática discurriera entre romanos, al margen de que el autor se llamara Shakespeare, Camus o Cervantes. Planteó otro sector que había que ceñirse a los autores clásicos grecolatinos, posición rigorista que suscitó, de inmediato, el riesgo de repetir los títulos, de exhumar comedias y tragedias de escaso interés o, contraviniendo la pureza de su actitud, de igualar a griegos y romanos, representando a los primeros en un espacio que no fue hecho para ellos. De este laberinto han salido muchos de los festivales que se celebran en antiguos teatros griegos o romanos olvidando el término clásico y limitándose a programar grandes espectáculos. A lo largo de sus cuatro años de director del Festival de Mérida, José Monleón procuró concederle a la palabra clásico el marco concreto de la tradición mediterránea, lo cual permitió mantener cierta fidelidad al núcleo grecolatino y, a su vez, explorar, con la colaboración de griegos, italianos y franceses, las expresiones que son, directa o indirectamente, parte de su desarrollo histórico.